jueves, 28 de abril de 2011

Locaciones de Semana Santa




Fue el momento más feliz de mi vida,
y no lo sabía.
El Museo de la Inocencia, Orhan Pamuk

Füsun, el viernes antes de iniciar la Semana Santa bajó del automóvil que conducía Cetin luego de hacerle la propuesta a Kemal Bey de verse esa noche en los próximos 30minutos en el Edificio Compasión. Sin tener respuesta aún y con la intuición de ser imposible, no le importó descender del móvil.

La contestación fue tardía, pero Füsun no tuvo la menor tristeza, sabía desde el principio que Kemal Bey no es un hombre de grandes locuras en su vida.

-Dime ¿dónde estás, qué haces? No pude llamarte antes porque tenía a los ejecutivos de Limón Films frente a mí. Quedé de ir con ellos al bar Papel Cebolla. Al parecer nos reuniremos con el Consejo de Censura para tener el permiso y empezar a grabar la película artística. Lo siento, vernos hoy no es posible. Te llamaré después –argumentó a través del auricular–.

Füsun sería la protagonista del filme, luego que Kemal Bey y los ejecutivos lograran convencer a los del consejo no censurar las tres escenas eróticas donde aparecería desnuda.

-Está bien, Kemal, veré la luna llena sin ti. Ah, estoy sobre la banca, en el parador de Fondeport, escribo líneas para el guión –respondió alegre–.
Füsun olvidó comentar que antes de que el teléfono timbrara, conoció a una mujer analfabeta que le hizo recordar su niñez cuando la mamá de Nesibe solía lanzarle piedras en la cabeza a su amiga vecina por desobediente. La imagen era brutal. Nesibe corría alrededor de la casa, gritaba clemencia, la madre detrás de ella con rocas en las manos, pronunciaba sandeces. El maltrato debió afectar al infante que apenas pudo deletrear su nombre.

En el parador de Fondeport, mientras Füsun esperaba a Kemal Bey, vio el transitar de los autobuses rojos con destino a Tecomán y a la ciudad de Colima. En las ventanillas de las latas móviles se asomaron brazos de color tierra y rostros mezquinos; el chofer abría la puerta para subir pasaje: hombres y mujeres de zapatos polvorientos, uniformes sudorosos y melenas tiesas abordaron. Por instantes, quedó sola entre la noche y el Pez Vela bajo luna llena.

En cuestión de minutos apareció Jessica, la mujer analfabeta de ojos del tamaño de canicas, cabellera amarilla, short de mezclilla y blusa de algodón a media cintura, quizá de 20 años de vida. Preguntó si el autobús de Tecomán ya había pasado. Al saber la respuesta maldijo al conductor. Luego cuestionó qué decía el rótulo del parador. Füsun argumentó que era un anuncio publicitario de una empresa maniobrista. Las interrogantes estuvieron hasta que la chica de repente detuvo al taxi y se marchó. La futura actriz de la película artística dejó el parador después de hablar por teléfono con Kemal Bey.

En Semana Santa Füsun prescindió de los servicios de su chofer Cendi. Tomó el camión colectivo para ir a pasar los días santos en la casa de playa, camino a El Naranjo. En Fondeport la mujer de cabellera amarilla subió con un pedazo de cartón en el pecho que decía: “Me llamo Jessi”, y otras palabras poco visibles. Se dirigió a los pasajeros para pedir unas monedas. La mayoría de la gente sacó de sus bolsos el dinero. La analfabeta agradeció el gesto y preguntó a cada uno: “¿No te molesta si te doy un beso?”. Así besó en la mejilla a los más de treinta pasajeros.

El colectivo avanzaba a buena velocidad hasta llegar a Olas Altas. El tráfico lento invitó a mirar a los turistas de pieles pálidas y a escuchar el bullicio de los acentos; en Miramar, los cuerpos semidesnudos entre las olas brincaban, el sol bronceaba a los bañistas sobre la arena y la música candente amenizó el instante.
Manzanillo fue una fauna marina en completa armonía. La locación de la playa en Semana Santa concluyó con el mismo escenario hasta llegar a Club Santiago.

Füsun arribó a El Naranjo, un lugar lejano del centro de la ciudad donde la gente de campo emigra en busca de trabajo. Cerca del puente peatonal, el que pocos o nadie usa para llegar al otro lado de la acera, yacen en el fondo a la izquierda casas de playa. Las hermosas construcciones sólo pueden contemplarse desde la playa de arrecifes. Todas miran hacia el mar. Las naves marinas y aéreas, los colores del cielo, las estrellas, la luna y la marea en el risco son el paisaje de las terrazas o de las alcobas; la fauna marina, las aves y los animales de tierra viven en plena libertad sin el temor de ser cautivas. En la entrada del poblado las vendedoras de frutas trataron de reconocer a Füsun, que con la cabeza cubierta por un sombrero ocultó ser actriz de Limón Films, porque ella prefiere vivir el día más feliz de su vida sin tantos testigos. Ya en la casa de la playa disfrutó una de las mejores locaciones del mundo: el mar en Semana Santa.



Elsa I.González Cárdenas
Publicado en el Diariod e Colima

El 28 de abril de 211
Este texto pudiera tener algunas modificaciones

Manzanillo, Colima

jueves, 21 de abril de 2011

Fomento a la lectura

Pablo, al llegar a Manzanillo, hizo una aportación especial al puerto. En lugar de donar libros a la biblioteca municipal, los obsequió a una institución educativa que celebró el Día Internacional del Libro en la Plaza Juárez.




Él acostumbra leer un libro al día. Empieza muy de mañana y termina hasta el siguiente amanecer. Con las lecturas se inspira para crear nuevas imágenes de fotografía, hacer literatura y guiones de cine, conoce nuevas palabras y aprende a tener conversaciones interesantes. Dice que al terminar de leer un libro, siempre le deja al lector algo por hacer. En cierta ocasión leyó una novela donde lo único que obtuvo de ella fue las ganas de ir a la vinatería a comprar una botella de vodka y bebérsela, pues el personaje de la obra solía sentarse en una silla de madera, platicaba con el hijo y tomaba vodka. “Definitivamente era una novela mala, pero el vodka no”, rió a carcajadas.




El viernes 15 de abril en la Universidad de Colima, campus San Pedrito, se realizó el Cuarto Maratón de Lectura para celebrar el Día Internacional del Libro el próximo 23 de abril. La organización estuvo a cargo, como en años anteriores, de Silvia Cano, quien es la directora de la biblioteca “Ernesto Camacho Quiñones”.Minutos después de las 10 de la mañana iniciaron el maratón de lectura en presencia de funcionarios públicos del municipio y de la universidad: el presidente municipal, licenciado Nabor Ochoa; el director del Instituto Municipal de Cultura, el profesor Eduardo Rivera Valdivia; el coordinador de Arte y Cultura de la máxima Casa de Estudios, el arquitecto Juan Diego Gaytán; el delegado de la Universidad de Colima, José Martín Torres Ríos, y el joven poeta Eduardo de Gortari, autor del libro La radio en el pecho, de la editorial Tierra Adentro, invitado por Escapistas A.C.










En presencia de cientos de estudiantes se leyó narrativa y poesía. A las 11:30 de la mañana se cortó el listón de inauguración para dar inicio al Cuarto Maratón de Lectura en la biblioteca del plantel.Los títulos a leer fueron a elección de los estudiantes: Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll; Desayuno en Tiffany´s, de Truman Capote; Nuestra Señora de París (El jorobado de Notre Dame), de Víctor Hugo; Rebelión en la granja, de George Orwell, y El sabueso de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle.El cierre del maratón fue a las 10 de la noche. Por la tarde, la Universidad de Colima en el auditorio del centro de Tecnología Educativa, campus El Naranjo, se presentó por primera vez en el puerto el programa “Leo… luego existo”, con la presencia de la primera actriz de televisión, pantalla grande y teatro mexicano, Alma Muriel, quien declamó sin apuntador algunos poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, y el tema fue “Sor Juana para ti”, logrando acercar a los estudiantes y público en general al gusto por la lectura, pero sobre todo por la poesía.El profesionalismo de la actriz sorprendió a los espectadores, quienes no habían tenido oportunidad de escucharla. Los jóvenes no acostumbrados a este tipo de eventos culturales y la falta de un buen comportamiento distrajo en tres ocasiones a la actriz en la interpretación de los poemas, por lo que pidió amablemente respeto por su labor, y dijo: “Estoy aquí por amor a ustedes y a mi trabajo”.La señora había viajado todo el día por carretera, desde Zamora, Michoacán, a Manzanillo, por el placer de estar con los chicos universitarios. Su estancia fue el tiempo suficiente para compartir los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz; al terminar la presentación partió rumbo al aeropuerto Playa de Oro, debido que al día siguiente tenía otros compromisos por cumplir.“Leo… luego existo” cuenta con el programa de apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes, cuyo objetivo es estimular el hábito de lectura y elevar el conocimiento en estudiantes y público en general. La entrada a los eventos del programa es libre.Sin duda, la Universidad de Colima, delegación Manzanillo, merece reconocimiento por tan loable labor en iniciar el proyecto sede en los eventos culturales, pues esto ayudará a fomentar el hábito por la lectura y el gusto por las expresiones artísticas.















Pablo se fue del puerto al concluir sus trabajos artísticos. Nadie notó su ausencia.















Elsa I. González Cárdenas





Publicado en el Diario de Colima





El 21 de abril de 2011





Manzanillo, Colima

viernes, 15 de abril de 2011

Lo nuevo en el puerto




Ahí van las mujeres Ruiz en domingo, con la emoción de llevar al bebé dentro de un rebozo moderno que imita el modelo con el que cargan en la espalda a sus hijos las Marías, a conocer el centro de Manzanillo en domingo. El bebé no paró de observar, reír y mover su mano para saludar a la gente que se encontraba en el camino. En cambio, las Ruiz se sorprendieron al ver el muelle de cruceros vacío, pues tenían la creencia que el 10 de abril arribaría el primer buque al puerto con destinos: Acapulco, Manzanillo, Ixtapa, Huatulco, Puerto Vallarta, Los Cabos y Puerto de Chiapas.


Al regreso, ya en casa, una de las mujeres leyó la prensa del periódico local donde anunciaban que sería hasta el martes 12 el primer crucero mexicano al puerto: Ocean Star Cruises. Dos días después de ver al buque fantasma en el muelle, la señora Ruiz fue al Centro Histórico a la hora de la comida, llevó su cámara fotográfica para captar la imagen de la nave turística. Esta vez era real: el crucero blanco con raya y sombrillas azules fue visto a cierta distancia en el mar. Empezó a tomar fotografías, recorrió el malecón desde el kiosco y concluyó en el mercado de mariscos.


En el trayecto vio rostros diferentes a los que suele ver en días de cruceros internacionales. Extrañó a los extranjeros entrar y salir de la tienda de autoservicios contigua a la presidencia municipal; la puerta abierta del Bar Social, los rótulos en papel fosforescente en los locales con algún anuncio de descuentos en dólares en la compra de ropa o suvenirs; el restaurante El Chantillly repleto de comensales blancos y negros, a las personas en sillas de ruedas bajar por las estrechas rampas de las banquetas, los cuerpos atléticos y obesos, las caras bonitas, cabelleras rubias, negras, rojas, lacias y chinas, y a la familia hindú pasear en carriola a su hijo. Entre tanta gente, a las 2 de la tarde quiso distinguir si las personas que estaban en los restaurantes eran cruceristas o no, porque la calle principal del centro fluía de la misma manera en que transitan los autos y la gente entre semana. La mujer siguió con la lente de su cámara digital en busca de mejores fotografías.


Veinte minutos después, en la explanada del monumento de Benito Juárez vio los esqueletos de lonas plásticas con nombres de los municipios de Colima y en el estacionamiento varios autobuses. La escenografía del puerto no era bella a excepción del olor a mar que seduce a cualquier visitante y la ambientación de las Fuentes Danzarinas. El andén de Manzanillo centro estaba sucio, los portales mugrientos y el calor insoportable en vísperas de mayo. Ruiz, al tener una buena imagen del Ocean Star Cruise, caminó con decepción rumbo a su casa.



CENTRO CULTURAL SALAGUA


Nancy recibió la invitación del Instituto Municipal de Cultura para la inauguración del Centro Cultural Salagua, el 12 de abril a las 6 de la tarde.

La primera etapa del Centro Cultural Salagua fue un esfuerzo de la administración pasada, cuando el poeta Avelino Gómez Guzmán dirigía el Instituto Municipal de Cultura y tuvo la grandiosa idea de solicitar recursos al Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE). Es un programa para aportar recursos a instituciones de cultura, estatales o municipales e incluso a asociaciones civiles que presentan un proyecto para construir, habilitar o remodelar un espacio cultural. El PAICE otorga una parte de total del recurso que cuesta el proyecto, y el solicitante o beneficiario está obligado a aportar también una parte del recurso financiero. En este caso, el instituto municipal en el año 2009 dejó una aportación de 500 mil pesos, y el PAICE debía depositar un millón 591 mil pesos para conformar un monto de 2 millones 91 mil pesos, es lo que supuestamente debía costar la construcción de la primera etapa del Centro Cultural Salagua que el instituto presentó como proyecto. El dirigente anterior del instituto firmó el convenio e hizo todos los trámites para que empezara la obra, sólo faltaba que el PAICE depositara su monto.

Nancy llegó a la misma hora que el gobernador del estado, Mario Anguiano, quien estaba cautivo por la prensa y funcionarios. Ella llegó en busca de una sombra de un árbol para secarse el sudor, no encontró vegetación, sólo unas cuantas sombrillas de estructura metálica con bancas llenas. Cuando dejaron libre al gobernador dio un discurso donde mencionó que el gobierno del estado aportó un millón de pesos para la construcción del inmueble.



El pequeño edificio resguarda un auditorio con butacas de cojines verdes, un escenario de pocos metros de ancho, baños y una sala de lectura con aire acondicionado; escasos estantes de libros envueltos en papel celofán, computadoras, mesas y sillas que podrán ser disfrutados por el público en general.

Nancy pudo confirmar que el excedente fue causa de las modificaciones que se le hizo al proyecto inicial, pero no le importó, pues ya se tiene Casa de la Cultura, sólo espera que la sociedad la disfrute para que no puedan donarla como lo hizo años atrás un presidente municipal a la antigua Casa de la Cultura, ahora IUBAM Manzanillo.



Contenta se marchó del lugar sin dejar de sudar.




Elsa I.González Cárdenas

Publicado en el Diario de Colima

el 14 de abril de 2011

Manzanillo,Colima,México

jueves, 7 de abril de 2011

Consumo inteligente


Los familiares y conocidos de Flora se molestan cuando hace cierto tipo de comentarios: “Cada envase tetrapack o multicapas que se deposita en la basura tarda 35 años en degradarse; el benzoato de sodio es un conservador que la mayoría de los jugos envasados lo tiene, es cancerígeno. A lo que ellos responden con gestos de enojo: “No empieces con tus cosas, todo hace mal. Imagínate si no los consumiéramos, entonces no vamos a comer nada”. Luego viene la crítica hacia su persona: “A ver, ¿por qué te teñías el cabello si te hacía mal?”.


A Flora ya no le afectan tanto las reacciones negativas de la gente al mencionar temas de salud y ecología. Sólo quiere compartir de buena fe lo que aprende, aunque carezca de tacto para hacerlo.


El año pasado supo que el benzoato de sodio es cancerígeno, por lo cual trata de no consumir productos que lo contengan. Razón por la que investigó vía internet lo que se dice de él. El benzoato de sodio o benzoato de sosa (E211) es una sal del ácido benzoico, blanca, cristalina y gelatinosa o granulada. Es soluble en agua y ligeramente en alcohol. La sal es antiséptica y se usa generalmente para conservar los alimentos. Como aditivo alimentario es usado como conservante, matando eficientemente a la mayoría de levaduras, bacterias y hongos. El benzoato sódico sólo es efectivo en condiciones ácidas lo que hace que su uso más frecuente sea en conservas, en aliño de ensaladas (vinagre), en bebidas carbonatadas (ácido carbónico), en mermeladas (ácido cítrico), en zumo de frutas (ácido cítrico) ,en salsas de comida china (soja, mostaza y pato) y salsas para botana como la Valentina, entre otras. Puede encontrarse en enjuagues de base alcohólica y en el pulido de la plata. Recién puede estar en refrescos como Sprite, Fanta, Sunkist, Dr Pepper y Coke Zero. En la naturaleza lo podemos encontrar en arándanos, pasas, ciruelas claudias, canela, clavos de olor maduros y manzanas. Los gatos tienen una tolerancia perceptiblemente más baja contra el ácido benzoico y sus sales, que las ratas y ratones. Sin embargo, está permitido como aditivo de alimento hasta en un 0,1 por ciento para el ser humano.


Cerca de 50 países en cinco regiones del Codex (código alimentario) permiten el uso de ácido benzoico y sus sales, en Estados Unidos, Canadá y México.


El benzoato de sodio ya ha sido motivo de preocupación, debido a que su combinación con el aditivo vitamina C en refrescos con gas, da lugar al benceno, una sustancia cancerígena. El profesor Peter Piper, investigador de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, ha encontrado que el benzoato de sodio, usado como agente conservador, en muchos alimentos, destruye el ADN de las mitocondrias celulares, provocando un fuerte proceso de envejecimiento. Se puede desencadenar cirrosis hepáticas y enfermedades degenerativas como mal de Parkinson.


Comer y vestir productos con escasas o nulas alteraciones químicas conlleva a tener una mejor salud y contribuir al cuidado del planeta. Flora piensa que la información de saber qué ingredientes contiene tal producto antes de adquirirlo debe ser prioridad para el comprador, y los consumidores adultos deben instruir en sus casas, escuelas, trabajo y a la sociedad en general para que cuiden sus hábitos de consumo.


Por fortuna, a La Alianza por una Vida Saludable, conformada por el sector alimentario asociado a ConMéxico (Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C.), desarrolló la iniciativa de nombre Checa y Elige, claves de nutrición, que es un sistema de etiquetado nutrimental. “Checa y Elige” tiene como propósito coadyuvar a los consumidores a realizar decisiones informadas en la selección de productos, generando atención sobre el contenido energético. En las próximas semanas y meses podrán verse productos etiquetados con los cuatro iconos básicos de energía, grasa saturada, azúcares y sodio, conforman una guía de nutrimentos clave, los cuales siempre estarán representados gráficamente de la misma manera y en el mismo orden, y referenciados a una dieta recomendada promedio de 2 mil calorías. Aún así con el nuevo etiquetado “checa y elige”, el consumidor debe guardar sus precauciones, pues la mayoría de las veces, detrás de una gran marca mexicana o transnacional existen falacias sobre el beneficio que hace consumir tal producto.


Flora no parará de recomendar el consumo sustentable, adquirir una cultura de ahorro y consumo inteligente de los bienes y servicios.





Elsa I. González Cárdenas

Publicado en El Diario de Colima

Manzanillo, Colima 07 de abril de 2011