jueves, 29 de diciembre de 2011

Zona centro




Lunes, ocho y media de la noche. Ana debía
esperar una hora más para entrar a la última función del día, el show de lobos
marinos. Durante la espera busco con ansias dónde vendían algodones de azúcar. Camino
entre los puestos ambulantes que suelen ponerse en épocas de feria. Indago en
unos puestos: en uno, en lugar de vender palomitas o fritangas vendían bebidas alcohólicas
en vasos térmicos de litro o cántaros de barro. No pudo encontrarlos y salió de
ahí.
Dirigió sus pasos hacia el kiosco. Apenas pisó
suelo de la Plaza Juárez y se topo con un par guanajuatenses vendiendo
bisutería artesanal. A pocos metros del
monumento de Benito Juárez una muchedumbre carcajeaba; los payasos Sammi y
Saijo entretenían a la gente. Entonces ella pensó que también podría hacer algo
similar junto con los amigos, pero en el área cultural: leer cuentos a todo
aquel que pasara por ahí como en aquel tiempo en que se reunían en la escultura
La Pescadora con el tendero de libros para prestar.
Ya un poco cansada de sus pies -luego de haber
permanecido parada por más de 4 horas- optó por sentarse en la base del
monumento para escuchar a los amenizadores. Los chistes que decían eran blancos
y graciosos, y los infantes acompañados de sus padres reían.
Ana vio a lo lejos una mujer vendiendo
algodones de azúcar. Varios niños la rodeaban. Apenas observo que le quedaba
uno encajado en el palo de exhibición cuando corrió por él:
- Me da un algodón por favor. Cuánto
cuesta?" cuestionó.
- Diez
pesos. Si hubiera sabido que se me iban a acabar pronto mejor vengo al centro
porque estuve toda la tarde en la playa y aquí se acabaron. Argumento la
vendedora.
Ana feliz volvió a tomar asiento. Por primera
vez estaba en la zona centro disfrutando la felicidad de los turistas en el
puerto.
A las 9:27 partió para hacer fila en la
taquilla del show de los lobos marinos. Seis minutos después, el espectáculo
inicio. Cuatro aves -una cacatúa y tresguacamayas-y dos lobos marinos de nombre
Maya y Luca fueron el centro de atención.
La función empezo con una demostración del buen
adiestramiento de las aves. Los pájaros de plumaje verde, amarillo, blanco y azul
estaban hermosos. Uno de ellos monto bicicleta y pedaleó, otra anoto canasta
con una pelota miniatura; dos bailaron al ritmo de la música de banda, además
colocaron figuras geométricas en una placa de madera. El entrenador comentó que
ese tipo de animales tienen la inteligencia de un niño de tres años. Una de las guacamayas puso el ejemplo a la
audiencia, hizo labor de limpieza al levantar la basura que suele dejarse en la
calle y la colocó en un bote.
La entrada para
ver el espectáculo tiene un costo de 30 pesos por persona. Los asientos
son gradas metálicas que dan la espalda al mar; el escenario es al aire libre a
media luna, frente a él un estanque donde uno de los lobos marinos salta desde
una altura de 3 metros.
El sereno de la noche hizo más ameno el
momento. `Entre risas, voces, aplausos, gestos tiernos de la gente y el carisma
de los presentadores la función resultó un éxito.
Mundo Marino Guadalajara, empresa quien maneja
el espectáculo ofrece sus servicios para cada ocasión: nado con delfines, terapia
asistida con delfines, estimulación prenatal, fiestas infantiles, visita
escolar, show de aves, show de lobos marinos, show de delfines, tráiler en tu
ciudad y espectáculos itinerantes. El tráiler es un escenario movible de 216
metros cuadrados. En su página de
internet puede leerse que el espectáculo de las aves está incluido en el
pasaporte Platino de Selva Mágica, en Guadalajara.
Un promedio de 60 minutos duró la función. Al
final, las personas que desearon tomarse una fotografía con los lobos marinos lo hicieron
pagando 80 pesos con un máximo de seis personas por imagen. Para las
fotografías los animales marinos pasaron con su cabeza recargada en la cabeza
de los fans.
Ana se marcho contenta por haber visto el show
de los lobos marinos y por percibir que los animales lucen en perfectas
condiciones.
Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 29 de diciembre de 2012
Manzanillo, Colima,Mexico

jueves, 22 de diciembre de 2011

"A pie..." guion cinematografico.


EL 10 de diciembre se realizó una lectura dramatizada del guión cinematográfico A pie..., del actor colimense Silverio Palacios, en el auditorio “Alberto Isaac” de la Casa de la Cultura, a las 7 de la noche.El Ticús Invisible es el nombre que surgió al unir los nombres de la compañía de teatro (Ticús teatro) de Silverio Palacios e InvisibleFX, nombre de la productora, del director, consultor de tecnología y medios, ganador del Premio Ariel por mejores Efectos Visuales en 2008, Manuel Roberto García Salazar.El evento inició con la intervención de Manuel Roberto, quien comentó: “Es una película que se pretende hacer completamente en Colima. Hacer una película es un proceso muy largo que requiere muchos pasos a seguir. Ese primer paso es la historia. La idea de esta lectura es para que el auditorio se vaya imaginando la película, su propia versión conforme a lo que va a ir leyendo en el guión”. El guionista Silverio Palacios inició la lectura de su obra:“A pie... A Talpa. A oscuras escuchamos los quejidos de una mujer que agoniza de cáncer. Sus gemidos son tan duros e incisivos como el pico que cava una tumba”. La historia cuenta la travesía que inicia un panadero alcohólico al hacer una manda de irse a pie hasta Talpa para que sane su agonizante madre, y en el trayecto va encontrando a sus propios miedos y culpas que lo van atormentando en forma de animales comunes, hasta que presa de sus propios vicios y locuras, enfrenta a la misma muerte que lo reta a manera de una corrida de toros.La trama va tomando un tono humorístico al iniciarse diálogos largos entre Chilo, el protagonista principal, y la gallina, uno de sus personajes. Algunas locaciones interesantes son el Parque Hidalgo, el mar, la Plaza de Toros de La Petatera y el Volcán de Nieve de Colima. La interpretación del guión duró alrededor de una hora y once minutos. Lo interesante de este proyecto es la interacción que hizo el guionista con el público. El fin era percibir las reacciones de los asistentes, recibir sugerencias, escuchar los comentarios y críticas sobre la historia. Al concluir la lectura dramatizada, las voces se hicieron escuchar. Dos hombres ofrecieron su apoyo, uno en el préstamo de objetos que podrían servir de utilería para la producción del largometraje, y el otro, quien dirige un grupo de danza, la donación del costo de las entradas que podría recabar en futuras presentaciones artísticas.Al final de la lectura, el público se marchó a casa con la satisfacción de haber sido involucrado en un proyecto que en poco tiempo será concretado. El guión A pie... será presentado en el puerto de Manzanillo el próximo año. La fecha aún se desconoce, pero cuando se tenga, la invitación será difundida para que los porteños también tenga la oportunidad de acercarse al medio cinematográfico, sobre todo para que aporten y valoren el gran esfuerzo que llevan a cabo el equipo El Ticús Invisible junto con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado.Una vez concluida la preproducción iniciarán con la producción, y para finalizar la postproducción. A pie... es un guión que promete muchos frutos. Ojalá que éste sea el augurio de otros más.Enhorabuena a Roberto Manuel García Salazar y a Silverio Palacios, que a pesar de ser hombres exitosos siguen conservando la sencillez en su personalidad, además siempre están dispuestos a seguir con el arduo trabajo en su tierra natal, Colima, en la formación de nuevos talentos del séptimo arte.
Elsa I.Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario de Colima
El 22 de diciembre de 2011
Manzanillo, Colima, Mexico

jueves, 15 de diciembre de 2011

Los meseros


SIEMPRE he soñado en ser mesera. La razón podría ser porque mamá lo fue en algún tiempo, para saber si puedo dar un buen servicio, por ser una persona muy quisquillosa en asuntos de comida. La situación es que en algunos restaurantes de los que he visitado, ya sea en Manzanillo o la ciudad de Colima, el servicio que brindan los meseros no es nada loable.
En el puerto, El Chantilly dista mucho del buen servicio y buena comida que años atrás se brindaba a la clientela. Todo cambió desde que se traspasó el negocio. Aunque sigue siendo un lugar de preferencia de muchos, se mantiene gracias a su ubicación –a un costado de la presidencia municipal– y al horario en que tienen sus puertas abiertas al público.Una de las últimas veces que lo visité, pedí unas entomatadas. Al probarlas pude percatarme de que sólo eran tacos de tortilla calentados en horno de microondas con queso relleno y encima salsa de tomate picosa –de las que suelen poner en las mesas–.Desilusionada comencé a comer. Al concluir le pedí a la mesera que de favor le dijera a la cocinera que el platillo que acababa de ingerir estaba de muy mal sabor; ella contestó con una expresión seria: “No se notó”, y molesta le respondí: “Tuve que comerlas, ya que voy a pagarla”.En el otro negocio, Coco Landia, puede percibirse una rotación de personal. Hace pocos días fui a desayunar con Yassir Zarate, un escritor tlaxcalteca. El hombre que nos atendió inició bien su trabajo: ofreció la carta. Dejé que instruyera al invitado, quien pedía tatemado estilo colimote. El camarero lucía cortés, sin embargo, el paseo de un lado a otro del chicle o pastilla en su boca desmeritaba su imagen.
Recuerdo que también en ese mismo lugar, una vez un mesero tartamudo nos atendió –a mí y al poeta, Eduardo De Gortari, un defeño–, al tipo le tuvimos paciencia, pero casi salgo hablando como él.
Los Naranjos Campestre en Colima es un lugar acogedor. En la entrada principal, los periódicos están en espera de ser leídos por los visitantes –aunque no hay de todas las editoriales–; los pasteles tristes están en las paneras cubiertos; la atención de los meseros no es mala, pero tampoco cordial, es un establecimiento donde la imagen se vende. Pareciera que los camareros no tienen iniciativa en recomendar algún platillo u ofrecer una sonrisa.
Qué decir del restaurante Casa de Piedra, éste es un ejemplo del servicio excelente que se le brinda a los comensales. Sé que existen una variedad de negocios de comida para distintos gustos y bolsillos, esto no es una barrera para no brindarles a los futuros clientes el mejor servicio, al contrario, entre menos grande, mejor debería ser.
Los camareros olvidan que el cliente es quien contribuye a aumentar su sueldo diario. Ellos son el enlace entre el cocinero o cheff, dueño, cajero, barman y todo el equipo que hay detrás de un restaurante. Si la cadena no funciona bien, al final de nada sirve el esfuerzo que le antecede.
La actitud, presencia, los diálogos utilizados por los meseros y la atención son parte del perfil que deberían tener al menos durante la jornada laboral.
Es curioso ver que un carro rodante donde se venden mariscos en el comercio informal, afuera de una plaza comercial en Salagua, esté a su alrededor gente parada comiendo; tal vez el cocinero sea un experto en la preparación de platillos, pero es el vendedor quien posee el carisma para atender.
A veces da la impresión de que los trabajadores de la industria restaurantera nos hacen un favor en atendernos. Aunque parezca increíble, el 10 ó 15 por cierto de propina que suele dársele al mesero como parte de una regla entre los clientes, hayan o no recibido un buen servicio, podría eliminarse para que valoren su trabajo.
Cuando los camareros estén comprometidos consigo mismos, atiendan por gusto y complazcan al cliente sin poner limitaciones, ese día su bolso engordará más rápido de lo que creen, hasta lograrán gozar los mismos derechos y prestaciones que cualquier trabajador asalariado. Si al menos hubiese voluntad, otra cosa sería.
Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario de Colima
el 15 de diciembre de 2011
Manzanillo, Colima,Mex.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Escuela pública con mentalidad de colegio



No es de sorprenderse que cuando leemos los nombres de las escuelas públicas de educación básica desconozcamos quiénes fueron esos personajes en la historia. Sucede algo similar al leer los apelativos impuestos en las calles y jardines del lugar donde vivimos, incluso si se le conoce surge la duda en saber por qué tiene tal distinción. El lunes pasado me propusieron en sustitución de un amigo docente ser jurado de un concurso de declamación en la primaria “J. Jesús Díaz Virgen”. Con gusto y cierta cautela dije que sí. En el momento que acepté regresé el tiempo, dos décadas atrás, y vi a la hermana mayor participar en dichos concursos. Le iba muy bien. Por supuesto tenía un excelente instructor, Miguel Ceballos, un apasionado de las letras y de los recitales.El martes, día del concurso, el despertador sonó a las 6 de la mañana. No le hice caso hasta que el cucú del reloj sonó siete veces. En realidad, estaba en tiempo, pero no para tomar el colectivo. Así que abordar un taxi: “A la escuela Jesús Díaz Virgen, por favor”, ordené al conductor del vehículo.Arribé 13 minutos antes de las 8. En la puerta principal del inmueble, una mujer de semblante de pocos amigos repartía papeles diminutos a los infantes. En seguida pregunté por la profesora Rosalba Íñiguez. La mujer ordenó que fuera con la señora que se encontraba 5 metros detrás de ella. Así lo hice. Me presenté con un saludo de mano. Pronto fui identificada. La instructora con amabilidad guió mis pasos hacia el centro de cómputo. Cerca de dos docenas de computadoras adornaban el cuarto. Los monitores estaban cubiertos con forros de plástico, supuse que no funcionaban, pero todo lucía en orden.La maestra, directora de plantel, explicó unos puntos a calificar en el concurso: extensión del poema, mímica, dicción, voz, contenido y congruencia. Sólo los chicos de quinto y sexto año participarían.El tema debía ser –de preferencia– alusivo a la patria o a la Revolución Mexicana. Los participantes y los poemas fueron: Francisco Alberto Mesola García, Revolución Mexicana, de su autoría; Ranferi Urbina Pacheco, Patria mía, de Elizabeth Rodríguez López; Karla Jazmín Pérez Hernández, Revolución mexicana, de su autoría; María Fernanda Fernández González, El grito de independencia, de Guillermo Prieto; Selene Vanesa Morelos Abeldaño, Revolución mexicana, de su autoría; Vianey Araceli Guzmán Rico, La revolución mexicana, de su autoría, y Joselin Ihoana Sandoval Gutiérrez, Revolución mexicana, de su autoría. Al momento de dar los resultados hubo un empate del primer lugar: Ranferi Urbina Pacheco y Vianey Araceli Guzmán Rico. Estos chicos representarán a su escuela y participarán con otras, y si les va bien podrán competir a nivel estatal. La convocatoria del concurso de declamación llegó tarde a manos de la directora. Los participantes tuvieron sólo 2 días para prepararse. Aún así, el desempeño de cada uno superó las expectativas de los profesores y la mía.Seguro si estuviera vivo el profesor J. Jesús Díaz Virgen estaría orgulloso de que dicho plantel porte su nombre.Las instalaciones del lugar son espaciosas. La líder comentó que el próximo fin de semana tendrán un bicipaseo en las aceras aledañas a la delegación, que se está preparando una pastorela para la posada donde cada infante deberá traer sus utensilios para comer –plato, vaso y cubiertos–, con el fin de ahorrar recursos naturales y costos también; hace poco los estudiantes participaron en un concurso de ajedrez obteniendo buenos lugares, y no se diga en conocimientos. En la escuela las bardas interiores están rotuladas con frases célebres de personajes importantes de México; los encargados de la cooperativa venden el desayuno sin incluir comida chatarra; las áreas de reposo tienen mesas con figuras, y a la hora del recreo la mesa del delfín se convierte en una sala de lectura donde se prestan libros para leer. Y gracias a la buena voluntad de algunas profesoras se imparten clases de educación artística, y en épocas de exámenes terapia holística para enseñar a los estudiantes a no estresarse.Ya en broma le cuestioné a la directora: “¿Ésta es una escuela o un colegio?”, ella, risueña, respondió: “Se hace lo que se puede. Llevo 11 años aquí”. Salí contenta al saber que existen profesores normalistas con vocación, gente que le preocupa la educación escolar y artística de los chicos. Al regresar a casa le conté la experiencia a la hermana mayor, y ésta argumentó que dicha primaria es una de las más cotizadas entre los padres de familia para que sus hijos ingresen a estudiar ahí. A lo que comenté: “Por algo ha de ser”.
Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado el en Diario de Colima
El 08 de diciembre de 2011
Este texto pudiera tener algunos cambios respecto
a su publicacion.
Manzanillo, Colima

Recuento del festival

Doscientos noventa y nueve estudiantes contabilizados fueron los que asistieron a los eventos del 6º. Festival de Poesía Manzanillo, muchos de ellos cursan el Bachillerato Técnico No. 9 y 10 de la Universidad de Colima, otros de diversas áreas: Escuela de Ingeniería Electromecánica, Escuela de Comercio Exterior, Instituto Universitario de Bellas Artes, Facultad de Contabilidad y Administración, Facultad de Derecho, Facultad de Ciencias Químicas, Facultad de Medicina Médico Cirujano Partero, Facultad de Ciencias Marinas, Gastronomía y licenciatura en Aduanas. Esto fue posible gracias a que Escapistas A.C., organizadores del festival, ya que hicieron un enlace con la máxima Casa de Estudios con el fin de que la sociedad universitaria tuviera un acercamiento a la literatura. También se contó con la participación del público en general. Este año falló la difusión del festival. Se debió informar a los porteños con mucho tiempo de anticipación mediante carteles y programas impresos, sin embargo, no fue posible, pues se tuvo la negativa de permiso del propio ayuntamiento municipal para colocarlos en zonas públicas.
Aunque eso no es pretexto, seguro los locatarios de las tiendas comerciales estarían dispuestos a prestarles un pedazo de pared para pegarlos afuera de sus negocios. Al concluir el festival, los organizadores evalúan las fallas y aciertos que se tuvieron durante todos los eventos, recopilan críticas de los poetas invitados y la sociedad, con el fin de mejorar para el próximo año. No sólo reciben la información de terceros, sino ellos mismos califican la atención que las sedes participantes les brindaron durante los 3 días. Hubo personal de una escuela de licenciatura, certificada con ISO9000, que habiendo oficio firmado con anticipación por el actual director –que ese día del evento estaba ausente–, dijo desconocer que se haría una lectura poética en sus instalaciones; otra institución educativa privada cuyo nuevo director general jamás leyó el oficio de solicitud de apoyo para ser sede –no le interesó el proyecto– jamás dio respuesta vía telefónica ni personal a la petición, sin embargo, se hizo con ayuda de una directora de Arquitectura del plantel; en cambio, el Liceo Delta, fue un gusto enterarnos que la directora Guadalupe Arreola estuviera abierta, como cada año, a ser parte del festival. El día de la lectura, la señorita Verónica, su secretaria, tenía todo en orden, y los estudiantes de nivel preparatoria fueron de lo más educados, sobre todo interactuaron con los poetas en el auditorio de la escuela. En el buque “Manuel Doblado”, de La Armada de México, las atenciones prestadas por el capitán del barco, Almonacid Simancas, fueron excelentes, tanto que él mismo reportaba los avances del arreglo en la cubierta de la nave donde se hizo la inauguración y clausura del festival; sucedió lo mismo en el Bora’s Bar, Bar Social, Ly Chee e Isenco –auditorio Conalep–, y al Instituto Municipal de Cultura se le solicitó el auditorio del Centro Cultural Salagua, lo cual fue aceptado, pero después se canceló por parte de ellos por la incertidumbre –o porque estaría ocupado el lugar– de que no se llenara, pero para sorpresa de todos, la audiencia fue de un promedio de 80 personas, 50 estudiantes y 30 civiles. Escapistas A.C. tiene contemplado difundir la convocatoria en todos los municipios de Colima para que los poetas que deseen participar en el 7º. Festival de Poesía Manzanillo puedan hacerlo, esto traería como consecuencia la recepción de más trabajos para que el Consejo Lector pueda elegir los mejores. También se aprovecharán los contactos que se tienen para invitar a poetas con trayectoria para el deleite de la audiencia. Es probable que en los eventos cerrados, es decir, en escuelas o auditorios se realicen vía satelital para que puedan ser vistos desde sus casas a través de una computadora. La innovación será un ingrediente en la próxima edición. Por qué no pensar en un saxofonista o pianista tocando en vivo en las lecturas poéticas, esto podría ser una realidad, es cuestión de voluntad. Las ideas están en el aire, sólo falta aterrizarlas para planearlas y trabajar en el proyecto, éste ambicioso, que puede llevarse a cabo con la ayuda de todos los patrocinadores, poetas, ciudadanía y organizadores que estén dispuestos a seguir apostándole a la cultura en el puerto. El 6º. Festival de Poesía Manzanillo fue hecho para los manzanillenses y así será siempre. Ojalá lo hayan disfrutado.


Elsa I.Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario de Colima
El 01 de diciembre de 2011
Manzanillo, Colima

viernes, 2 de diciembre de 2011

6o. Festival de Poesía Manzanillo

Hoy, jueves 24 de noviembre, se inicia el 6o. Festival de Poesía Manzanillo, organizado por Escapistas A.C. El programa es el siguiente: A las 11:00 horas, Y es tan infinita el agua que no me alcanzan los sueños, lectura de poemas por Guillermina Cuevas, J. Félix Martínez Aceves y Mar Franco en la Universidad Vizcaya de las Américas; a las 14:00 horas, lectura de poemas de Julián Martínez, Josefina Junquera, Mar Franco y Rafael Mesina en el restaurante Ly Chee; a las 18:00 horas, inauguración con Baudelio Camarillo, Guillermina Cuevas, Alberto Arrellano y Víctor Manuel Cárdenas, en la cubierta del buque de la Armada en el Centro Histórico de Manzanillo; a las 21:00 horas, presentación de libro Plexo, del poeta Alberto Arrellano, y lectura de poemas en compañía de Guillermina Cuevas, Mar Franco, Jetzabeth Fonseca, Josefina Junquera y micrófono abierto en el Bora’s Bar.Viernes 25 de noviembre, a las 10:00 horas, lectura de poemas: Guillermina Cuevas, Baudelio Camarillo, Rafael Olivares y Guillermo Ochoa-Rodrigues en la Escuela de Comercio Exterior de la Universidad de Colima; 12:00 horas, lectura de poemas por Martha Gutiérrez, J. Félix Martínez Aceves, Guillermo Ochoa-Rodrigues y Rafael Olivares, en Liceo Delta; a las 16:00 horas, presentación del libro de Guillermo Clemente, Lápida del bosque, en el Instituto Superior de Educación Normal de Colima (Isenco), auditorio del Conalep; a las 19:00 horas, presentación del libro Calíope baila con el poeta ebrio, de Carlos Ramírez Vuelvas, presenta Martha Gutiérrez, en el Instituto de Cultura Municipal; a las 22:00 horas, lunada poética con el grupo Ensamble poético y Tambuco fushion, lectura de poemas: Baudelio Camarillo, Guillermina Cuevas, Carlos Ramírez, Rafael Mesina y Guillermo Ochoa-Rodrigues y Rafael Olivares. Sábado 26 de noviembre, 14:00 horas, lectura de poemas: Baudelio Camarillo, Martha Gutiérrez, Guillermina Cuevas y Guillermo Clemente, con micrófono abierto en Bar Social; a las 18:00 horas, foro “El yo poeta”, por Baudelio Camarillo y Guillermina Cuevas. Clausura en el buque de la Armada, Centro Histórico de Manzanillo.Este festival se lleva a cabo gracias al apoyo de los poetas de renombre: Guillermina Cuevas, Baudelio Camarillo, Carlos Ramírez Vuelvas, Rafael Mesina y Víctor Manuel Cárdenas, y los jóvenes poetas Alberto Arellano por la Editorial Tierra Adentro, y el oaxaqueño Guillermo Clemente, y los poetas invitados elegidos por el Consejo Lector, Mar Franco, Guillermo Rodrigues-Ochoa y Rafael Olivares.También se cuenta con el respaldo de artistas locales como Martha Gutiérrez, Jetzabet Fonseca, Félix Martínez, Julián Martínez y Sergio Contreras. Lo mejor de todo es que los poetas con trayectoria darán lectura a sus textos inéditos. La difusión del festival la mayor parte ha sido a través de internet por Facebook (Escapistas AC), blog (http://www.escapistascolima.blogspot.com/) y correo electrónico (escapistasmanzanillo@hotmail.com), también por Radio Levy, de boca en boca, carteles colocados en establecimientos comerciales y una manta en el kiosco del Jardín Álvaro Obregón, en el centro de Manzanillo.Durante los eventos habrá venta de libros de los autores presentes, grabados del cartel del festival y de otros grabadores que han donado su trabajo para ayudar a la asociación a solventar los costos de inversión de los eventos.El 6o. Festival de Poesía Manzanillo está organizado para que la sociedad manzanillense se acerque a la literatura, especialmente a la poesía. Este año las sedes serán diez, dos son distintas a los pasados festivales. Se pretende que en el próximo año hayan más locaciones para realizar lecturas poéticas, incluso abarcar las delegaciones Valle de las Garzas, Salagua y Santiago. Esperemos que se sumen más voluntarios a este proyecto, para seguir gestionando la cultura en el puerto. Después del festival, el 29 de noviembre será la presentación del libro Asterisco, de Yassir Zárate Méndez, Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2010, en Casa Malagua, calle Allende 110, colonia Centro. Entrada libre.Escapistas A.C. existe por el simple placer de compartir con la sociedad una buena lectura; sería bueno unirse a la causa.
Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
el 24 de noviembre de 2011
Manzanillo, Colima, Mexico

jueves, 17 de noviembre de 2011

Los preámbulos para organizar un festival




El año pasado, la Asociación Civil Escapistas realizó el 5º. Festival de Poesía Manzanillo para darle continuidad al gran esfuerzo logrado de los organizadores pasados. Este evento no es realizado en otros estados de la República mexicana, y este año no será la excepción para realizarlo, ya que está próximo para llevarse a cabo el 6º. Festival de Poesía Manzanillo los días 24, 25 y 26 de noviembre.
Bien lo dice una de las organizadoras del festival: “Se gozan los preámbulos, saber qué es lo que existe detrás del festival. El resultado debe ser bueno. Lo que hacemos es para la sociedad, a nosotros lo que nos queda es el placer de llevarlo a cabo”.
Tres son los escapistas activos que están en la organización de este importante evento. Cada uno con sus ocupaciones laborales y personales, sin embargo, ni el sueño y las enfermedades los detienen.
En las reuniones que hacen para la organización del festival, la escapista más joven lleva puesto un collarín porque sufrió hace pocos días un accidente automovilístico, que por fortuna no pasó a mayores; el mayor de ellos acaba de enfermarse del estómago, al parecer el licuado de fresas llevaba muchos bichos, y la segunda mujer padece inicios de gastritis con descompensación en su peso.
Fuera del estado físico de los chicos, se han topado con pequeños detalles que han hecho cambiar de sede y han tenido limitación al préstamo de mobiliario y equipo de sonido porque éste estará ocupado en el danzón sabatino en Santiago y no puede haber cancelación.
El reto más grande es la búsqueda de patrocinadores para el festival; para colmo, los escapistas son un poco reacios en pedir recursos económicos.
Así que en la impresión de los carteles, mantas, pendones y displays lucirán con escasos logotipos de los patrocinadores. También se tienen apoyos personales de los mismos integrantes de la asociación y otros, así como también en especie, que sólo serán mencionados durante el festival por petición de los padrinos.
Lo paradójico de todo es que en 2010 fue aprobado por el Instituto de Cultura Municipal y la Secretaría de Cultura un apoyo de 40 mil pesos a una persona que solicitó una beca para realizar un festival de poesía, evento que a la fecha de hoy no se ha llevado a cabo.
Si en 2010 el costo aproximado del festival fue de 29 mil pesos en dinero y en especie de 15 mil, en 2011 el presupuesto será menor, pues no se cuenta con capital financiero como el año pasado, con la beca FECA. Claro, esto es una consecuencia de la decisión tomada por la misma organización civil.

Lo importante es que el Festival de Poesía Manzanillo siga realizándose cada año, que crezca con el paso del tiempo a nivel nacional e internacional, y existan más patrocinadores para poder contar con una cantidad mayor de poetas invitados. Esto se veía en épocas pasadas, pero al momento de realizar cambios en la administración pública, hicieron a un lado los esfuerzos logrados por otros.

Por fortuna, la cultura no pertenece a ningún partido político, sino a la gente que se acerca a ella: hombres, mujeres, niños, jóvenes y adultos mayores que aprecian o practican expresiones artísticas en el puerto.

El cartel del 6º. Festival de Poesía consta de cinco grabados: el primero son las letras que anuncian el evento junto con la fecha: “6º. Festival de Po9sía Manzanillo”, hay una “e” volteada, éste fue un error del grabador, sin embargo, esta equivocación luce bien, por esa razón quedó tal cual; le siguen cuatro imágenes: un caracol, obra de Guadalupe Aguilar; una tortuga de mar, por Sergio Contreras; colibrí o chuparosa, creación de Artelsa y Bo Derek –actriz estadounidense que en 1979 actuó en la película 10 La mujer perfecta, filmada en playas manzanillenses–, ella fue quien puso de moda mundial las trenzas en todo el cabello.

Durante el festival habrá venta de grabados del cartel y de otros grabadores que han donado sus trabajos para ayudar a solventar los costos de inversión.
Ojalá sea comprendida la pasión y el amor al arte de los escapistas que dan su tiempo para mantener en pie el sueño de hacer que en Manzanillo ocurra algo importante, que no tenga nada que ver con el turismo, comercio exterior y el Torneo de Pez Vela.

“Lo mejor de esto es darse cuenta que sólo basta voluntad para hacer las cosas que nos gustan”, concluye una escapista.


Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
el 17 de noviembre de 2011
Manzanillo, Colima, Mexico

martes, 15 de noviembre de 2011

Polvo

He visto fotografías de modelos que posan con polvo blanco sobre la nariz o la cara; a los niños pasar sus dedos sobre las ventanillas traseras de los autos para escribir una sugerencia al dueño del vehículo; el polvo que se encierra en el cuarto cuando estoy absorta en mi mundo y no hago limpieza; la tierra ligera levantarse al subir un cerro, pero el polvo de aguas negras que respiramos en Manzanillo es poco visible ante nuestros ojos, aunque puede percibirse en la quietud a través de un rayo de luz.

En el ambiente existen muchas bacterias y virus que transitan en el espacio. Después del huracán Jova –12 de octubre– siguen los estragos del fenómeno meteorológico. El costo por tener una mala planeación urbana en la ciudad y el desvió del cauce del Río de Salagua hacia el Valle de las Garzas que causó grandes inundaciones en el Barrio 4 y 5, provocó que los tubos de drenaje se rompieran.
Las labores de limpieza por parte de los propietarios de las viviendas, Armada de México, el Ejército Mexicano, salubridad y voluntarios no ha sido suficiente para contrarrestar la suciedad que se respira en la costa. Si bien, se sacó el lodo de las casas que en algunos lugares llegó a medir metro y medio de altura; la tierra con drenaje –ahora seca– vuela por la ciudad.

La conjuntivitis, dengue, problemas gastrointestinales y enfermedades respiratorias son padecimientos que están brotando en la población. Lo malo es que los niños, adultos mayores y las personas delicadas de salud son las más propensas a enfermarse, y para colmo, no todos los enfermos gozan de un seguro médico o cuentan con recursos económicos para comprar medicamentos o suero.

Si hubiera voluntad de resarcir los daños causados a la sociedad porteña por la negligencia en el tema de las inundaciones y rompimiento de la tubería del drenaje, seguro se haría oficial usar un cubrebocas antes de salir de los hogares, habría puestos de prevención de enfermedades en puntos estratégicos del puerto, donde se podrían aplicar vacunas contra la hepatitis tipo A; pasaría a diario el camión fumigador en cada calle de las colonias para matar el mosquito que contagia el dengue, pero, sobre todo, se continuaría con las labores de limpieza en la ciudad, pues ahora parece que en Manzanillo llueve polvo.

En la actualidad, el puerto está bañado de tierra. Tierra buena y contaminada. En parte es gracias a la ampliación de la zona norte del puerto interior y la falta de árboles en los patios de las viviendas, camellones y boulevard generan un calentamiento casi insoportable.

Si bien el termómetro ha llegado a marcar los 38 grados centígrados en otros meses del año, en este tiempo es delicado tener 6 grados menos que antes por las bacterias y el virus que hay en el ambiente.

Las autoridades municipales ya han hecho la labor de ofrecer el apoyo económico a los ciudadanos afectados por Jova, sin embargo, olvidan el apoyo para la salud.

Quizá la población cuente con recursos para pagar una consulta médica en una clínica de medicina similar o particular o estén afiliados al IMSS, ISSSTE o Seguro Popular, pero ése no es el caso. Lo ideal es la prevención de enfermedades, el cuidado en la salud pública. El olvido no limita la responsabilidad del bienestar de la sociedad.
Ojalá no se suscite un brote epidemiológico, porque ahí todos serán susceptibles a la enfermedad, pues en el aire hay polvo negro.

Por mi parte, por más que intenté cuidar los alimentos que ingiero, no me escapé de padecer un malestar gastrointestinal y ardor en mis ojos. Sólo espero que desaparezcan pronto. Por las dudas, empezaré por las mañanas a tomar mis dosis de ajo crudo.


Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 10 de noviembre de 2011
Manzanillo, Colima, Mexico

jueves, 3 de noviembre de 2011

El grabado y la catrina

La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera.
José Guadalupe Posada

EL grabado es una técnica de impresión que consiste en dibujar una imagen sobre una superficie rígida, dejando una huella que después alojará tinta y será transferida por presión a otra superficie como papel o tela, obteniendo varias reproducciones de la estampa. En la nueva Edad de Piedra (neolítico) tiene su comienzo en algunos vestigios rupestres, el trabajo sobre hueso y marfil dan presencia en diversas regiones prehistóricas de Europa, Asia y África.



La invención de la tinta se le debe a los chinos, y el papel en el siglo II d.C. fue decisivo para la propagación del grabado. Una de las primeras xilografías chinas, que es la técnica de impresión con plancha de madera, data de 1331.





En México, en el siglo XVI, los escasos grabados que se encuentran son de madera y no poseen firma. No fue hasta el siglo XVIII cuando se comenzó a concebir el grabado como piezas originales, y hasta el XIX en que los artistas comenzaron a producir ediciones limitadas y a firmarlas. Dicha técnica puede realizarse en madera, vinil, plástico, linóleo, punta seca, tushé, chine collé y relieve.



El grabado en los libros tiene un alto poder evocador. Los sabios chinos decían: “Una imagen vale lo que mil palabras”.


El grabador debe poseer precisión, destreza y concentración para delinear los trazos dibujados en la placa que utilice. Las manos mágicas del grabador lo hacen artista.




Dave Bruner, grabador estadounidense dice: “Una impresión original es una imagen producida de un bloque, placa, o la piedra sobre la cual el artista ha creado un diseño original a mano”. Cada impresión del bloque se firma, se numera y se considera una obra de arte original. Los grabados de madera, los linocuts y las aguafuertes son todos los ejemplos de impresiones originales.


Es por esta razón que a este tipo de reproducciones le tiene gran aprecio la gente conocedora de lo que es el grabado, consciente de que con esta técnica se alcanza la más clara definición.




En el año 1852 nace José Guadalupe Posada en la ciudad de Aguascalientes, un niño que con los años se convertiría en un gran artista popular del grabado. Sus trabajos eran publicados en el periódico donde las imágenes con rostros y cuerpos de calavera criticaba la desigualdad e injusticia social en la época porfiriana, plasmaba la vida cotidiana y creencias religiosas de la gente, historias de crímenes, desastres naturales, apariciones y milagros.




A José Guadalupe Posada se le debe la creación de las calaveras, quien plasmaba a través de sus grabados impresos en la prensa los males y alegrías del pueblo que vivía marcadas diferencias durante el tiempo porfiriano.


La calavera garbancera fue un grabado de Posada, quien criticaba a los “garbanceros”, personas de sangre indígena que pretendían ser europeos, renegando de sus raíces y cultura.




En 1947 el pintor Diego Rivera en su mural “Sueño de una tarde dominical en Alameda Central” plasma como figura principal a la calavera vestida muy elegante, con la serpiente emplumada acompañada de su creador. Dicho personaje está inspirado en el trabajo de José Guadalupe Posada, a quien el muralista bautiza con el nombre La Catrina, que representa la muerte.


Pese a los siglos transcurridos, el grabado es una técnica que sigue y seguirá viva hasta el fin del mundo. En Manzanillo, el arquitecto colimense Horacio Silva, quien imparte sin costo un taller de grabado en Casa Malagua todos los sábados a las 7 de la noche, tiene mayores méritos que el taller del MURA (Museo de Arte Raúl Anguiano) en Zapopan, Jalisco, pues sabe la importancia que tiene ese arte en la historia de la humanidad.


Su estancia por Europa, Estados Unidos y Brasil han sido parte de inspiración en su obra. Él actualmente trabaja una serie de placas al linóleo con sus alumnos, cuyos temas son: naturaleza, personajes, lugares y puerto. Cuatro de esos grabados han sido elegidos para ser parte del cartel del Sexto Festival de Poesía Manzanillo que se llevará a cabo los días, 24, 25 y 26 de noviembre. ¨



La catrina en México no es tan bien recibida por los vivos como se dice, pero cuando llega no queda más que tomarla de la mano para que guíe al futuro difunto a otra dimensión.


“Morir es retirarse/ hacerse a un lado/ ocultarse un momento/ estarse quieto/ pasar el aire de una orilla a nado/ y estar en todas partes en secreto”. Jaime Sabines.



Elsa I.González Cárdenas
Publicado en El Diario de Colima
el 03 de noviembre de 2011
Manzanillo, Colima, México

jueves, 27 de octubre de 2011

Mal tiempo (Segunda parte)

Los animales nocturnos cantan más que otras noches; el chirrido de los grillos, a 2 días después del enclaustro, aturde.El miércoles 13 de octubre, ella, sobre la cama, cena pasta fría con camarones, el mismo platillo de la comida. Al mediodía, al cocer el marisco pensó en ellos, los desconocidos, quienes tienen sus casas bajo el lodo y el agua. Imaginó los albergues con familias damnificadas. Sintió un ligero remordimiento al pensarlos sin alimento, pero los camarones ya tenían casi una semana en el congelador, debía consumirlos.El martes 12 por la mañana, luego del paso del huracán Jova, la comunicación telefónica se reanudó después de la señal de radio; las calles del puerto estaban inundadas; el puente que une a Santiago con el boulevard costero tenía fractura en un carril; los automovilistas que deseaban ir hacia aquel rumbo tenían que subir por la autopista. El tránsito era lento. Las clases en las escuelas fueron suspendidas. La mayoría de la gente no laboró. En el Barrio 4 y 5 del Valle, los hogares parecían garzas, con más de un metro y medio de tierra y agua.La ciudad careció de alcantarillas, las pocas que había eran rellenos sanitarios. En el campo de golf de Club Santiago los patos se enfilaron para tomar un baño en el lago que en ese entonces ya no era tan artificial. Los arroyos y ríos reclamaron su camino para ir al mar. En las estaciones de radio los locutores informaron a los radioescuchas el estado en que se encontraba Manzanillo. Los guardianes del puerto trabajaron para restablecer la comunicación vial, cuantificar daños y ofrecer apoyo. Las autoridades, civiles y representantes de instituciones educativas o asociaciones civiles se unieron para un mismo fin: ayudar.Los cibernautas cuestionaron cómo les había ido con el meteoro. Las imágenes y videos fueron subidas a las redes sociales; el amarillismo y las palabras de aliento estuvieron presentes.Ella, ese día aguardó en casa, pero él era quien le llamaba por teléfono para decirle cómo estaba la ciudad.El miércoles 13 por la mañana el cielo se vistió de azul, el sol estaba radiante, y los pájaros y las mariposas salieron a buscar el néctar en los jazmines. Ella dejó la comunidad de El Naranjo para ir al aeropuerto Playa de Oro. Durante el camino observó trozos de cerro en el asfalto, hilos de arroyos que reconocieron su cauce, las plataneras y otros sembradíos bajo el agua, dos tráileres y un camión de la Cruz Roja venían de Jalisco a la capital mundial del pez vela y vio una tortuga pequeña cruzar con éxito la carretera. Cuando tomó la desviación para adentrarse al puerto aéreo vio que no había acceso, pues la antena de hierro que anticipa al conductor del hangar se convirtió en faro. El escenario que dejó un huracán categoría dos fue triste.Ella regresó a casa un poco sorprendida. Hacía 17 años que un ciclón no causaba tantos estragos en su tierra. Apenas recordó al amigo con los brazos caídos cuando los llevó al camión recolector de la basura. Era un árbol de tamarindo. Lamentó la mala planeación urbana del puerto mexicano más importante del océano Pacífico, la indiferencia de los afiliados a Infonavit en no investigar los asentamientos de sus casas antes de adquirirlas; cadena de intereses particulares –entre el gobierno y las constructoras– sobre los permisos brindados para creación de fraccionamientos habitacionales en zonas irregulares, falta de prevención en la sociedad ante las contingencias ambientales, y agradeció en silencio a los cerros por haber protegido muchos hogares de los fuertes vientos, y a los árboles por retener el agua con sus raíces.


El mal tiempo, como lo ocurrido con el huracán Jova, es un aviso para recordar lo indefensos que somos ante la madre tierra, un reflejo del crecimiento desordenado de la sociedad, y la esperanza de volver a empezar una nueva vida.Por la noche, los grillos no dejan de chirriar. Los mapaches salen de los mangles. El oleaje del mar se escucha tranquilo. Ella termina de cenar su pasta. Antes de ir a la cama, toma un libro de texto con la portada de signos de puntuación y oraciones, piensa en lo que puede hacer mañana, pero hoy tiene un dolor fuerte, ante la angustia del desconocido.



Elsa I.González Cárdenas

Publicado en El Diario De Colima

27 de octubre de 2011

Manzanillo, Colima, México

Mal tiempo (Primera parte)

Mientras Sujeto bromea por el mal tiempo en las costas del Pacífico con la expresión: “Estuvo decente la lluvia del lunes, si no hubieran corrido los atletas con la antorcha bajo un paraguas en la ciudad de Colima”, Verbo está a la expectativa de cualquier contingencia; Predicado reza para que no haya daños mayores, y Texto sale de la casa, va a la librería a buscar un separador de hojas. Deja la puerta abierta.

Los Signos de Puntuación aprovechan el momento para entrar. Creen que habrá fiesta porque todo el Alfabeto está dentro en la terraza.
A Sujeto le gusta ser el centro de atención en las reuniones; Verbo es un joven hiperactivo, siempre está dispuesto a cada acción; Predicado es un hombre religioso, le gusta estar en paz, y Texto, el mayor de todos, es hospitalario, conciliador e intelectual. Los cuatro son buenos amigos. Viven en casa de Texto.

Los Signos de Puntuación al arribar a la terraza vieron a Alfabeto triste. Sujeto intentaba hacer bromas para alegrar, pero fue imposible. Texto, al regresar de la librería ofrece una disculpa: “Amigos, lamento no haberles avisado con anticipación. Hoy martes, 11 de octubre, no habrá fiesta debido a que se acerca el huracán Jova de categoría 4 a las costas de Colima y Jalisco. Quizá la mayoría dirá que no pasará nada. Esperemos que así sea. Lo mejor es guardar precauciones. Ya habrán días mejores para celebrar”.

Los Signos de Puntuación ignoraban el estado del tiempo, al igual que Alfabeto. De nada le sirvió a “A” comprar zapatillas nuevas para hacer juego con su vestido rojo, como tampoco a la “U” portar el collar ámbar ruso, ni a los Signos de Interrogación hornear un pastel de zanahorias. Los Signos de Admiración al unísono vociferaron: “Ah, es por eso que desde el lunes los colibrís, las gaviotas, los cangrejos ermitaños, las mariposas y lagartijas no salen al jardín”. Los animales son los primeros que avisan del peligro.
Eran las 6 de la tarde cuando el cielo estaba nebuloso. Atrás del primer risco, en la zona de arrecifes, frente a casa de Texto, empezaron a formarse olas altas en donde casi nunca las hay.

Predicado argumentó: “Quienes quieran quedarse mientras pasa el huracán, ésta es su casa”. M, A y R junto con otras letras le tomaron la palabra. Los Signos de

Puntuación se marcharon por respeto al mar.
Más tarde, Texto, precavido resguardó su hogar para aguantar la fuerza del viento –en ese entonces ya era categoría dos–, colocó toallas debajo de las puertas para impedir la entrada de agua hacia el interior; alistó veladoras, cerillos, encendedores, linternas, lámparas de baterías; amarró con lazos las macetas de barro donde yacen plantas de ornato en los muros, puso colchonetas en el piso de la sala por si el cuarto de techo de palapa llegase a volar, revisó la alacena que suele estar llena, contó el agua embotellada, pastas, atunes enlatados, arroz y frijol. Luego, esperó.

A las 10 de la noche el mar era otro. El oleaje irreconocible. Las palmeras parecían abanicos manejados por niños. El jaloneo de un techo de acrílico –de la cochera del vecino– parecían gritos de lamento. Afuera, detrás los ventanales de madera el viento forcejeaba contra él mismo. Los minutos transcurrían lentos en la oscuridad.
Sujeto estaba inquieto. Debía disimular ante Verbo para evitarle preocupación.
Dentro de la casa, en plena tormenta, todos guardaron silencio. A media noche los inquilinos conciliaron el sueño. El Predicado no dormía, sabe los daños que puede causar un ciclón. Sujeto y Verbo hicieron una oración. Enviaron bendiciones a los marinos en altamar.

A medianoche se perdió la señal telefónica, la de radio y no hubo electricidad. Apenas venía lo fuerte. Imaginaron lo peor.
El viento se quedó sin voz a las 4 de la madrugada. A esa hora no había nada que hacer. El cielo aún portaba traje negro, la luna casi llena estaba ausente. Debían esperar la salida del sol.

Al amanecer, el día trató de ser el mismo antes del mal tiempo. En casa de Texto era notorio ver en el jardín ramas caídas de los árboles, pétalos de flores sobre el pasto, el agua de la alberca verde, el mar con agua dulce, el cielo sin tono azul. Sujeto, Verbo, Predicado, Texto y Alfabeto estaban a salvo, pero quién sabe allá arriba, donde el pueblo nace, lejos de El Naranjo.



Elsa I.González Cárdenas
Publicado en El Diario de Colima
El 20 de octubre de 2011
Mazanillo, Colima

A son de mar (nombre prestado por La Amorosa)



Elsaí empezó con su nostalgia desde el viernes 7 de octubre y la difundió a las 11:29 horas en el facebook: “El par de pescadores llegan en una lancha de motor, atraca frente a mi ventana y después de varias horas, se van sin decir adiós”.

Pareciera que anticipa su crónica intimista con ese mar que no puede dejar de mirar en su Manzanillo y retrata para nosotros cada jueves.


Elsaí, “la Amorosa Elsaí”, como la nombro, tampoco concibe dejar de mirar la luna, como si fuera su té de azahares que la prepara a navegar otros mundos; por ello, el nublado sábado 8, no podía dormir y continuaba despierta más allá de la una: “La E tiene ganas de soñar pero no logra dormir. Mejor mirará el mar hasta el amanecer”.


Cuando leí su mensaje, la silueta de mi amiga se estacionaba tras mi ventana como mundo sobredimensionado, imaginándola cual niña que no ha dejado de crecer para seguir asombrándose.


No me percaté que, para esos momentos, había dejado de ser Elsaí y se nombraba a sí como “La E” quizá porque se había vuelto niña entre el suspiro y el temor al huracán que se aproximaba. Fue así, como “La E prefiere comer bien que vestir bien, viajar que comprar un auto, la libertad que un mal matrimonio, amar que limitarse, disfrutar la subida a un cerro que volar en avioneta y disfrutar la simpleza de la vida hasta que muera” y sí, ese sábado amaneció la lluvia y permaneció nublado todo el día Manzanillo, por ello el balance de sumas y restas.


Por la noche se vuelca de nuevo la tristeza de los cielos y el domingo el sol, temerario, se yergue algunas horas. Sin embargo, para ella “es curioso percibir la calma en el puerto cuando se aproxima un huracán”.


Cuando te haces uno con el mar y tienes la dicha de mirarlo por la ventana, sabes descubrir sus voces y La amorosa nos traduce a media voz: “el mar está muy inquieto, aparte de que casi es luna llena”, ese mismo día cerca de la media noche.


Elsaí se resiste a lo que le dice el mar; esta vez no le gusta mucho lo que entiende y en ánimo de sustraerse, el lunes por la mañana se dice: “el mar está en calma. Hay un día hermoso. Buen tiempo para instruir a la sobrina de cómo plantar un frijol”, pues necesita sembrar en ella la esperanza.


“Un poco de aire en la espera inquieta por Jova”, reconoce mi amiga por la tarde, sin que haya pasado desapercibido en todo el día que los animales que suele ver a diario, estuvieron ausentes.


Para aminorar su tristeza, se cuenta una historia de amor esa noche y la vive con el poema de Ramón Sanpedro, “M a r a d e n t r o” para ella:


Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno

y en una metamorfosis

mi cuerpo no es ya mi cuerpo,

es como penetrar al centro del universo.


Y parece amanecer con ese amor sin límites bajo sus pies: “no he dejado de mirar el mar” buscando de nuevo su mensaje, el que le transmite él. En esa búsqueda vuelve a conectarse y nos alerta que a partir de las siete de la noche, “a partir de esta hora, el mar es otro”.


¿Cómo evadirse al encanto de la narración de Elsaí? ¿Cómo no empezar a temblar si ella lo conoce tanto?


La orilla del huracán se metió a Manzanillo la madrugada del 12, este martes, y ella, extasiada en su amorío que teme no ser correspondido, nos describe cómo fue: “las palmeras eran abanicos manejados por niños, el viento se quedó sin voz y el mar fue un adolescente hasta el amanecer”.


A partir de ese mensaje ya no ha puesto más. Incomunicada permanece, como muchos otros en varios municipios, y yo aquí, a la espera de su voz para corroborar que sigue asomándose a través de su ventana a donde le canta el mar.



Evelia Montaño
12 de octubre de 2011




Colima, Colima

jueves, 6 de octubre de 2011

Presentaciones de libros

Desde mayo del año pasado, la Asociación Civil Escapistas, cuya organización sin fines de lucro tiene el propósito de difundir, gestionar y producir las expresiones artísticas en el puerto, en especial la literatura, se da a la tarea, gracias al nexo que tiene con el Fondo Editorial Tierra Adentro, perteneciente al Consejo Nacional de Cultura y las Artes (Conaculta), de la realización de presentaciones de libros.

Los gastos de transporte foráneo –avión o autobús– es cubierto por la editorial; el hospedaje, comida y traslados locales Escapistas los cubre. En 2010 contaban con beca FECA (Fondo Estatal de Cultura y las Artes) en el área de patrimonio y difusión cultural, y parte de los recursos se invirtieron en las presentaciones de libros y en el V Festival de Poesía Manzanillo 2010.
En 2010 se iniciaron las presentaciones de libros en Casa Malagua, Instituto de Cultura Municipal, y Hotel Colonial.

Para inaugurar las numerosas actividades que se harían en meses subsecuentes, se invitó al escritor colimense Julio César Zamora a presentar su obra Errante Corazón Urbano. Después le siguieron los autores de la editorial Tierra Adentro, como el escritor jalisciense Mariño González, autor del libro Futbol, una novela punk, ésta “logra una formación antihéroes que poco a poco se descubren como pequeños duendes en contra de las pasiones del balompié.

Le siguió el regiomontano, ensayista y escritor, Érick Vázquez, con la obra La naturaleza de la memoria, trabajo que plantea preguntas sobre la angustia, la soledad, el desamparo que causa el tiempo y, más que todo, el amor y la belleza a través de un juego epistolar. También el escritor residente de Puebla, Alejandro Badillo, con la serie de cuentos de narrativa fantástica Ella sigue dormida; estos cuentos logran una peculiar reproducción de los sueños, el miedo, la paradoja y otras sensaciones que la soledad crea en el ser humano. Más adelante, el escritor oaxaqueño Askari Mateos con Cuarenta grados, cuentos que ocurren en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos. La narrativa de Askari Mateos recrea la huída y el regreso de personajes disímiles en sus circunstancias, pero todos con el mismo sueño: el viaje al “norte”.

Y la escritora y actriz guerrerense, Iris Cuevas, con una serie de cuentos, Ojos que no ven, corazón desierto, textos que percibe la atmósfera de violencia que marca un contexto histórico de México.

En 2011, Escapistas A.C. no tiene beca para el apoyo a sus actividades. Por lo que los gastos están siendo solventados por ellos, pero también han recibido apoyo de empresarios para el hospedaje de los artistas y del Instituto Municipal de la Cultura, sólo el espacio para la realización de los eventos.

Este año contaron con la presencia del gran poeta Baudelio Caramillo, Premio Aguascalientes 1994, con su poemario En memoria del reino. El joven poeta Eduardo de Gortari, con La radio en el pecho, es un libro de poemas que nace del impulso de contar historias alrededor de canciones, hits o nomenclaturas personales que van trazando una búsqueda distinta; Karen Villeda, con Tesauro, en su afán de escritura, presenta una irónica visión de roles con sus constantes alusiones a lo masculino-femenino; y Eduardo Saravia, con su obra titulada Historia natural de la sombra, es un poemario que indaga en las posibilidades narrativas del poema.

Quizá a finales de octubre o en noviembre es muy probable que se logre presentar el libro Asterisco, del tlaxcalteco, ganador de Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2010, Yassir Zárate Méndez.

En las presentaciones de libros el auditorio suele ser escaso y en algunas veces concurrido. Alejandro Badillo comentó: “Es muy común que en ese tipo de eventos haya poca gente, incluso en la Universidad Iberoamericana –donde él es catedrático– han ido escritores de la talla de David Toscano a hacer lecturas de sus obras, pero la respuesta de los estudiantes y de la sociedad es silenciosa”.

Un grupo de siete o diez personas pueden ser un mundo de gente, suficiente cuando existe el verdadero interés en leer literatura. La última presentación del libro de poemas, La sombra de la naturaleza, de Eduardo Saravia, fue triste, sin embargo valió la pena cuando tres adolescentes, vecinos del Centro Cultural Salagua, se percataron que los versos no son esas típicas palabras con rimas que vienen en sus libros de español.

Asombrados al entender el poema “La cama”, se fueron contentos a sus casas con un libro regalado y autografiado por el poeta. “La cama” es una historia de una cama especial para enfermos, donde los amigos o conocidos la piden prestada a la hija de la dueña y por alguna razón siempre mueren ahí –la mamá fue la primera en perecer–.
Las presentaciones de libros son un esfuerzo colectivo, tanto de los gestores, organizadores y, sobre todo, de los contribuyentes que pagan sus impuestos para lograr este tipo de eventos. Valdría la pena sacarle provecho.


Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario de Colima
El 06 de octubre de 2011
Manzanillo,Colima, Mexico

viernes, 30 de septiembre de 2011

Nana

Una de la mañana con 10 minutos. La tía no puede dormir. Quizá sea por el café amargo que bebió o la desilusión que tuvo al leer en la etiqueta del frasco de pastillas un ingrediente que no le pareció.

20 minutos después, frente a la pantalla de la computadora observa los nombres de las personas conectadas en el chat de una red social: Carlos, Alejandro, Julio y María. Carlos reside en Madrid, allá el horario es 8 horas más tarde que aquí; Alejandro y Julio son nocturnos de profesión, editores de periódicos, y María suele curiosear unos minutos por internet mientras labora en un banco ruso, en Moscú, pero Sophie no tiene por qué estar despierta.

El insomnio es común para ella. Las ojeras y la paciencia se apoderaron de la mujer. Sobre la cama, boca bajo, mira a través de la persiana, gotas de agua sobre el mosquitero gris y escucha el oleaje que la acompaña. Sophie es tía y nana a la vez. Vive y trabaja en una casa frente al mar, donde hay arrecifes, serpientes y flores.

Los sábados a mediodía y los domingos enteros son sus días libres. Cuando decidió apoyar a la hermana en cuidar a la sobrina de 13 meses de edad, nunca imaginó la gran responsabilidad que tendría.

La tía Sophie sabe que cuidar niños de tiempo completo es una tarea titánica aunque a veces quisiera tener tiempo para preparar comida casera, no le hes posible. La casa es de un hombre norteamericano que le gusta tener la alacena repleta de productos envasados, harinas, panes, aderezos, refrescos y agua embotellada. La mujer prefiere comer alimentos sin condimentos y frescos.

Es tarde. Se resiste a dormir porque aún no termina de leer las noticias de los periódicos digitales ni ha visto el final de la película Al filo de la navaja, del director Edmund Goulding, de 1946. Sí, a veces pierde el tiempo por el placer de observar la quietud de la noche y disfrutar su soledad.

Prefiere no pensar en qué cosas nuevas le enseñará mañana a la sobrina porque tiene llena su agenda en compromisos cercanos. De todos modos, imagina lo estupendo que sería que la niña aprendiera a leer a los 3 años de edad como Sor Juana. “No forzar a los infantes a aprender. Todo a su ritmo”, se repite. Luego, recuerda las letras que la sobrina distingue: “A, B, C, D, E, G, M, N, O, P, S, T y O”, y ríe al haberle inculcado el cuidado el respeto por la naturaleza.

3 de la mañana. Los ojos de la tía parpadean lento, las piernas se aferran al colchón de la cama, los dedos en el teclado de la computadora están calientes. La espera de un correo electrónico la mantienen despierta. Llega el e-mail. Lo abre con el entusiasmo de leer una carta. El remitente es un hombre que conoció hace tiempo. Él le cuestiona a ella la razón de su tristeza y la invita a tomar un café fuera de la ciudad. La propuesta le suena atractiva, pero tendrá que esperar porque su prioridad es ser nana las 24 horas al día. Da doble clic al ícono responder, redacta unas palabras: “Espera la taza de café a finales de octubre”.

Sophie sólo es una simple nana que enseña lo mejor que puede y tiene, aunque la madre del infante tenga la idea de que la paga es la recompensa por el cuidado.





La tía ahora comprende la entrega de las mujeres que son nanas. A ellas se les deben consideraciones, días libres, apapachos y reconocimientos. El dinero no compra afecto ni una buena educación, mucho menos la dignidad de una persona. Lo único malo de ser nana es que los niños siempre se extrañan.



Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima

El 29 de septiembre de 2011
Este texto tiene algunas modificaciones

Manzanillo, Colima, México

jueves, 22 de septiembre de 2011

Central camionera y los mercados

SEGÚN la nota de la prensa local del pasado 19 de septiembre, el administrador de la Terminal de Autobuses de Manzanillo, Iván Herrera, afirmó: “Sin incidencias qué lamentar como robos a pasajeros que son drogados para cometerles algún acto ilícito. Se ha trabajado bien en cuestión de seguridad hacia los usuarios, lo que habla no solamente de los altos estándares en la materia en la ciudad porteña, sino además los acertados dispositivos de vigilancia dentro de este inmueble”.

Cuando la leía, repasaba en la mente los espacios de la Terminal para encontrar a algún vigilante o cuerpo de seguridad. Busqué lento detrás de la barra, donde venden los boletos, el andén previo a la sala de espera, el baño de mujeres, las salas de los autobuses de las líneas de primera y segunda, los carriles de los camiones y la solitaria tienda.

En el recorrido imaginario no logré ver a ningún vigilante en el inmueble. Los únicos filtros de vigilancia que hace el personal de la Central Camionera –así se le conoce en el puerto– son para la revisión de boletos. El primero lo realiza una señora que suele estar sentada en una silla de plástico antes de entrar a la sala de los camiones de primera y, por último, la señorita que los solicita para cotejar el número de asiento y misma que entrega a los pasajeros algunos alimentos para ingerir durante el viaje –manzana, torta, barras integrales, cacahuates o galletas, y bebidas gaseosas o agua embotellada–, junto con un par de audífonos para escuchar el televisor o música.

Al terminar la lectura olvidé recordar si existen cámaras de video ocultas en lugares estratégicos. Quizá a eso refiera la declaración como dispositivos de vigilancia. Lo que sí puedo asegurar es que la Central Camionera de Manzanillo se encuentra en magníficas condiciones y siempre la conservan limpia, además, es más bonita que la terminal de Colima, Puerto Vallarta, Guadalajara, México Norte, entre otras.

Lo único cierto es que los viajeros se cuidan en no aceptar de personas desconocidos pastillas, bebidas o comida sin que exista una campaña de educación sobre el tema.
Unos opinan que a los habitantes de los pueblos o ciudades se les conoce por lo que comen. Por esa razón, algunos turistas y lugareños tienen el gusto de visitar los mercados, además de querer elegir lo mejor para comer. En el puerto sólo existen tres: mercado 5 de Mayo, en Manzanillo; mercado Valle de las Garzas, en la misma delegación, y el mercado El Colimense, en Santiago. El más grande es el 5 de Mayo. En la planta baja se encuentra en la primera sección el área de verduras; del otro lado, contiguo al altar, carnicerías, pescaderías y pollerías. En la segunda planta el área de comidas. Entre el pasillo y el balcón central se colocan cantantes con un teclado, bocina y micrófono. Al mercado de El Valle le falta los colores diversos de las verduras, el papel china o crepe de las piñatas listas para venderse, los mandiles puestos sobre los pechos de los dependientes; las carnes rojas y blancas carecen pronto, el sonido que se escucha es el bullicio de la gente; en los locales exteriores, los comensales llenan sus barrigas con carne de puerco bañada de manteca, tacos de cochinita pibil, agua de coco, de frescas o refrescos. La venta concluye pronto.

El mercado El Colimense, el más pequeño de todos, es el que recibe a más turistas nacionales y extranjeros. Éste posee de todo en cantidades efímeras. Verdulerías en lados opuestos, zapatería y ropa dentro y fuera del inmueble, fondas en el centro, un desorden con relativo acomodo e higiene. La ventaja es que todo se puede encontrar. Basta caminar pocos minutos para ubicar la pollería donde despachan tres mujeres que mastican chicle con la boca abierta, o salir a comprar un raspado en la esquina con el señor que deja que las abejas coman un poco de sus jarabes, porque argumenta que ya no tienen miel las flores y por eso van con él. El Colimense es un adolescente eterno que no crece, pero tiene carisma.

Los tres mercados no alcanzan los 20 años de antigüedad, y aunque parecen pocos para los 161 mil 420 habitantes, son suficientes para los pobladores, pues las grandes tiendas de autoservicio acaparan las ventas.

La Central Camionera y los mercados son lugares claves para el turismo. Si son del gusto de los visitantes, éstos regresan, si no optan por otras alternativas. Siempre los comerciantes deben ser cuidadosos para que la gente vuelva.


Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario De Colima
El 22 de septiembre de 2011
Manzanillo,Colima, Mexico

jueves, 15 de septiembre de 2011

Detrás

HABÍA leído la nota hace días en el periódico, sobre que se transmitiría una videoconferencia del Dalai Lama en un lugar que no recuerdo.

El sábado 10 de septiembre fui a la ciudad de Colima a un curso de cine con la intención de aprender un poco lo que hay detrás de la pantalla grande. Por no organizar bien mis tiempos perdí la clase de grabado en Manzanillo.

Le pedí posada a Raymundo, quien renta una casa en Villa Izcalli, en Villa de Álvarez. Ya en casa intenté dormir a media noche, pero no lo logré sino hasta las 4 de la madrugada porque los vecinos de enfrente de la calle Coyotlán convivían de una manera muy peculiar.

Una decena de jóvenes estaban “divirtiéndose” entre alcoholes, sandeces, vagancias, juegos de manotazos, preguntas necias y gritos. El escándalo era inminente. Con mucha lástima escuchaba el lenguaje tan vulgar que manejaba el líder del grupo –no sé si era un tal Muñoz–.

Quise levantarme de la cama y callarlos, también tuve la idea de grabarlos en un video para denunciarlos con sus padres al día siguiente. Cuestionaba en silencio por qué los demás vecinos o Raymundo no hacían algo para correrlos. Ganas no faltaron de salir a ponerlos en su lugar, no lo hice por estrategia, sería poco inteligente de mi parte retar a una pandilla de chicos que no sólo el alcohol pudiera estar en su organismo, sino una sustancia tóxica.

Lo único que hice fue buscar –en la oscuridad y sin lentes– en internet del teléfono móvil la página web de Villa de Álvarez; llamé tres veces a la policía local. La primera vez fue como a las dos de la madrugada, la segunda fue 20 minutos más tarde, y la tercera a las 3:10 de la mañana. Quien descolgó el auricular del otro lado del teléfono tomó las llamadas con amabilidad, pero el reporte que le pasó a la patrulla B50 nunca llegó.

En la última llamada que hice le di las gracias por la nula respuesta que tuve y puntualicé que la sociedad deja de confiar en ellos por la misma razón. El hombre, sin olvidar su amabilidad, argumentó que él cumplía con su trabajo, de pasar los reportes a las patrullas en turno, pero desafortunadamente sólo contaban con cuatro unidades para todo el municipio y que sus compañeros toman prioridades, pues hacía un rato que habían recibido una llamada de auxilio, pues la gente había escuchado unos disparos, pero que de todos modos le pasaría la queja al comandante Martínez. Antes de despedirme, agradecí la atención telefónica, y al cortar, la bendición.

Después surgieron dudas en saber cuántos habitantes existen en el municipio, con cuántas patrullas debería contar Seguridad Pública para poder movilizarse sin contratiempo, cuál es el sueldo de los policías si el director de Seguridad Pública gana 14 mil 109.08 pesos –periodo mensual–; luego recordé a la adolescente sociable con espinillas en el rostro y frenos en los dientes que solía comer a la salida de la escuela secundaria Mariano Miranda Fonseca, en Manzanillo, si aún conservaba esa chispa de estar enterada de los asuntos personales de sus amigos, ahora convertida en presidenta municipal, Brenda Gutiérrez.

No es que desee que sepa la vida de sus amigos o conocidos, pero es importante saber cómo está trabajando el personal a su cargo con tales carencias y, peor aún, por qué lo permite.

Ya iban a dar las 4 de la mañana cuando el cansancio del día anterior empezaba a vencerme. Dormí.

El domingo desperté más tarde de lo cotidiano. Al mediodía fui a escuchar una videoconferencia que transmitieron en vivo del Dalai Lama en el auditorio del profesor Crispín Ríos Rivera, de la Sección 39 en la capital. La cita era a las 13 horas.

En lo particular, se me hizo extraño que este tipo de eventos lo gestionara el Sindicato Nacional de Trabajadores para la Educación (SNTE), sin embargo, fue un gusto saber que podría sembrarse en los profesores la inquie-tud de una nueva forma de educar a los niños y jóvenes del país. Detrás de las máscaras suele haber sorpresas.

Al llegar al lugar, los instructores imaginaron que sólo duraría una hora la teleconferencia. Les aclaré que serían mínimo 2 horas, no creyeron. Antes de iniciar el enlace vía satelital desde la Ciudad de México, los anfitriones ofrecieron un delicioso almuerzo. Ocho platillos mexicanos y pan casero para los visitantes. Por supuesto, era mucho esperar que no utilizaran platos desechables y no dieran refrescos. En las cazuelas de barro la verdura al vapor no figuraba en el platillo favorito. Estaba casi intacto, contrario a los guisos de carnes rojas. Se podía comer y recomer sin limitación.

La proyección se inició en el auditorio pequeño sin butacas y con sillas acojinadas de metal, en el momento que el Dalai Lama bajó de una camioneta acompañado de su equipo, y el guapísimo actor Richard Gere. Pronto se oyó entre el público de apenas setenta personas, suspiros, voces y risas: “Ay, papacito”.

A media conferencia podía verse que la mitad de personas que se encontraban en el auditorio habían desaparecido. Una de las personas organizadoras del evento durante toda la transmisión estuvo inquieta, iba y venía a su asiento; los demás intentaban entender el mensaje del Dalai Lama; algunos movían la cabeza para decir que estaban de acuerdo con él.

Cuando terminó, la mujer inquieta dijo unas palabras al auditorio: “Muchas gracias por asistir a la teleconferencia del Lalay Dama”. Así le dio el nuevo nombre al líder espiritual del pueblo tibetano en más de dos ocasiones.



Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario de Colima
El 15 de septiembre de 2011
Manzanillo, Colima

jueves, 8 de septiembre de 2011

Productos



Yassir bendice la existencia de los Zucaritas –hojuelas dulces de maíz tostadas–, dice que sin ellas se volvería loco. Zizil afirma que son puras harinas refinadas nada sanas. Él argumenta que tienen zinc; ella desmiente el valor nutricional expuesto en el empaque.

A Xóchitl le da risa escuchar la plática de ambos, pues sabe de antemano que gran parte de lo que nos venden las empresas de productos alimenticios no son nutritivos. La mayoría de los “cereales” de marcas transnacionales se venden bajo ese nombre para que el futuro cliente crea que es bueno. Lo mismo sucede con los panes de caja o los que exhiben en los aparadores de las pastelerías o farmacias, las tortillas de maíz transgénico, embutidos con colorantes, quesos –que no contienen ni un gramo de leche–, yogures de sabores artificiales, jugos, néctares y golosinas con enducolorantes, huevos de gallinas y pollos nutridos con alimentados de engorda. Sin mencionar los químicos de higiene personal de uso diario: desodorante antitranspirantes, shampoo y jabón con aromas y la pasta dentífrica.

Xóchitl piensa que Yassir bromea sobre los Zucaritas, no cree que un intelectual ignore lo que existe detrás de un producto con código de barras. Luego prende el televisor y observa a los actores de rostros casi perfectos en los melodramas con actuaciones inverosímiles; a los pocos minutos aparecen en la pantalla los anuncios publicitarios para bajar de peso, evitar la aparición de arrugas, dolores musculares, bebidas que prolongan la potencia sexual, pastillas antivárices, entre otros. Después, trata de entender la razón de vender engaños. Llega a la conclusión que más que una ganancia monetaria hay una distracción hacia la realidad, un sedante colectivo que es ingerido desde la infancia sin que nos demos cuenta. Ésa es la razón por la que miles de consumidores de todas las edades y clases sociales no logran ver más allá de las marcas.

Xóchitl recuerda la anécdota del señor del departamento de ventas del club de golf deportivo y zona residencial Altozano, en La Capacha, Colima, cuando le mostraba al norteamericano el gimnasio: “Contamos con un gimnasio bien equipado. Los aparatos son nuevos. Aquí hay una vista espectacular. Ah, también tenemos una reserva natural por allá más lejos, al rato lo voy a llevar para que lo vea”.

En efecto, detrás de los ventanales de cristal la zona boscosa pueden percibirse árboles, quizá parotas en medio del campo; en otra dirección lagos artificiales, fuentes, flores, el escenario verde por doquier a 800 metros sobre el nivel del mar.
Ella, quien acompañaba al extranjero, lo único que se le ocurrió cuestionar en silencio es si el vendedor hablaba con profundidad o sólo lo afirmó para lograr una venta mínima de un millón de pesos por un terreno económico.

Indignada se dijo: “Cómo se atreve ese tipo a decir ‘tenemos una reserva natural’ cuando han talado centenares de árboles, ahuyentado a la fauna silvestre –si no es que matado–; además, no dudo en que los propietarios y trabajadores al construir el lujoso inmueble hayan saqueado objetos prehispánicos”. Por fortuna, no se compró ningún terreno, gesto que le alegró a la mujer, pero no tanto como haber logrado sacar de un área cerrada una mariposa azul con puntos rojos en sus alas.

El sedante o droga para reaccionar de manera pasiva lo comemos en los alimentos envasados y los bebemos en el agua natural embotellada o filtrada por las tuberías; los conservadores, sabores artificiales, colorantes, alcoholes, fármacos, hasta la pintura de las paredes del hogar contienen químicos dañinos a la salud del ser humano, aunque las Normas Oficiales Mexicanas y dependencias gubernamentales certifiquen que en pequeñas cantidades no.

Solemos ser títeres de los dirigentes políticos y mercadólogos de nuestro país. El conocimiento es la clave para elegir la forma en cómo queremos vivir. Elige comer y beber bien, ser tú mismo sin cuerpo ni rostro perfecto, esto es un gran paso al cambio. Al tener otra mentalidad comienzas a ver la vida diferente.

Yassir le pregunta a Xóchitl qué opina sobre los Zucaritas, ella no le responde, pues prefiere imaginar que él se dará cuenta que es mejor estar loco que ingerirlos.



Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado En El Diario De Colima
El 08 de septiembre de 2011
Manzanillo, Colima, Mexico




Recomendaciones para leer y escuchar:


http://www.eluniversal.com.mx/articulos/41481.html
http://www.youtube.com/watch?v=c_6QBIioml8

jueves, 1 de septiembre de 2011

Poco tiempo

A Ernesto Robles


La última vez que vi a Ernesto fue en el hospital del IMSSS, en Colima. Confieso que tenía cierto temor por verlo, pero tengo la idea de que las visitas pueden mejorar el ánimo del enfermo.



Cuando llegué al nosocomio, el vigilante de la entrada acomodaba con rapidez las credenciales de identificación –parecían dos juegos de dominó– que los visitantes le proporcionaban para poder acceder al área de los pacientes. Dejé la mía con la encomienda de relevar a la otra persona que estaría con mi excompañero de clases.




Entré a un cuarto colectivo donde varios convalecientes comparten espacio en un cajón grande de concreto. La cama número cuatro estaba vacía. Pensé que ya lo habían dado de alta porque la vecina de al lado afirmó: “Al joven se lo acaban de llevar en silla de ruedas; córrale, puede que lo alcance”.



Inquieta hice lo que indicó la señora. Antes de dejar el inmueble me dirigí con el vigilante para decirle que debería tener más control sobre las salidas de los pacientes. Fuera del hospital sentí un alivio enorme.






Confiaba que Ernesto mejoraría pronto. Tomé un taxi para dirigirme a una cafetería del andador Constitución. Minutos más tarde recibí una llamada telefónica de una amiga para decir que Neto seguía de interno en el Seguro Social, y que si no logré verlo era porque lo habían llevado al baño a tomar una ducha.



Estaba feliz de poder visitarlo y, al mismo tiempo, nerviosa. Arribé y volví a dejar la tarjeta de idenfificación con el vigilante. En el hospital supe que a mi compañero lo tenían en un cuarto aislado. Así que la primera vez que lo busqué me había equivocado, aunque de todos modos no lograría verlo. Antes de entrar a la habitación debía usar un cubrebocas y adentro una bata verde que nunca logré amarrar en mi espalda .



Hay instantes en la vida en que uno no sabe qué palabras precisas decir, ése fue uno de los míos. Lo único que hice fue saludarlo como si todo continuara igual. Él, al verme, se percibía contento, sus ojos tristes brillaron y no paró de agradecer la visita. Neto siempre fue un joven delgado, pero esa vez pesaba menos de 40 kilogramos. Entre él y yo existía el cariño que se le tiene a un chico con el que convives en toda la carrera universitaria. Era un hombre inteligente, dedicado al estudio, solía hacer bromas fuertes en el salón de clases, las mujeres lo apreciabamos mucho por ser tan ocurrente. Al terminar los estudios creo que no fue a la fiesta de graduación porque no salió en ninguna fotografía. A las reuniones de la generación tampoco solía ir. Le gustaba vivir en soledad.




Fue uno de los primeros compañeros que consiguió trabajo en la misma agencia aduanal donde realizó sus prácticas profesionales. 11 años laboró ahí. Fue jefe de tráfico. Después dejó la compañía. Cuando platiqué con él respecto a la vida laboral en las agencias aduanales argumentó que le encantaba hacer trámites portuarios, sin embargo, demasiado trabajo y responsabilidad por un sueldo poco considerable no valía la pena sacrificar toda tu vida para hacer rico a un empresario foreño que aprecia tu trabajo de acuerdo a lo que logre conseguir de ti.


Me dio gusto saber que Ernesto había comprendido valorar la vida. Él estaba en un proceso de búsqueda interna. Supongo que en ese trance evolutivo de autoconquista lo hizo caer en estado depresivo, quiza por eso, entre otras cosas, dejó de alimentarse bien. Anemia y pulmonía fue el diagnóstico médico.


Ernesto y yo recordamos las anéctodas de estudiantes, de los planes de salir juntos a caminar a la playa, convivir más con su la familia y amigos, ir a desayunar unos deliciosos chilaquiles, el deseo de haber querido ser periodista y le propuse dar clases. A todo dijo que sí, hasta cuestionó cuándo haríamos la próxima fiesta de la generación. Argumenté que no había fecha, pero debía ser este año.



Poco tiempo estuve con Neto y su hermana, quien lo cuidaba, una hora, quizá. Al despedirme quise darle un abrazo fuerte sin lastimarlo. Recargué mi pecho sobre el suyo postrado en la cama, le di un beso en la mejilla y dije: “Hasta pronto”.


En los 3 días siguientes lo dieron de alta del nosocomio. 15 días después fue trasladado en una ambulancia a la capital. En el camino tuvo un infarto respiratorio. Ernesto no resistió, murió. El día de su funeral estuve a un paso de ser atropellada en una calle de tres carriles, no sucedió porque escuché una voz que hizo reaccionara para no cruzar.




Estoy segura que era la de él. Ahora sé que ausentes están más cerca del corazón de los vivos.


Elsa I.Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 01 de septiembre de 2011


Este texto pudiera tener modificaciones.
Manzanillo, Colima, Mexico

El costo de la educacion

Disculpe, esta pendiente por publicar en el blog debido a que requiero editar el texto en otra computadora.En cuanto este listo se publica en este espacio.
Gracias

Elsa I.Gonzalez Cardenas
25 de agosto de 2011
Manzanillo, Colima, Mexico

jueves, 18 de agosto de 2011

El ser humano y sus relaciones con el medio ambiente


PONENCIA del 21 de mayo de 2011 en el Museo de la Medicina Maya, San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Gustavo Castro, representante de la Organización Civil “Otros Mundos”.


“No podemos olvidar la relación y vinculación que hay con la pobreza urbana y la pobreza que se da en las zonas rurales. He de confesar que la cifra casi me hace llorar porque es muy fuerte. Hemos estado constatando cómo la pobreza urbana va creciendo cada vez más y el desplazamiento de la población indígena y campesina hacia las zonas más pobres.

“Me parece que el tema de salud, medio ambiente, derechos humanos, interrelacionados realmente tienen una riqueza muy profunda en el sentido que salud es todo, no solamente es el servicio del hospital, sino salud significa trabajo, comida, salud mental, un entorno sano en el que podemos disfrutar todos de los derechos humanos más elementales.

“Y todo el tiempo nos estamos preguntando: ¿Por qué va creciendo esta pobreza? ¿Cómo es que va aumentando los millones de miseria? Estamos convencidos que la pobreza urbana es más difícil que la pobreza rural.

“En las zonas rurales, de cualquier manera es más fácil por lo menos que tengas un terreno, y si no quieres salir no sales. En la zona urbana necesariamente necesitas dinero, si no tienes dinero no tomas agua, si no tienes dinero no compras una manzana para comer, si no tienes dinero no puedes pagar una habitación, si no tienes dinero no pagas la luz. Esa pobreza y situación de hambre y miseria va aumentando, repercutiendo cada vez mayor en zonas de precariedad.

“Pocos nos preguntamos en las ciudades: ¿Qué es lo que está pasando en el campo y por qué sigue llegando gente expulsada de ahí? En nuestro estado, por ejemplo, Chiapas, la pregunta es: ¿Dónde piensan que van a vivir? Cuando un millón doscientos mil hectáreas que han sido concesionadas a la minería, ¿dónde van a meter a tanta gente expulsada de las zonas rurales?, principalmente a las empresas transnacionales canadienses.

“Y uno se dice: ‘No queremos después que haya más cinturones de miseria en las zonas urbanas’. No solamente implica el desplazamiento, sino contaminación y problemas con el medio ambiente. Fácilmente cualquier empresa minera que está extrayendo el oro en la zona de Motozintla, Siltepec, y en otras regiones, está llena de concesiones a explotación minera a cielo abierto, eso significa tumbar bosque, árboles, la capa vegetal para poder sacar el oro.

“Una empresa minera puede gastar un millón de litros de agua cada hora y eso es lo que una familia indígena puede consumir en 50 ó 60 años. Si a eso le súmanos la cantidad de cianuro que se gasta –puede ser entre 10 ó 15 toneladas–, y regresa a las cuencas.

“No en balde hay una resistencia en toda la región de Centroamérica, Sudamérica, contra la depredación ambiental que están generando las empresas mineras; además, el desplazamiento de la población, problemas de cáncer, falta de agua en las comunidades, y eso ya lo estamos viendo en el estado.

“Una región donde se está extrayendo la barita, un mineral con explosivo, abren las grietas de las montanas, los arroyos se cuelan ahí. La gente ya no tiene agua. El agua está contaminada. El ganado se muere. Todos los días hay una vaca muerta, pescados y niños con enfermedades en la piel. Ése es el problema de salud. ¿Cómo podemos nosotros suponer que los gobiernos van garantizando el derecho a la salud? Pues, efectivamente, procurando que la población no le sea rebatada la comida, el agua y su vivienda.

“Estamos observando las cantidades de población indígena y campesina migrando no sólo a Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal, sino a los Estados Unidos. Igual está pasando en los estados de Oaxaca y Guerrero.

“El último estudio que ha impresionado mucho es que un 30 por ciento del territorio mexicano está concesionado a la minería. Eso significa que alrededor de 25 mil concesiones con unas doscientas empresas extranjeras –la mayoría canadienses– están extrayendo por todos lados: oro, barita, plata, plomo, carbón, lo que sea. Esto está implicando afectaciones al medio ambiente irreversibles y obviamente un desplazamiento de población que lo estamos viendo en las ciudades, cómo vienen de las comunidades buscando una opción de vida.

“Si la gente protesta, reclama los derechos humanos, pide que le sean respetados el derecho a la tierra, la educación, el agua, la salud, entonces son criminales y observamos todas las leyes de seguridad nacional, las leyes antiterroristas, porque todo aquel que proteste por sus derechos humanos va a ser terrorista. Entonces hay que meterlos a la cárcel. Hay que evitar que la gente proteste y exija sus derechos humanos.

“No solamente me refiero al problema del medio ambiente que genera la minería, también están las represas. En todo el país hay cantidad de proyectos de represas para represar los ríos. Ése es otro gran problema que tenemos aquí en el estado. En Oaxaca, Jalisco y Centroamérica hemos represado del 60 por ciento de ríos del planeta. Cincuenta mil grandes represas en todo el mundo que han desplazado a 80 millones de personas y se han inundado casas, pueblos culturas enteras y deforestando en nombre del desarrollo.

“Al final de cuentas, quienes son los beneficiados del desarrollo. Otra vez lo que vemos, desplazamiento, deforestación, cambio climático, afectación al medio ambiente y problemas de salud.

“La gente no tiene para comer, tiene que ser desplazada la mayor pobreza, se va a las ciudades, busca tener nuevas posibilidades para obtener comida. Si a eso le agregamos como el Tratado de Libre Comercio ha permitido la introducción de cantidad de alimentos subsidiados de Estados Unidos, la gente no puede competir.

Cuando el gobierno de Estados Unidos subsidia hace algunos años 180 mil millones de dólares para la agroexportación, grandes transnacionales como Monsanto, Bayer, pudieron reducir sus costos un 40 por ciento a 60 por ciento gracias al subsidio. Abren las fronteras e inundan millones de toneladas de todo lo que ustedes quieran. Mil doscientos productos agropecuarios entran sin pagar un solo arancel, un centavo de impuesto, además con muchos subsidios. El indígena, el productor, no puede competir así. ¿A quién le van a comprar la papa, el tomate, el arroz, el frijol y el maíz? A la gran empresa que trae un subsidio enorme y viene con un precio muy bajo. Más pobreza, más desplazamiento a las ciudades y Estados Unidos.

“Cuando hablamos de derechos humanos también nos estamos cuestionando: ¿Cómo los gobiernos están garantizando el acceso, disponibilidad a la comida, a la tierra, vivienda al agua? ¿A quién estamos beneficiando? Eso nos estamos preguntando todo el tiempo: ¿Cómo podemos garantizar el acceso a los derechos humanos más elementales en la medida que va avanzando una pobreza galopante no sólo en el estado del país, sino en toda América Latina? Decimos: ya basta, algo tenemos que hacer. ¿Qué nos toca hacer a cada quien? ¿Qué nos toca aportar en esta realidad? El problema no es de la población que tiene menos acceso, sino es estructural.

“¿Cómo podemos convocarnos para hacer transformaciones no solamente estructurales, personales, familiares, comunitarias para hacer de este mundo un mundo donde quepamos todos y todas? Porque curiosamente se dice que hay una crisis del agua, pero hay agua para todo el mundo. “Otra cosa es que la tratemos mal y que la contaminemos, pero el agua dulce alcanza para 6 veces la población mundial.

“¿Por qué algunos no tienen agua? Es la década en la que más millones de toneladas de maíz y de semillas se han producido en el mundo. ¿Por qué es cuando más niños mueren de hambre? Comida alcanza para todos, agua, tierra alcanza para todos. ¿Qué es lo que está pasando, entonces? ¿Por qué hay esa desigualdad?”.

En esta reflexión de salud, derechos humanos y medio ambiente es para que podamos hacer una sola cosa: luchar para tener una sola esperanza, luchar para hacer que en nuestro mundo quepamos todos y todas para que seamos felices.



Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en El Diario De Colima
el 18 de agosto de 2011
Manzanillo, Colima