jueves, 30 de septiembre de 2010

Los viejos




Él sostiene la taza de café con la mano derecha, fija la vista en el fondo del recipiente, por minutos dista de la realidad a un mundo que sólo él conoce. Recorre la cinta del recuerdo, regresa a la juventud en los años cuarenta cuando posaba a lado de mujeres bellas en el caberet El Ciros, en México, de traje nuevo, color negro y fleco fijo.Decían que era el doble de Luis Aguilar, así lo apodaban. Clava la quijada en su pijama cuadrada, sigue la pista a un ser imaginario. Comienza a hablar solo. En silencio deja atrás el comedor, camina lento con su bastón el pasillo de la casa, llega a la recámara, deja el bordón en la esquina del buró, toma asiento en medio del colchón frente al televisor de veintinueve pulgadas, columpia las sandalias para desnudar los pies, recarga el peso de los huesos hasta caer en la cama, sobre las sábanas blancas de olor a ungüento y la montaña de almohadas sudorosas bajo la cabeza. Se aferra a mirar el techo de la habitación, observa con el interés de redescubrir las imágenes. La mujer que vive con él, media década menor, no le sorprende, está consciente que los cuerpos viejos se acaban. “No te rasques la cara que la infectarás”, le dice ella sin dejar de seguirlo. A él no le importa si tiene o no granos en la mejilla, desea entretenerse. “Que no te rasques, harás un hoyo en la piel y tu cicatrización será lenta”; luego, él regresa de no sé qué dimensión, toma el papel de hombre de la casa y comienza a gritar: “Ah, qué carajos, déjame en paz, soy yo”, y maldice al televisor que no transmite bien el programa de comediantes.


Son muchas son las razones por las que no queremos envejecer: cutis marchito, piel flácida, pérdida de potencia sexual, dentadura, vista cansada, lucidez, andar lento, senilidad, desgana de aseo personal, acentuación de las enfermedades, falta de respeto e ignorancia de los adultos en cómo tratar al anciano, y la carencia de sensibilidad hacia los de la tercera edad. A parte de la difícil autoaceptación de envejecer todavía, se debe enfrentar a la discriminación de la sociedad.


De acuerdo a la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) los resultados preliminares del Censo 2010 estarán disponibles en el mes de diciembre de este año; posteriormente, en el primer trimestre de 2011 se iniciará la difusión de resultados definitivos, por ahora las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) muestran habría en 2010, 9’424,000 adultos mayores de 60 años en todo el país; de éstos, 5’111,436 serían mujeres y 4’312,564 serían hombres con una población media anual de 108’396,211 personas, los mayores de 60 años representan cerca del 8.70 por ciento de la población total; en 2020 tendremos 13’954,970 personas mayores de 60 años, de las cuales 6’399,054 serán mujeres, mientras que 7’556,920 hombres, una población media anual total de 115’762,289 personas en el país, se estima el 12.05 por ciento más de seis décadas de edad del total.; en 2030 a un 20’698,570 millones de mayores de 60 años, de los cuales 9’485,237 serán hombres y 11’216,333 mujeres, el 17.11 por ciento de los 120.9 millones de habitantes que tendrá el país en ese año.


En los diez municipios del estado de Colima de acuerdo al conteo de población y vivienda de 2005 con un universo de 97 por ciento, el porcentaje en hombres de 60 años y más son: Armería, 11 por ciento; Colima, 10 por ciento; Comala, 10 por ciento; Coquimatlán, 11 por ciento; Cuauhtémoc, 12 por ciento; Ixtlahuacán, 13 por ciento; Manzanillo, 7 por ciento; Minatitlán 10 por ciento; Tecomán, 8 por ciento, y Villa de Álvarez, 5 por ciento; y en mujeres con un universo de 96 por ciento: Armería, 11 por ciento; Colima, 11 por ciento; Comala, 11 por ciento; Coquimatlán, 10 por ciento; Cuauhtémoc, 11 por ciento; Ixtlahuacán, 12 por ciento; Manzanillo, 7 por ciento; Minatitlán, 9 por ciento; Tecomán, 8 por ciento y Villa de Álvarez, 6 por ciento. Información de la INEGI, año 2005.


El desinterés de darles las atenciones debidas a los ancianos en nuestro municipio es grande. Puede medirse el grado de cultura ante la vejez en la ciudad de acuerdo a las condiciones físicas en que se encuentran las calles: banquetas disparejas y obstrucción de andenes; poquísimos espacios públicos reservados en los estacionamientos de las plazas comerciales; nula señalización para la gente de capacidades especiales –pudieran ser personas de la tercera edad– y en la que los usuarios utilizan el transporte público con rampas de acceso, sillas cómodas asignadas exclusivamente para ellos, mal manejo de las unidades de parte de los conductores, poca creatividad en organizar actividades deportivas o culturales en los parques que suelen ser espacios recreativos; ver la frecuencia en que las empresas emplean a los señores y señoras en alguna función que pudieran desempeñar, sin faltar el reflejo del asilo municipal donde todo es triste y oscuro.


A cada milésimo de segundo envejecemos. Algunos tendrán la suerte de vivir más años, sólo así entenderán a los viejos, aunque sea tarde.El hombre duerme. La televisión sigue sin transmitir buena señal.


La mujer pulsa botón redondo “power”, y sale de la habitación, es hora de la siesta.




Elsa I. González Cárdenas

Publicado en el Diario de Colima

el 30 de septiembre de 2010

Manzanillo, Colima, México
Fotografía tomada de la revista voces y susurros, rumor y gritos

jueves, 23 de septiembre de 2010

Mercancía Peligrosa



Llueven gotas diminutas de miedo en el puerto. A veces se agrandan a cada hora, todo depende del color de las nubes. Puede amanecer el cielo gris un lunes 20 de septiembre a las quince horas con treinta minutos, cuando la prensa publica por internet, según los primeros reportes policiales: cinco hombres bajaron de varios automóviles, dispararon a cuatro personas, tres perecieron al instante, el cuarto murió después. Ráfaga de 20 disparos y casquillos de 0.9 milímetros afuera de una vinatería del bulevar. Los hombres en vida trabajaban en una empresa transportista con domicilio fiscal en Salamanca, Guanajuato.






El medio de transporte terrestre para mover mercancías en Manzanillo a distintas partes del territorio mexicano es por tren o camión. Por tren suelen manejar cargas de clientes asiduos y volúmenes altos con goce de buenos costos. En cambio, por tráiler las tarifas son altas y los tiempos cortos. Algo irónico sucede en algunas transportistas: los choferes desconocen el tipo de carga que transportan, sólo conducen al domicilio final de acuerdo a la instrucción recibida. Se filtra la posibilidad que un seudoimportador o exportador pague el servicio y falsee información en los papeles o un seudoagente aduanal pase por alto la revisión física para evitar tiempos muertos u otro trasfondo con la suerte de no tocar reconocimiento aduanero.




El riesgo en el área portuaria siempre está latente. Los empresarios aduanales deben de contar con empleados de suma confianza y tener supervisores con los ojos bien abiertos para evitar un mal manejo en números y no caer en ilegalidades bajo el agua. Hoy en día existen transportistas con tarifas sumamente bajas en comparación a otras establecidas desde hace muchos años. Éstas ofertan viajes a varias partes de la República mexicana para carga contenerizada, equipadas con unidades nuevas. Pudieran surgir dudas sobre la constitución de la empresa porteadora, ¿quiénes son los socios?, pero lo primordial es el buen servicio a bajo costo con el propósito de tener más margen de utilidad.




La clasificación de mercancías peligrosas se distingue por clases de: IMO 1, correspondiente a explosivos; IMO 2, a gases; IMO 3, líquidos y flamables; IMO 4, sólidos inflamables, sustancias que pueden experimentar combustión espontánea, sustancias que, en contacto con el agua desprenden gases inflamables; IMO 5, sustancias comburentes y peróxidos orgánicos; IMO 6, sustancias tóxicas y sustancias infecciosas; IMO 7, materiales radiactivos; IMO 8, sustancias corrosivas e IMO 9, sustancias y objetos peligrosos varios. IMO son las siglas en inglés de la Organización Marítima Internacional.






El transporte de carga peligrosa no está bien regulado en el puerto. A plena luz del día pueden verse a los camiones pasar por la carretera libre o autopista sin mayores precauciones en seguridad, incluso a alta velocidad. Para transportarla el conductor debe contar con una licencia especial, los vehículos estar en perfectas condiciones, llevar los portaplaquitas en los costados de la carrocería donde deben ir dentro las calcomanías que indican la clase de IMO y su nomenclatura –en mercancía general–, dicha información tiene que ser visible, expresar la leyenda: “En caso de emergencia llamar al teléfono tal, cuidado y manejo”, con el fin de que los demás conductores o cualquier persona que transite cerca guarde sus medidas preventivas. ¿Habrá otro tipo de mercancías que ponga en riesgo la vida de los transportistas? Si es así, no tardarán en ser el blanco de la delincuencia las líneas navieras y aéreas, ¿o serán ajustes de cuentas que nada tienen que ver con el medio laboral? Cualquiera que fuese la razón, más vale caminar tranquilo antes de que tu nombre aparezca en los diarios locales de una nota roja.






Seguirán las gotas de lluvia en Manzanillo, la gente se acostumbrará a cubrir su cuerpo bajo los techos de casa o en el paraguas viejo. Desaparecerá el temor por los rayos, habrá tristeza al ver que las antenas no funcionan desde hace tiempo.





Publicado en el Diario de Colilma
el 23 de septiembre de 2010
Manzanillo, Colima, México

domingo, 19 de septiembre de 2010

Independencia

En aquel tiempo acepté la invitación con entusiasmo de ir al salón de la presidencia municipal a escuchar el grito de la Independencia de México. La noche del 15, las mujeres y los hombres lucían atuendos artesanales. La gente eufórica esperó bajo el balcón al edil gritar: “Viva México”. Esa noche no llovió. De cualquier forma habría audiencia en la plazuela. Tal vez porque los padres de familia llevan a sus hijos al jardín a ver los cuetitos y al torito; los enamorados van a la cita con la novia y los vendedores ambulantes ofertan su mercancía.Es diferente la fiesta entre paredes blancas y el folclor popular, aunque el disfrute es el mismo. Después crecí y junto con amigos opté por ir al bar a tomar cerveza, tequila, ron o alcohol para celebrar. La noche la prolongábamos hasta las cinco de la mañana en alguna casa o playa.
El año pasado estuve en la ciudad de Colima en pleno jardín frente a la Catedral. La sorpresa fue ver comida por todos lados, puestos improvisados de antojitos mexicanos, flanes, pasteles, atole, tamales, algodones de azúcar y juguetes para niños. Esa noche arrojaron al aire gran cantidad de fuegos pirotécnicos más que en año nuevo en el puerto.
Este 2010 recibo invitación para ir a Celaya. Es la oportunidad perfecta para visitar la Expo Bicentenario Guanajuato, en Silao. Un terreno de 96 hectáreas, espacio multifuncional que permitirá promover la investigación científica, cultura, el mejoramiento ambiental, el turismo, el deporte, la recreación y la atracción de inversiones. Hay varios pabellones: El Pabellón de la Memoria, es un paseo a la historia de México en realidad virtual; Pabellón del Mañana, muestra el planeta alterado y los cambios climáticos; Pabellón de la Identidad, un recorrido a través la creatividad, cultura y el arte de México; Pabellón de Iberoamérica y sus Bicentenarios, El Salvador, Venezuela, Argentina, Ecuador, Chile, Bolivia, Paraguay y Colombia cumplen también 200 años de independencia; Pabellón de los Estados, exhibe la representación histórica, cultural, artística y gastronómica de las 32 entidades federativas del país; Pabellón de la Unión Europea, guarda obras artísticas que dieron su origen en la creatividad de artistas europeos radicados en territorio mexicano, y el Pabellón de las Fuerzas Armadas, exponen armamento, equipo terrestre y aéreo. Por la noche hay espectáculos musicales y obras de teatro. Dicha información puede ser vista en la página de internet de la Expo.
En el diccionario de la Real Academia Española busqué la acepción de la palabra “Independencia”, dice: 1.- Cualidad o condición de independiente. 2.- Libertad, especialmente la de un estado que no es tributario ni depende de otro. 3.- Entereza, firmeza de carácter. ¿A caso Podríamos decir que México es independiente? Cada ciudadano responde de acuerdo al grado de análisis y apreciación personal. Si planeamos la misma cuestión para con uno mismo, ¿soy independiente?, ¿cuál sería la respuesta? Lamento decir, muchos somos dependientes de algo o alguien.
Entre mis dependencias puedo citar el teléfono celular donde recibo mensajes, fotografías y llamadas informales hasta noticias a las diez de la noche; duermo a pocos metros de distancia de él y es la primera voz artificial que interrumpe mi sueño las primeras horas del día; el azúcar en el café, en el pan o alguna golosina, cuando no lo consumo voy hacia la azucarera de talavera, mojo dos dedos de la mano con la lengua, los sumerjo en la arena dulce, los levanto y succiono; la computadora para manejar asuntos laborales y sociales –es curioso, ahora escribo estas líneas en el autobús camino a Guadalajara–, además mi profesión se presta a estar diez horas frente al monitor haciendo trámites de comercio exterior. Admiro a las personas con jerarquías altas que no saben usar tal herramienta y son eficientes trabajadores. Al menos sé mi “dependencia es por elección”, desaparecerá por voluntad propia.¿Qué pasa cuando la dependencia es impuesta? Sin contar con la alternativas de elegir, y lo peor, creer que se tiene la opción. Por citar un ejemplo: “tomar leche es nutritivo”, es lo que nos venden los médicos y anuncios publicitarios, sí, lo es el primer año de lactancia, durante los demás años no es necesario y menos beber leche de una vaca que ingiere alimentos modificados para producir más líquido. El consumo de aguas de sabor light, embotelladas con el ingrediente endulzante aspartame, malo para la salud. Los desodorantes antitranspirantes en las mujeres sin la advertencia de su uso “podría ser causa de cáncer de mama”. Dirán que soy una drástica o que todo hace daño.
Considero que debe de existir responsabilidad del fabricante hacia el cliente de informar los beneficios y causa que pudiera causar el consumo del producto. La dependencia es cómoda, ¿valdrá la pena independizarnos? No cualquiera deja todo para buscar el camino sin manipulación y apegos. Por las dudas, apago la computadora y gozo mi viaje rumbo a tierras guanajuatenses.
Elsa I.González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
16 de septiembre de 2010
Manzanillo, Colima

jueves, 9 de septiembre de 2010

Taller Literario

Los músicos ensayan la canción Magia Blanca: “Magia blanca tú tienes,/ me has hechizado a mí,/ con tu mirada coqueta,/ con tu manera de hablar cuando pasando caminas,/ todos te miran a ti”, mientras Gary, la instructora del taller literario del Instituto Municipal de Cultura en Manzanillo, en la cabecera de la mesa en salón argumenta: “El arte surge de los acontecimientos políticos y sociales de un lugar”, concluye el tema. Empiezan las lecturas de textos literarios de cada integrante. El chico nuevo reparte copias de su trabajo a los compañeros, luego comienza a leer lo que considera “poemas” para la madre y de aniversario. Las ojos de algunos se fijan en las letras; otros buscan el rostro del vecino para reír en secreto. Al concluir inicia la crítica: “Así empezamos todos, falta sacar las emociones; corrígele aquí, van comas, sugiero le quites esto”; él asiente, sin timidez saca de la carpeta otro juego de hojas y las comparte. Lee Te quiero, ¡oh, sorpresa!, la pedofilia está presente en el escrito. Las miradas inquietas buscan al creador para preguntar: “¿Te gustan las niñas?”, “Yo he andado con alguien mayor, pero otra cosa es pensar en el infante para enamorarlo”. “Déjalo, cada quien sus gustos. Y qué si tú eres necrófilo”. La polémica surge hasta que la guía los calla.
En el taller literario de cada lunes, a las siete de la noche las personalidades de los talleristas salen a flote; los comportamientos juguetones entre compañeros, bromas, sarcasmo y diferencias son comunes. Lo interesante es identificar los estilos y temas de escritura que toman: Silvia escribe narrativa al estilo costumbrista; Jetzabeth, poemas de amor; Marthita, de soledad; Imelda, sobre erotismo; José, de la vida; Miguel, de la muerte; Félix, sobre protesta; Julián; del deporte y pasión; Sergio, poemas de ausencia, y Ricardo, sobre la infancia. Las edades de los asistentes es alrededor de 26 a 70 años. Los únicos requisitos para entrar al taller es aceptar las críticas de los compañeros y crear.Los talleres literarios en el puerto surgieron hace más de 15 años. El cronista Horacio Archundia tenía uno, la maestra Rosa Delia Bravo Magaña también en el antes Museo Universitario de Arqueología e Historia, campus San Pedrito; el poeta Avelino Gómez Guzmán en la antigua Biblioteca Municipal –ahora Archivo Histórico–; la maestra Guillermina Cuevas en Casa Malagua en la calle Colhuas, y posteriormente el poeta Carlos Ramírez Vuelvas, en las instalaciones viejas del Instituto de Cultura –López Mateos–. Regularmente estos grupos mueren antes de producir. Las reuniones las convierten en convivios, la gente deja de ir por falta de motivación o deciden intentar en otras expresiones artísticas. La formalidad y seriedad en guiar a los talleristas a escribir es clave de la buena formación, aunque no hay pretexto para dejar de hacerlo, los libros son los mejores maestros. Este taller promete publicar una antología de trabajos como se hizo en el taller anterior. Aunque poca atención cause para muchos la existencia del taller literario en el puerto, podría ser bien aprovechado el recurso creativo por parte de quienes pudieran interesarse. Imaginar al tallerista en la difusión de la cultura en el municipio, en las escuelas, cárceles, hospitales, asilos de ancianos, en el nacimiento de ideas para el eslogan de un producto a vender a través de la radio o medio impreso, en consulta de opiniones para llevar a cabo programas de festivales y eventos, en hacer alianzas de talleres en otros estados de la República mexicana como lo hace el Instituto de Cultura de Aguascalientes con Zacatecas y San Luis Potosí para tener apertura al intercambio de conocimiento, incluso revisar oficios mal redactados por profesionistas titulados.Sigue la melodía de fondo: “Porque eres así, fíjate en mí, no me hagas sufrir, oh magia blanca, magia blanca que te embrujo. Magia blanca tú tienes, me hacer llorar con tu castigar”. Silvia canta a coro, sus manos y cuerpo bailan; Miguel dice que ya le hartó esa canción luego de escucharla media hora sin interrupción; Gary pide auxilio: “Cállenlos”; los demás ríen tarareando la letra a excepción de Julián, quien discreto se levanta de la silla, sale del salón, regresa pronto. Hay silencio. “¿Fuiste a callarlos?”, le cuestionan, él sereno dice: “Sí, ya se habían pasado, estamos tallereando”. Las risas son largas.




Elsa I. González Cárdenas
Publicado el 09 de septiembre de 2010
En el Diario de Colima

jueves, 2 de septiembre de 2010

México Lindo Y Querido

En la alacena hay cajas de sopa de pasta, agua embotellada, jugos, azúcar refinada, latas de leche condensada, galletas, aderezos, papas fritas, chocolates y café de grano. El refrigerador de dos puertas, repleto de alimentos congelados, y en el enfriador hay verduras, salsas, leche entera, huevos y recipientes con comida preparada.Es la casa de Danielle, la combinación perfecta para vivir donde el piso de barro trata de hacer juego con el lavatrastos y el molcajete. La mamá de ella es mexicana y el padre de nacionalidad norteamericana. Dice que se vino a vivir a México por ser un país muy bello.
Mucho se habla de los mexicanos que emigran a los Estados Unidos de Norteamérica con la intención de tener mejores oportunidades de vida. El sueño americano sigue en la mente de muchos. Escuchar por televisión cómo los cazadores en Arizona toman por presa a los hombres indocumentados; saber que es la misma autoridad extranjera quien sella las visas falsas para cruzar la frontera norte y el mal trato físico y psicológico que sufren los paisanos, son algunas de las razones erróneas que me hicieron sentir rechazo hacia los norteamericanos. No quería saber nada de los gringos.Al paso del tiempo, el primo Alejandro emigró a Los Ángeles, California, estuvo de indocumentado por varios años. El pariente tuvo suerte en el taller de tapicería donde laboró; después cerró, y el dueño de buen corazón, en lugar de liquidar a sus empleados les ofreció el taller para que lo trabajaran. Otras dos primas regiomontanas contrajeron nupcias con norteamericanos, y para colmo llega a la familia un cuñado gringo que tiene de hija a la sobrina Danielle.
Iniciamos septiembre y la celebración las fiestas patrias se acercan. En Manzanillo, rumbo al jardín principal hay collares de letras con luces que dicen: “Viva Hidalgo, viva Morelos”, y pueden verse a los vendedores ambulantes con banderas de México, matracas, adornos para automóvil u oficina. Este mes pareciera ser corto.Los días festivos interrumpen las clases, y si el 16 de septiembre cae entre semana, el día laboral es inhábil o viene el puente vacacional. El día 15, por la noche la plaza de la ciudad se llena de gente. En la Presidencia Municipal personajes políticos e invitados aguardan los minutos para que el edil de mayor autoridad dé el grito de la independencia en el balcón; apenas hay espacio para moverse cómodamente.Los rostros de los porteños lucen alegres, guapos, esperan en la calle y miran hacia donde darán el grito de independencia. Minutos después, la voz del presidente de Manzanillo se escucha fuerte: “Vivan los héroes que nos dieron patria, viva Hidalgo, viva Morelos, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Allende, viva Aldama y Matamoros, viva la independencia nacional, viva México, viva México, viva México”, y el pueblo lo sigue al unísono de los “viva”, luego la campana suena y el Himno Nacional se escucha de fondo. En esos minutos, el sentido de patriotismo es percibido a flor de piel. El resto de la noche y parte de la madrugada prevalece el orgullo de ser mexicano.La mercadotecnia gubernamental que se viene manejando desde el año pasado con spots televisivos y en radio, es gracias a la aproximación al Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana. Los medios de comunicación pintan un país donde el cielo es azul, la armonía y la justicia prevalece.
Las imágenes de nuestro México en la pantalla chica y hasta en la grande son hermosas, pero gastar 70 millones de pesos sólo para celebrarlo con la película El Atentado, que aborda el tema del complot para atentar contra la vida de Porfirio Díaz, en 1897, es increíble. Sorprendente que un país se pueda dar esos lujos cuando existen otras prioridades como invertir en seguridad, educación, salud y empleo.La emigración de cada ciudadano al país vecino son voces silenciosas que indican que “las cosas no están para celebrarse”, tampoco para llorar o lamentar, sino para dar solución.
A veces la frase, “al pueblo pan y circo”, viene muy bien. El conformismo con palmaditas en los hombros, chiqueos o mentiras, ayudan a cegar la realidad de los mexicanos mientras el escenario es lamentable. México lindo y querido “se escucha bonito”, y vestirnos con ropa de manta, guayaberas y guarachitos –aunque estén facturados en China–, pero las acciones que determinan al buen mexicano y gobierno son mucho más que una fiesta nacional.
Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
el 02 de septiembre de 2010
Manzanillo, Colima