sábado, 18 de octubre de 2014

Entervista a Azalea Ferrer, 2/3

OBJETIVO
LA fisicoculturista Azalea Ferrer argumenta que es importante tener el objetivo bien definido para lograrlo; uno debe de observarse y decir, me sobra aquí o falta acá.


En el caso de una persona con sobrepeso, se inicia con ejercicios cardiovasculares, utilizando las elípticas, caminadoras, bicicletas, corredoras o escaladoras. Lo ideal es hacer 45 minutos diarios para los ver resultados; después, hacer ejercicios básicos con pesas o el propio peso, y en 3 meses verá el cambio, si se entrena una hora y media diaria.

EL CUERPO DICE LO QUE COMES
Regularmente, las personas que visitan los restaurantes concurridos, donde venden antojitos mexicanos, tienen sobrepeso.


Si se tiene un cuerpo con nivel de grasa bajo, podría tonificarlo; pero si se está pasado de peso, primero debe quemar la grasa. Cuando ya tonificas, puedes aumentar músculo. En tonificación y aumento, se requieren distintas rutinas de ejercicio y alimentación.



En caso que se requiera aumentar músculo, es primordial consumir mucho más proteína, un poco de carbohidratos simples, comer hasta siete veces al día. Al tonificar, solamente se requiere realizar rutinas de ejercicios, con más repeticiones en sus series, alimentación baja en sales, azúcares, colaciones de frutas o verduras, comer sólo tres o cuatro veces al día.



Cuando se es vegetariano, sólo puede lograr bajar de peso y tonificar. Esto es al contrario del aumento de masa muscular, pues es muy difícil, porque necesitan la proteína animal: carne roja y blanca.



La fisicoculturista sabe lo que come. Está consciente del maltrato animal, de la manera en que los crían, pero la prioridad es su alimentación; tiene que elegir. A ella le gustaría que fuera distinto.



Asistir a un nutriólogo con especialidad en deporte es importante para bajar de peso. Azalea se ha dado cuenta que los nutriólogos generales dan pastillas para adelgazar, recomiendan frutas con azúcares que un deportista no las consume. Es muy diferente.




Fotografía por Mauricio Covarrubias.
INSTRUCTORES
De todos los gimnasios a los que la deportista ha asistido, considera que los instructores son buenos, sólo que la mayoría no son profesionistas o no traen la vocación en la sangre; algunos lo son por afición o necesidad.


Cuando el alumno ha superado al maestro, en cuestión de enseñanza y aspecto físico, esto significa que al deportista le interesa el entrenamiento. Azalea ha aprendido a ejercitarse no sólo con apoyo del instructor, sino con estudio independiente, es autodidacta.



El guía ve las posibilidades del alumno, tanto físicas como económicas, para competir, y puede impulsarlo a hacerlo. La deportista sólo ha tenido dos instructores en su vida: Jesús Ramírez y el licenciado en Deporte, Antonio Jiménez Sánchez, quien es el actual. Uno se da cuenta si un instructor es bueno o malo, observando su cuerpo.



La falta de preparación de instructores se debe a la poca cultura que se tiene en el estado de Colima. Cosa contraria sucede en Guadalajara. Allá existen gimnasios por todos lados, donde dan clases de varias disciplinas y están llenos. En Manzanillo, si ven a un fisicoculturista grande de cuerpo, llama la atención.

CRÍTICA CONSTRUCTIVA
Cuando las personas ya se dedican a competir, aprenden a respetar y a no criticar con cizaña.


Al ver a una persona, suele decirse en silencio: “Si trabajara un poco más ejercicios cardiovasculares o la pierna, bajará de peso”. Hay mucha gente en el puerto obesa, que no hacen nada de ejercicio; con poco que realizaran lucirían mejor su cuerpo y estarían más sanos.



Los profesores de Educación Física merecen el respeto de Azalea, pero necesitan más atención hacia sus alumnos, desde que están en nivel preescolar. A ella le tocó darse cuenta que ninguno de ellos supo instruir de manera adecuada a sus tres hijos, de cómo se hace una sentadilla. Los profesores deben estar en forma, ser el ejemplo, motivadores.

EJERCICIOS BÁSICOS
Los ejercicios básicos sin variaciones, son los mejores. Sólo deben realizarse con sus tiempos adecuados de ejecución y descanso, para obtener mejores resultados. A esto se le llama técnica.


Las variaciones de los ejercicios sí pueden dar resultados, pero si no los hacen correctamente, pueden ocasionar una lesión.

GIMNASIOS
Azalea tiene conocimiento que en Manzanillo existen cinco gimnasios que están completos, en cuestión de aparatos. Los demás son salones donde imparten clases de baile u otras disciplinas de actividad física. El mercado en los gimnasios es variable; sí hay gente que se ejercita, pero debería haber más. (Continuará)

Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
El 16 de octubre de 2014
Manzanillo,Colima,México.


lunes, 13 de octubre de 2014

Duele vivir en México

El martes, Esperanza toma un camión colectivo rumbo al trabajo, escuchando por la radio las noticias de Carmen Aristegui; al mismo tiempo, se preguntaba qué día sería el eclipse lunar.

Días atrás tuvo conocimiento, a través de las noticias sobre la desaparición en Iguala, Guerrero, de 43 estudiantes normalistas de una escuela rural de Ayotzinapa, tras un tiroteo contra los tres autobuses que los jóvenes abordaban. El saldo fue de seis personas muertas, tres estudiantes y el resto civiles; esto ocurrió los días 26 y 27 de septiembre.

Al principio no podía creerlo. Era inverosímil ocultar a decenas de jóvenes sin que nadie supiera su paradero. El segundo fin de semana siguiente, los medios de comunicación informaban el hallazgo de seis fosas clandestinas con 28 cuerpos calcinados y mutilados en la misma comunidad de los asesinatos. Para identificar los cuerpos, las autoridades requerirán 2 semanas.

La voz de la periodista inicia a dar lectura a una publicación de Jacobo G. García, del periódico El Mundo: “Fue una masacre. A mi compañero le pegaron un tiro en la cabeza y se debate entre la vida y la muerte. Yo tengo un disparo en la pierna, y al Chilango le arrancaron los ojos y la piel de la cara. Faltan además 43 compañeros de esta escuela y no pararemos hasta que los entreguen, explica Juan, un alumno que la noche del 26 de septiembre se libró por poco de estar en una de las seis fosas que conmocionan a México”.

Dos gotas de sal nacen en los ojos de Esperanza. Imagina a los chicos de 17 a 20 años corriendo, temerosos, llorando, suplicando les perdonen la vida sin haber cometido delito; ve la tierra colorearse de sangre, hombres poseídos por demonios, cargando armas de fuego, disparando a todos sin piedad; ve a las almas inocentes, inquietas, deseosas de participar en la marcha de conmemoración por la matanza de estudiantes, en Tlatelolco, el 2 de octubre del 68, en la Ciudad de México, y recrea los rostros felices de los normalistas con la ideología de cambiar la situación del país.

A Esperanza le duele el corazón. No busca nombres de los asesinos, tampoco el castigo o la farsa que el gobierno y partidos políticos inventarán a la sociedad. La imagen de los familiares desaparecidos y muertos se detiene en su mente. Trata de evitar el nacimiento de otras lágrimas; no puede. Llora a discreción, porque no es bueno ser tan sensible ante los horrores que se viven.

“Al Chilango le arrancaron los ojos y la piel de la cara”, vuelve a oír la voz por la radio. Esta vez se le viene a la memoria los internos del Centro de Rehabilitación Social, con quienes tuvo contacto en un taller que impartió. No quiere reflexionar en sus historias delictivas, trata de evitarlo sin éxito. Se acuerda de El Cantante, que comenzó a delinquir desde pequeño, y a los 18 años, cuando se relacionó con una prostituta, lo encarcelaron por robo. Salió en libertad y volvió a cometer otros delitos; regresó a la prisión. Él tiene más de 16 años en cautiverio, y apenas alcanza los 40 años de edad. El Tierno, de 23 años, ha sido encarcelado en varias ocasiones. En la adolescencia lo canalizaban al Ceresito –Centro de Rehabilitación Social para menores. Su padre lo golpeaba y era alcohólico, desquitaba sus frustraciones con la mamá del joven y, por supuesto, también con él.

A Esperanza le duele México. La tierra que tanto ama. En silencio, solloza por las muertes de los inocentes, de los malos hombres que horrorizan el país. Piensa en la crianza de los delincuentes, cómo fue su niñez, si hubo amor en su hogar. En el pensamiento surge una serie de cuestionamientos. Quiere justificar las acciones. Encuentra que las palabras: responsabilidad y corresponsabilidad son perfectas. Cree que los gobiernos municipales, estatales, federales, padres de familia y la sociedad poseen cierta corresponsabilidad de la violencia e inseguridad que aqueja a México. Al ciudadano le son indiferentes los problemas ajenos, realiza mal su voto electoral al elegir a hombres enfermos de poder, en no levantar la voz para hacerla valer; los tres niveles de gobierno se corrompen con la facilidad de ir a la tienda a comprar leche y, lo peor, mujeres que sólo engendran hijos por equivocaciones, adornos, o por el simple hecho de experimentar ser madre, sin tener la paciencia, dedicación, amor y tiempo para cuidar y formar a su hijo.

Tranquila, se dice Esperanza, mientras limpia su rostro. Desciende del vehículo. Mira el cielo para ver la luna de octubre al amanecer. Triste, consternada e indignada inicia el día. Espera que en el transcurso de las horas mejore su estado de ánimo.


Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
El 09 de octubre de 2014
Manzanillo, Colima, México 

Entrevista a Azalea Ferrer, 1/3

Azalea Ferrer Fernández es una deportista de origen manzanillense, de 47 años de edad. Desde su niñez ha practicado varias disciplinas deportivas: carrera de 100 metros planos, futbol, lanzamiento de jabalina y bala, salto de altura y longitud.


El gusto por ejercitarse lo heredó de su padre, quien murió cuando ella apenas tenía un año de edad; fue a través de una fotografía que se dio cuenta que él practicaba fisicoculturismo.






En la infancia compitió a nivel inter escolar, luego estatal, en carreras, lanzamiento de jabalina y bala; esto fue en cuando vivía en Acapulco, Guerrero. Ya no había más preparación para participar en los nacionales, quizá se debía a la falta de motivación de los profesores.



Hace unos 15 años comenzó a entrenar en el gimnasio como hooby, y como disciplina, un año y medio. El deporte para ella le ayuda a liberar el estrés, el mal humor y la adrenalina.



Azalea cree que la disciplina del fisiconstructivismo es el deporte más exigente de todos, porque requiere de tiempo, inversión en el gimnasio, alimentación muy limitada, descanso y mucha dedicación. El 90 por ciento está basado en la alimentación para ver buenos resultados, porque por más esfuerzo que realices, si no existe eso, no hay resultado en el físico.



Este deporte es caro, pues requiere de alimentación limitada, de proteína animal, verduras, arroz, los suplementos que son los aminoácidos: carnitina, creatina, proteína, óxido nítrico y algunos anabólicos.



La proteína alimenta el músculo para que crezca; los aminoácidos hacen que absorba mejor la proteína; el óxido nítrico acelera el metabolismo y da un poco de energía; la creatina ayuda a retener un poco el líquido del cuerpo y da más de fuerza; los anabólicos, fuerza, pero no son mágicos, éstos auxilian a que crezcan los músculos.



Respecto a los anabólicos, desafortunadamente mucha gente cree que hacen maravillas, pero hay que tener cuidado al usarlos. Se debe llevar un buen control, porque te pueden dañar los riñones; sin embargo, pueden consumirlos de manera adecuada, y el organismo es limpiado antes y después de aplicarlos; no pasa nada. Esto es lo único negativo que podría surgir.



La alimentación para una persona que entrena en el gimnasio que no se dedique al fisicoconstructivismo tiene que llevar una alimentación sin grasas, sin excesos de carbohidratos y azúcares; hacer 2 horas de ejercicios cardiovasculares para ver resultados favorables, pero no para competir.



En un día cotidiano para Azalea, su entrenamiento es de 2 horas diarias por la mañana y 2 por la noche; pueden ser 45 minutos de ejercicios cardiovasculares por lo menos; lleva una alimentación limitada que incluye pollo, pescado, huevo, carne roja, verduras verdes, arroz integral, no azúcares, ni carbohidratos compuestos, sólo simples. Sobre las frutas, sólo consume algunas, porque la mayoría son dulces. Come plátano, manzana, melón y fresas.



La deportista afirma que si se desea competir, hoy en día es permitido el uso de anabólicos, sólo para personas mayores de edad.



Hablando del descanso, es sumamente necesario para el fisicoculturista. Debe de dormir 8 horas diarias, si no, no hay resultados. El mismo cuerpo lo pide cuando se entrena al extremo.



El hábito del ejercicio es cosa de decisión. Ella lo decidió en diciembre del año pasado. En enero del siguiente año, comenzó a entrenar para competir.



Cuando se tiene una edad más avanzada, se requiere de más tiempo, pero los jóvenes pueden prepararse en 6 u 8 meses antes del concurso.



Azalea no pudo competir más joven, porque en sus tiempos el fisicoconstructivismo era un deporte masculino. Cuando era más joven, iba a escondidas al gimnasio, ya que se ocultaba de su familia.



La primera vez que entrenó en un gimnasio fue donde entrenaba su papá, en el centro de Manzanillo, con un señor de nombre Salvador. La foto de su padre que se encontraba ahí fue su motivación. El espacio de entrenamiento era rústico, estaba en el patio de una peluquería. Después fue a uno que estaba en el centro comercial. Ahí empezó a tomarle un poco de gusto.



Azalea iba al gimnasio a escondidas de su mamá. Cuando tuvo más libertad, luego de tener su propia familia –eso fue apenas hace 5 años–, le ha dedicado el tiempo que desea a esta disciplina. (Continuará),



Elsa I. González Cádenas
Publicado en el Diario de Colima
El 02 de octubre de 2014
Manzanillo,Colima,México