jueves, 10 de febrero de 2011

Estampa de Lázaro Cárdenas



Karla espera que pronto termine la cocinera de prepararle las tortas para abordar el autobús. En silencio se pregunta: “¿Por qué la gente es lenta cuando uno trae prisa?”. Diez minutos antes del abordaje mira a la mujer cortar con delicadeza los trozos de piña, parte a la mitad las teleras, las coloca sobre la plancha caliente, abre el frasco de la mayonesa, mete la cuchara de madera, saca la mezcla de huevo, la unta en los panes, sigue el ritual del orden con los demás ingredientes: queso, jamón, lechuga, aguacate, chile jalapeño y la fruta amarilla.
Lázaro Cárdenas es uno de los 113 municipios de Michoacán. Toma su nombre del expresidente de la República mexicana (1934-1940), el general Lázaro Cárdenas del Río.

Hace menos de una década el movimiento portuario en Lázaro Cárdenas fue el punto de apertura de nuevos empleos. El puerto requirió personal calificado. Hubo ofertas laborales para los manzanillenses. Algunos costeños partieron sin problema por el gusto de explorar otros rumbos, aunque no fue lo mismo para quienes no tuvieron la opción de negativa, pues aceptaban o perderían su trabajo.

En el radiopasillo de las oficinas colimenses corría el rumor de que los lazareños creían que los visitantes les quitarían las fuentes de empleo; en cambio, éstos decían que la gente local era muy floja y no sabía nada.

Todo inicio es un proceso de aprendizaje y acoplamiento. En la actualidad, los michoacanos y los manzanillenses trabajan en conjunto. Los exportadores e importadores tienen dos buenas alternativas para el manejo de sus cargas vía marítima en el Pacífico Mexicano.

El puerto de Lázaro Cárdenas recibe buques de última generación, es decir, con gran capacidad de portacontenedores. En 2010 arribó el buque Taikung con 8 mil 500 teus. Además posee excelentes oportunidades logísticas: tiene un corredor ferroviario que lo enlaza directamente con Estados Unidos y una carretera que lo conecta al interior del país.

La ciudad es un Manzanillo de hace 20 años, polvorienta y desértica. Existen dos plazas comerciales, El Zirahuén, y Tabachines. Detrás de la primera plaza contigua al hotel Casa Blanca está La Fragua, café gourmet y, en la segunda plaza, El Aroma, abierto después de las 6 de la tarde; hay cinco cines independientes: Flamingos, Cine War, Cine Aconcagua, Cine Latino y Cinemas Tikal; el boulevard Las Palmas es la arteria principal del lugar, lleva al Palacio Municipal; las combis y los microbuses son el medio de transporte colectivo. Hay fayuca al descaro, venta de ropa y elotes asados en las calles; la plaza pública La Pérgola –el jardín o kiosco– dista mucho de ser un atractivo provinciano porque está cubierto de telas y lonas de vendedores semifijos ambulantes, que serán reubicados en un edificio sin construir, donde yace la biblioteca pública “Álvaro Obregón”, ésta también será reubicada. Frente al hotel NH Lázaro Cárdenas, hay una glorieta enorme con dos fuentes pequeñas de cantera, las luminarias y el pasto sirven de fondo para la fotografía de los recién casados.

Los convoyes militares hacen sus rondines por el boulevard. La seguridad es controlada por los mismos delincuentes, la tarifa mensual de 2 mil pesos ofrece protección a los locatarios, y aunque los lugareños vistan sencillo no les sorprende leer en la prensa notas rojas ni ver la imagen de un hombre bañado en sangre con los sesos al descubierto.

La estampa de Lázaro Cárdenas, Michoacán, cambiará no sólo por el mejoramiento de las carreteras, ni por las playas hermosas que conducen a ella, menos por la cantidad de muertos que aparezcan al día, sino por el monstruo portuario que llegará a ser. Entonces los manzanillenses querrán radicar allá, pero los lazareños no ocuparán más de su experiencia.


En la lámina de metal la telera se dora, el queso pierde su cuerpo y el aguacate la consistencia. La cocinera toma la mitad de los panes, los coloca en la cima y envuelve las tortas en papel. Karla recibe el alimento, da las gracias, se marcha con la ilusión de que estén sabrosas y pueda alcanzar el camión de las 13:30 horas de Lázaro Cárdenas a Manzanillo.



Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
10 de diciembre de 2011
Éste texto sufrió algunas modificaciones.
Manzanillo, Colima, México

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