jueves, 23 de diciembre de 2010

Esferas navideñas


Marcos no tiene ganas de adornar el árbol de Navidad –apenas las ramas asoman diminutos focos de colores–. Cree que no es necesario buscar las esferas ni comprar heno si sólo faltan pocos días para el 25; aunque tuvo la intención de hacerlo, las ganas perecieron al surgir algunos contratiempos durante el día: disminuyeron el suministro de agua en la casa que renta, por desidia apenas fue ayer a pagar el adeudo para la reconexión y le prometieron que al día siguiente estaría fluyendo sin problema el líquido, pero no fue así. Habló por teléfono al encargado de la Comisión en tono de queja, éste contestó: “Hoy no puedo comprometerme a darle el servicio, lo que sí puedo hacer es que mañana tempranito esté listo”, y para colmo, en el trabajo, una empresa transportista no ha liberado la carga en la bodega del cliente porque según el servicio fue contratado en origen a ocurre y no a domicilio, como lo supuso.

“¿No vas a probar mi consomé de pollo?”, cuestiona la esposa. Marcos está más molesto que hambriento. Siente cómo la sangre fluye rápidamente por sus venas y la temperatura del cuerpo aumenta. “Ven a comer”.

Ya en el comedor prueba el caldo, está demasiado caliente. Deja el plato, va a la terraza de la casa. La vista es espectacular, frente a él los pelícanos flotan en el mar, los cerros viejos lucen contentos, verdes; las gaviotas vuelan muy alto en círculo y bajan veloces a pescar; una familia de norteamericanos hunden sus pies en la arena, otros busca en las rocas ostras y conchas, y a pocos centímetros de distancia cangrejos ermitaños cargan su caracol.

Marcos desearía que las personas con las que tiene inconvenientes tuvieran la oportunidad de estar frente al mar, olvidar por instantes la cotidianidad de sus vidas, llenarse de energías con la simplicidad del ave en libertad. Él conoce a profundidad que debe trabajar muchas horas del día para poder gozar la tranquilidad. A sus 55 años quisiera haber tenido la sabiduría y felicidad con la que hoy goza.

Una de las cosas que pueden rescatarse en el puerto es la ausencia de grandes tiendas departamentales, esto arroja como resultado para el consumidor, falta de marcas de renombre. Para tener acceso a ellas se tiene que emigrar a la ciudad de Colima, Guadalajara, pedirlas por encargo o en su caso consumir lo local. La mayoría de los porteños son personas sencillas, no suelen vestir ropas finas ni andar con calzado europeo, tampoco les gusta escuchar la orquesta sinfónica, ni ir al teatro, al cine a ver películas de arte, menos comer langosta y beber vinos.

A ellos les complace usar ropa de alguna marca comercial que esté en boga, comprar zapatillas altas con accesorios –en el caso de las mujeres– y algo cómodo con diseños deportivos o muy varoniles –en caso de los hombres–; bailar banda, rock, salsa o cumbia, asistir al cinema para ver Mi nombre es John Lenon, a la explanada del Pez Vela a contemplar algún espectáculo dominguero, comer taquitos, birria de chivo, pozole y carne asada con cerveza.


En el puerto la gente es feliz un fin de semana en familia, haciendo compras en los tianguis o plazas comerciales; viendo por largas horas el televisor, echándose una cascarita en el futbol, emborrachándose los días de quincena, teniendo hijos, comiendo mucho, pero mal; estudiando para conseguir un título universitario, apoyando campañas políticas de los amigos, criticando el mal estado de las calles, ejercitándose entre el olor a orines y marihuana en el Pasaje Espíritu Santo y el mercado de mariscos.

Más allá del folclore popular existen la clase media alta que poco convive con el costeño; los de clase alta suelen ser de otros estados de la República e incluso de otros países. Cada cual en su ambiente goza la vida en la costa. Comparten en espacios distintos con la misma luna naranja después del eclipse. Unos viajan en pancas o lanchas, otros en yates y avionetas privadas. En los restaurantes, por las noches los músicos tocan melodías mexicanas para los extranjeros, y algún caballero baila “Cucurrucucu paloma” con la actriz wollywoodense de los años cincuenta, y en la playa de Miramar puede apreciarse un velero forrado de foquitos de luces blancas. La Navidad se acerca, mañana es Nochebuena. Aunque las avenidas carezcan de adornos luminosos y los bolsillos estén vacíos, los corazones desbordan buenos deseos.

Marcos regresa al comedor, prueba la sopa –ahora tibia– y agradece en silencio el mejor regalo que puede recibir del Niño Dios: estar vivo en compañía de sus seres queridos y la cercanía de los que ya se fueron. Termina de comer, se levanta de la mesa, redacta una carta en su computadora y la envía por correo a las personas con las que tuvo los inconvenientes: “Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo todos los días de su vida”.





Elsa I.González ´Cárdenas

Publicado en el Diario de Colima

23 de diciembre de 2010

Manzanillo, Colima, México

jueves, 16 de diciembre de 2010

Imaginario



Hacer viajes astrales, tener sueños premonitorios, usar la telepatía para comunicarse, decir palabras oportunas en el momento adecuado sin saber qué le ocurre a la persona, reencontrar el amor antiguo después de 15 años de ausencia, sentir las energías o la presencia de seres imaginarios podría parecer una locura, pero hablar de un estado de locura donde la conciencia hace caso al subconsciente para aprovechar cada instante de la vida o transitar a otro plano que no es físico, parece un caso extraño en la sociedad.

Comprender que no todo funciona netamente mental, cambia la percepción visual.


Es algo similar a la vida del cangrejo ermitaño cuando muda de caracol para encontrar nueva cubierta acorde a su tamaño. Mudar de concha para seguir la búsqueda interior es algo que no todos los seres humanos se ocupan.

Quienes sí saben que en el camino encuentras personas extraordinarias con ideologías liberales, amigos incondicionales o pasajeros, también tropiezas con diablillos ansiosos en ver cómo tu fortaleza se debilita hasta verte caer. Ellos de alguna forma abren las puertas del autoconocimiento; son guías que te adentran a mundos distintos. Tú sólo los eliges o ignoras que existen.

En el plano terrenal no es tan difícil buscar el objeto perdido cuando se sabe cómo es.


Lo complicado es tratar de buscar algo que no conoces, saber que lo encuentras sin haberlo buscado o él te encontró a ti.

La vida está llena de causalidades –causa y efecto–. Conoces a un hombre o una mujer y tienes la sensación de haberla conocido años atrás, pero puede suceder lo contrario, tienes años viviendo con la persona y jamás han tenido un acercamiento espiritual. Cuántas parejas muertas hay en medio de tanta energía.

En la religión, rezar sirve para pensar que lo inexplicable será resuelto por Dios. Aunque indiscutiblemente haya parte de verdad, a veces habitan dentro de casa fantasmas o seres imaginarios.

Nadie de la familia creía la versión de Andy, “en casa hay un fantasma”, a excepción de los sobrinos curiosos. Se le juzgó de loca y fantasiosa. Incluso ella misma dudó en explicar sus sueños premonitorios. “Reza antes de dormir”, le decían; luego de contar sus sueños, hasta aquella noche que su madre sintió a alguien cubriéndola del frío con una sábana, entonces creyó.

Cotidianamente las cosas cambiaban de lugar de la manera más extraña. Las dejabas en la mesa y en pocos minutos estaban en la cama. La resistencia en aceptar lo que no se ve no existe, seguía predominando.

La palabra duende tiene origen a la expresión “duen de casa” o “dueño de casa”. En México los duendes son llamados chaneques, del náhuatl (“los que habitan en lugares peligrosos”), dioses menores de la mitología mexicana, espíritus traviesos con aspecto de niños que esconden cosas y se les aparecen a la gente, distrayéndolos para hacerles perder el camino o desaparecerlos.

Una creencia popular era la de usar la ropa al revés al andar solo por el monte, para así evitar que los chaneques lo atraparan y se lo llevaran, o los aluxes (maya: alux, “geniecillo del bosque, enano legendario”).

Los duendes eran hace siglos habitantes de zonas selváticas, boscosas y montañosas. Vivían en el interior de cuevas y grutas, hasta que se acercaron a hogares humanos. Se manifiestan preferentemente de noche. Tiene aproximadamente 50 centímetros de alto y son de aspecto humano. Les encanta divertirse a costa de los durmientes, molestándolos y asustándolos, aunque algunos colaboran con los hombres en las tareas domésticas. Su nombre, según algunos estudiosos del tema, proviene del árabe duar, que se traduciría como “el que habita o habitante”.

Ahora la mamá de Andy no deja de ver a un niño detrás de su hija; los sobrinos sonrientes aseguran verlos por la casa y hacen cara de espanto, mientras los demás integrantes de la familia continúan con la idea de ser fantasías.

Lo cierto es que ellos eligen con quién manifestarse. Nadie está demasiado normal para negar: “lo que no se ve no existe”.

La búsqueda interior está dispuesta a encontrarte siempre y cuando tú estés listo para ser encontrado.


Elsa I.González Cárdenas
Publicado en El Diario de Colima
16 de diciembre de 2010

jueves, 9 de diciembre de 2010

Emprendedor




Martina les cuestionó a los alumnos de nuevo ingreso, de nivel superior, entre 18 y 40 años de edad, qué harán luego de concluir la carrera. Casi todos los jóvenes a excepción de Nelly, vendedora de barbacoa en Tecomán, y Mauricio, socio de un bar lounge en Manzanillo, argumentaron estar en la universidad para conseguir un mejor empleo, ser alguien en la vida y ganar más dinero.



A los estudiantes próximos a egresar de la licenciatura les preguntó qué harían si se quedan desempleados el día de mañana y tienen familia qué mantener; un hombre respondió con semblante de sorpresa: “Nunca lo había pensado”; en cambio, una mujer sin titubear dijo: “Me pongo a trabajar en mi negocio”.



El pasado 2 y 3 de diciembre se llevó a cabo en las instalaciones de la Feria de Manzanillo, la “Caravana de emprendedores”. El movimiento México Emprende es por parte de la Secretaría de Economía, cuya misión es otorgar servicios de atención integral de manera accesible, ágil y oportuna a los emprendedores y las MiPyMEs (micro, pequeñas y medianas empresas), de acuerdo con su tamaño y potencial en un sólo lugar.



El programa ofreció conferencias de personajes de éxito, como Rodolfo Riva Palacios, el cocreador y director creativo de Huevocartoon, la cinta Una película de huevos, largometraje animado mexicano más exitoso de la historia del cine nacional.



El ponente con apariencia menor de cuarenta años de edad enfatizó sobre la explosión vocacional. Primero, consiste en descubrirla, después distinguir entre el límite genético con la limitación condicionada. La limitación genética es aquella restricción que tu cuerpo no te permite desarrollar tal actividad más allá de lo que puede hacer, como si a un niño se le pretende enseñar a tocar piano siendo que él prefiere ser defensa en un equipo de futbol.


La limitación condicionada son las barreras que el ser humano crea por miedos, pereza y comodidad. Vociferó: “Nadie puede desear lo que no conoce”, por eso es importante conocerse así mismo. Enlistó los elementos de una vida exitosa: 1. Descubrir la vocación es igual a lo que eres, 2. Desarrollar la vocación es igual a creatividad, sueños y objetivos. Una persona que está en vocación tiene placer.


Entre risas y aplausos, promedio de seiscientas personas, la mayoría preparatorianos y universitarios, estuvieron atentos a la ponencia del conferencista. Seguramente más de diez jóvenes se marcharon con la inquietud de saber qué realmente quieren hacer en su vida y cómo descubrir su vocación.





El término de emprendedurismo no está en el Diccionario de la Real Academia Española, sin embargo, es empleado para denominar a la cultura emprendedora. La idea de iniciar un negocio propio en las escuelas públicas ya no es tan lejana. La Universidad de Colima desde el año pasado opera con mujeres y hombres emprendedores que tienen las ganas de iniciar un negocio. Las incubadoras de empresas son una realidad. También la Secretaría de la Juventud participa en la gestión de hacer nuevos empresarios en el estado de Colima.



Martina, con palabras serias comentó con los alumnos de nuevo ingreso: “Entonces ¿quiere decir que hoy ustedes no son nadie? ¿Cuánto es ganar más, mil o 2 mil pesos? ¿Cuánto tiempo trabajarás para vivir cómodamente?”. Y en el otro grupo escolar dijo: “Nada es seguro en la vida, mucho menos un empleo. Si tú trabajas 16 horas en la recepción de un hotel, qué haces con las 8 horas restantes, cuántas horas le dedicas a dormir, a tu familia, y si resulta que por el estrés sufres un paro cardiaco –los alumnos rieron asintiendo–. ¿Por qué darle a ganar dinero a un empresario si puedes ganar para ti? Aprovechen la experiencia en los trabajos, pues son escuelas, después déjenlas e intenten hacer lo mismo de manera independiente. No necesitas gran capital. Claro que vas a tropezar muchas veces, aprenderás. Cuando estaba por terminar mi carrera profesional, la idea de ser empleada era fabulosa, después el panorama cambia. El estudio sólo te da las herramientas para trabajar, todo depende de lo que uno quiera, ganes lo que ganes”.



Elsa I.González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
09 de noviembre de 2010
Manzanillo, Colima,México

jueves, 2 de diciembre de 2010

Maquillaje


Se escucha una canción de fondo: “Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal, y mírate y mírate”.


Paul, un canadiense setentero solía visitar la colonia de los trabajadores de gobierno a finales del año, cargado de una bolsa de dulces que repartía entre los niños del vecindario. “Ahí viene Paul”, se oían las voces de los infantes que corrían felices a su encuentro y a extender el brazo para recibir caramelos. Él tenía una casa en Salagua a nombre de don Armando, un vecino que hablaba perfectamente el inglés. Paul era un hombre simpático, solía vestir bermudas, camisas de algodón, huaraches, usaba sombrero de tela sobre la cabeza sin faltar la cámara fotográfica junto al pecho. Cierto año no regresó a la colonia, falleció en su país. Al morir, don Armando, dueño legítimo del inmueble toma posesión yéndose a vivir ahí con toda su familia, era su prestanombre.


Débora, soltera y sin propiedades a su nombre, solicitó visa para viajar a Estados Unidos de Norteamérica. El Consulado Norteamericano le negó la visa. Meses más tarde regresa con copia de las escrituras de posesión de un departamento exclusivo en el puerto que en realidad no era de ella, aunque sí legalmente, y con su hija de nacionalidad norteamericana, por segunda ocasión le negaron la visa.
En el tema de seguridad “la PGR propone que se castigue a quien haya prestado su nombre para constituir una sociedad o realizar una compra-venta, cuando no hay causa legal para hacerlo. Puede haber casos en los que se justifique, pero prestar el nombre para constituir una sociedad o hacer una compraventa, y luego resulta que desconocían que era ´dinero sucio´, será penalizado", dijo el procurador fiscal de la Federación, Javier Lainez Potisek, en una entrevista con Expansión CNN. Ésta es una recomendación para cortar los recursos financieros de la delincuencia organizada.


En el ámbito cultural, ¿cuántos nombres virtuales son utilizados en proyectos para aprovechar los recursos económicos del gobierno de las tres órdenes, que favorecerán a la población? ¿A quién penalizarán cuando aparezcan nombres maquillados y desmaquillados de los trabajadores de la institución que convoca a promotores culturales, artistas, artesanos, grupos artísticos, asociaciones, patronatos culturales y creadores en general, a presentar proyectos culturales? Si se es juez y parte, siendo la primera restricción para los consejeros del Fondo para el Desarrollo Cultural Municipal, donde se establece que no podrán participar las personas que integren el consejo y, sin embargo, participan con proyecto aprobado.
Uno de los objetivos específicos del programa de desarrollo cultural municipal es favorecer la participación de la sociedad civil en la planeación y el destino de los recursos orientados al desarrollo municipal, a fin de preservar, promover y difundir la cultura, tanto en sus expresiones locales como regionales, nacionales y universales.


Habiendo once campos temáticos en la selección de proyectos: 1) Difusión y animación cultural, 2) Formación artística: iniciación y actualización, 3)Fomento al libro y la lectura, 4) Capacitación a promotores e investigadores culturales, 5) Preservación, investigación y difusión del patrimonio cultural, 6) Desarrollo, promoción y difusión de las culturas populares indígenas, 7) Fortalecimiento de la infraestructura cultural, 8) Desarrollo cultural infantil, 9) Desarrollo cultural de los jóvenes, 10) Atención a públicos específicos, 11) Empresas culturales; suelen tener inclinación por algunos, año tras año, sin extender otras posibilidades.

Cambiar las reglas del juego de las administraciones pasadas y lo que se hace en otros estados de la República suena inverosímil, entonces ¿para qué convocar a la poquísima ciudadanía en meter proyectos bien intencionados si serán rechazados teniendo la preferencia el convocante? ¿Dónde está el trabajo arduo de los responsables municipales de la cultura para que la gente participe, gestione y produzca arte?


Se escucha una canción de fondo: “No me mires, no me mires, déjalo ya, no he dormido nada esta noche, y tengo una cara que no puedes mirar, porque te vas a horrorizar”.


Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
02 de diciembre de 2010
Manzanillo, Colima,México



foto por: www.mazcue.com