jueves, 13 de diciembre de 2012

Servicio y tarifas



Mar visitó Zapopan, Jalisco. Por la noche quiso retornar a Manzanillo, pensó que abordar un colectivo no es recomendable. La opción mejor era tomar un taxi. Antes de hacerlo, debía preguntarle a una persona confiable sobre el costo. Recordó a la recepcionista del hotel donde ese día se hospedó. Regresó a él para recoger del guardaequipaje su mochila gris. Al llegar, cuestionó sobre el precio. La señorita argumentó no saber con exactitud; supuso que podrían ser unos 350 pesos, 10 pesos más que el pasaje de autobús a la provincia. Agradecida, se marchó del lugar. 



Caminó tres cuadras por la avenida principal de la expo Guadalajara, con el propósito de llegar ahí y abordar al taxi. En el andén, un agente de Tránsito y un conductor de vehículo supervisaban la maniobra de una grúa que manipulaba un automóvil para subirlo a la plana. Aprovechó la vestidura del servidor público para cuestionar sobre la tarifa del servicio de taxi. Con amabilidad afirmó que debía ser entre 80 y 100 pesos. A los pocos segundos, vieron a un taxista acercarse a ellos; el policía alzó su mano, la llevó a la boca, y estiró el labio inferior. El chiflido fue bastante fuerte. De inmediato, el taxi se detuvo. 



Contenta, se despidió del policía. Antes de ascender al carro, confirmó el precio con el conductor. “Buenas noches, disculpe, ¿cuánto cobra a la central camionera?”; “¿cuánto le han cobrado?”, preguntó el chofer; “100 pesos”. Aceptó la tarifa y subió. Mar recordó a la recepcionista del hotel y pensó que tal vez los 350 pesos incluían comisión.

En el puerto, las tarifas del servicio de taxis tuvieron un incremento el pasado mes de noviembre. Treinta y tres son las zonas que maneja el tabulador, las cuales pocos usuarios del servicio tienen en sus manos. Si se desea contar con una, debe de acudir al Complejo Administrativo, a la Delegación de Transporte. 



Es importante que los clientes del servicio de taxis tengan por escrito la tabla de tarifas para que las conozcan. La alianza de taxistas, a través de los conductores y la misma autoridad correspondiente, también deben tener la iniciativa de repartir fotocopias de los costos de pasaje en toda la ciudad: edificio del ayuntamiento municipal, escuelas, mercados, casas, calles, y aprovechar la tecnología como es el internet, para publicarlas en la página.

El servicio de transporte se comercializa. Debe existir corresponsabilidad del dueño del permiso de taxi y vehículo –a veces rentado por 6 mil pesos al mes sin automóvil–, y del conductor, para ser eficiente.
 
Algunas tarifas: actuales, de  Manzanillo a Jalipa, 78 pesos, Manzanillo a Soriana, es 63, antes: 60 pesos y  45 pesos. La zona más cara es de la zona centro a Miramar , 123 pesos, 18 pesos en el área céntrica hasta El Tajo, y la mínima es de 23, antes 18 pesos.



La zona más cara es de la zona centro a Miramar, 123 pesos; 18 pesos en el área céntrica hasta El Tajo, y la mínima es de 23, antes 18 pesos. 



Incrementar las tarifas del transporte es razonable, siempre que el servicio vaya acorde con el precio. 



Al abordar un vehículo, muchos de los conductores no dan el saludo de buenos días, tardes o noches, y al entablar una conversación ligera, tutean al cliente, y si éste es mujer, aprovechan la oportunidad de preguntarle si es casada. No se diga en las afueras del mercado. Es costumbre ver a las amas de casa proveerse de alimentos, cargadas de bolsas plásticas con el mandado, esperando un taxi, y cuando arriban un vehículo de servicio, son pocos los conductores que descienden del coche, abren la cajuela y las ayudan con sus compras para meterlas en el cajón.

Ni se diga, el servicio del colectivo es pésimo casi en su totalidad, pues continúa el mal manejo de los choferes por todo el puerto. Sólo un peso se incrementó en la tarifa de transporte urbano. No es mucho, mas no equitativo con el servicio ofertado. 



Los camiones lucen en estado vergonzoso: oxidados, sucios, con tapices manchados o rotos de los asientos. El curso que reciben los conductores antes de obtener el permiso de manejo es nada más un requisito, no una práctica diaria. El mercado debe ser controlado por los consumidores, y no al revés, como sucede. 

Ojalá pudiéramos imitar aunque sea un poco a la ciudad de Guadalajara, donde las tarifas van muy acorde al servicio; los camiones ejecutivos, además de contar con aire acondicionado, asientos acojinados, limpios, los conductores dan un excelente trato a los usuarios.



No se requieren colores partidistas para concientizarnos como autoridades, comerciantes y clientes. Si no podemos dar lo mínimo, seguiremos viviendo en un Manzanillo rezagado, excelente generador de riqueza para la Federación, pero carente de buenas voluntades para intentar tener buena calidad de vida. 


Mar, durante todo el trayecto, escuchó con atención la historia del taxista, quien comentó que conocía Tecomán porque hace 3 años era agente de ventas. Vendía harina preparada para hacer pan, pero hubo recorte de personal, y le tocó que lo despidieran. Fue muy amable y respetuoso con ella. Llegó a la central camionera, y antes de bajar del móvil, le dijo: “Si gusta puede consultar la página en internet de la empresa donde trabaje, para que la conozca”. Ella sonrió y agradeció, diciéndo: “Que le vaya bien”.




Elsa I.Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 13 de diciembre de 2012
Manzanillo, Colima, Mex. 

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