viernes, 26 de febrero de 2010

Filosofía de la vida

Un miércoles, carretera Tecomán a Colima a Fermín le pareció ver a Marcelo bajar de un puente a desnivel. En seguida le comentó a Dulce, su copiloto, que podría ser ese chico de veintitantos años, su amigo, lavador de parabrisas en el Valle de Las Garzas en Manzanillo. Le explicó que si era él, seguro iría a Colima a consulta médica de su niña de tres años de edad. Preguntó si sería buena idea, retornar para cerciorarse y darle un aventón. Dulce asintió.
Regresaron. Fermín, le tocó el claxon. El joven se sorprendió al ver a un automóvil detenerse. En seguida reconoció al conductor. Se subió al carro muy contento. Les platicó que pidió un raite en Manzanillo, y el viaje solo llegó hasta Tecomán.
“Qué bueno que topé con ustedes, Dios los envío. Voy a Guadalajara a ver a mi hija, hoy tiene consulta. Mi esposa está con ella. Solo la mandé con quinientos pesos para puro pasaje, no tenía más”.
Dulce, cuestionó “qué tiene la niña”.
Marcelo dijo “mi hija tiene cáncer en un ojo. Nació bien, en el Hospital Civil del puerto, pero al año notamos que le salió una bola en su ojo izquierdo .No sabíamos qué tenia, fuimos al Médico, le recetaron, no se curaba, seguía igual, hasta que la llevamos al hospital de Guadalajara, ahí un Especialista le detectó , Retinoblastoma”.
Retinoblastoma, es un tumor maligno (canceroso) de la retina, el tejido nervioso delgado que reviste la parte posterior de los ojos que detecta la luz y forma las imágenes.
La idea que se tienen respecto a jóvenes que lavan los parabrisas en los cruceros en la ciudad, indigentes que piden limosna, vendedores de paletitas y chicles en la avenida México o en cualquier otro lugar, es, que son personas que no quieren esforzarse en conseguir un empleo formal.
“Pagan justos por pecadores”. No todos los necesitados se aprovechan de las buenas intenciones de la gente quien les brinda una moneda. Unos piden o se ganan la vida en las calles con la creencia o certeza de que para ellos no existen mejores oportunidades. También a veces se les niega una moneda, no por falta de dinero, sino por falta de virtud, dar. De cierta forma la sociedad los margina, los rechaza por carecer de un cierto nivel socioeconómico.
Haciendo referencia del libro, “Historia de la filosofía sin temor ni temblor”, de Fernando Savater, menciona al filósofo Diógenes que consideraba que la virtud era portarse como manda la naturaleza, no como manda la sociedad.
Cierto día Alejandro Magno, llegó a la ciudad donde Diógenes vivía, quiso conocerle. Fue donde solía guarecerse en un barril o tinaja. El conquistador le llamó y le dijo que era Alejandro: “Puedo concederte lo que me pidas, de modo que dime qué es lo que quieres”. Diógenes sólo le contestó con un bufido y una risotada. Alejandro insistió en su oferta, y el cínico como le llamaban, por fin le contestó “Bueno, mira, ya que insistes … Sí hay algo que puedas hacer por mí. Has el favor de apartarte un poco, porque me estás quitando el sol que yo estaba tomando cuando llegaste“. Alejandro se fue mitad enfadado, y mitad lleno de admiración por el sabio. Diógenes se quedó tan contento de que el conquistador del mundo no hubiera podido conquistarle a él.
Marcelo conquista a la vida, reta a los inconvenientes que se le presentan por amor a su hija. Si trabaja limpiando parabrisas es para llevar un poco de dinero a su casa, para ahorrar unos pesos, comprar medicinas, el pasaje de su esposa para llevar a la niña a las quimioterapias a Guadalajara, porque el DIF Municipal por ahora no da apoyos en viáticos.
El veinteañero agradeció el raite a Colima. Comentó que vería a quién le pediría un aventón para llegar a Guadalajara, pero los amigos se cooperaron para regalarle el costo de los boletos de autobús. Marcelo, bajó del carro, se despidió feliz, volviendo a decir “Dios me los envío”.

Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
25 de febrero de 2010

jueves, 18 de febrero de 2010

Reforestación

La infante, Diana, platicó con la Tía Agostina cuando transitaban por la Laguna del Valle de las Garzas, que en su clase de ecología están viendo el tema de equilibrio en un ecosistema. Que la flora, la fauna, y los seres humanos deben estar equilibrados para subsistir. La Tía escuchó con atención.

“Llevó el ayuntamiento 70 árboles maderables como cedro, cobano, coral y rosa morada que fueron sembrados por las autoridades y habitantes en la comunidad de Veladero de los Otates debido al Programa de Reforestación Municipal” -refiriéndose al Ayuntamiento de Manzanillo.(Diario De Colima, el 11.02.2010).
El pasado, domingo 02 de agosto de 2009, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) congregó a cientos de personas con apoyo de instituciones de gobierno municipal, estatal y federal y difusión de una televisora, a plantar 11 mil árboles en el Lago del Naranjal, en la población de Villa de Álvarez, Colima.
Se debió estar ahí para ver el entusiasmo de los padres de familia, niños, jóvenes y no tan jóvenes, llegando a partir de las ocho de la mañana al Naranjal con unas tremendas ganas de dar vida a un nuevo ser, un ser que servirá de pulmón a todos los colimenses.
Gulnara, su hijo Ignacio, el hermano Benito, pasaron por Agostina y la sobrina Carolina para ir a reforestar el bosque. Sus rostros parecían de héroes anónimos, creían que con un poco de ayuda podrían salvar al mundo. A la llegada del lugar, hileras de gente caminaban en la dirección instruida por un guía. Tenían derecho a coger dos herramientas, un pico y una pala por familia. Gulnara, tomó dos de cada una para avanzar más rápido. Eligieron una cima del lado derecho con la ilusión de ver los árboles hermosos, veinte años después.
El guía dejó media reja de fresnos pequeñitos para sembrar. La sorpresa fue que al picar la tierra en los lugares marcados con yeso, salieron piedras de todos los tamaños, no solo una ni dos, un poco más. Se retiraron las piedras, se hicieron hoyos con la pala, luego se tomaron las plantas con sumo cuidado, se hundieron en el pozo, se cubrieron con tierra hasta cierta distancia del tallo, se regó con agua, y por último circularon con las mismas piedras para indicar un “no pisar”.
La media reja de treinta y cinco fresnos se plantó. Después llegó una reja entera de setenta pinos, la cual compartieron con una familia de cuatro integrantes, el más pequeño apenas podía caminar en el terreno, por lo que su madre optó por sentarlo bajo la sombra de un árbol seco.
De ocho de la mañana a una de la tarde, el sol quemó pieles hasta tostarlas. Los estómagos parecían percusiones, y la gente no truncaba la meta de reforestar. A lo lejos se oían voces para distraer el cansancio y el hambre “ Unos taquitos por favor! Una coquita! ¿Quieres pozole?”.
El panorama era de risas y buen humor, tanto los hijos como los padres trabajaban la tierra para dar más oxigeno a los colimenses.
Haciendo suma, media reja, más una reja, es igual a un ciento. Ciento cinco árboles, plantados por ocho personas en un promedio de cinco horas.
Una vez le cuestioné a la Exsecretaria del Ayuntamiento en una plática informal “qué han hecho en Manzanillo a favor de la ecología”. Respondió” fulanita, que era la encargada de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología tenía muchas ganas de hacer cosas pero que no pudo”, entonces argumenté “pues muchas ganas no tuvo, sino lo hubiera hecho. Es tan fácil convocar a la gente para hacer algo si ustedes tienen los medios, quizá sean pocos los que quieran participar, primero se necesita educar“. Ella calló sin decir nada más.
Sin bien setenta árboles madereros fueron entregados a la comunidad de Veladero de Los Otates la semana pasada, es una buena intención por parte de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología del Ayuntamiento de Manzanillo, se necesita más visión para vivir en equilibrio tanto la flora, la fauna y los seres humanos.
Así, Agostina le explicó a Diana la importancia de mantener el equilibrio ecológico a través de la reforestación.

Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
18 de febrero de 2010

Coraje por el medio ambiente

Luis celebró el cumpleaños de Norma con una velada en la terraza de su casa.
Hubo frutas, cacahuates, papas fritas, empanadas, aderezo, mole dulce, bebidas, cerveza, vino tinto, agua, refresco, tarta de tres leches y batucada.
Cuando llegó la hora de partir el pastel. Norma cogió los platos desechables de la cocineta. Valentina que fregaba los trastos, enseguida le dijo” usa estos platos de cerámica”. La festejada, comentó “están grandes, entraré a la casa por los platos pequeños”.
Es fácil reconocer, luego de los cuatro días de lluvia en Manzanillo aparecieron baches en las calles. Que las cosechas de algunos agricultores sufrieron graves daños. Decir que la Terminal Regasificadora de Gas Natural Licuado generará miles de empleos cuando causa daños al ecosistema de la laguna de Cuyutlán. Fácil impartir taller de gestión ambiental con vestimenta de tela sintética, refresco de cola en la mano y repartir a la gente “carta a la tierra”. Fácil decir que China es el principal país contaminante del mundo mientras compras productos “made in China”. Fácil asombrarse al saber que los científicos pronostican una catástrofe mundial si la temperatura del planeta aumenta seis grados centígrados. Fácil lamentar que los osos polares mueran nadando a consecuencia de los deshielos en la Antártida.
Por qué lamentar la pérdida de cultivos y quejarse de los baches que se esquivan con el carro, si el ser humano es el causante de la alteración de la madre tierra.
*China se convirtió en el principal país exportador del mundo, superando a Alemania, pues sus ventas al exterior tuvieron incremento del 17.7% en los últimos catorce meses*. Esto evidencia la capacidad de producción y venta de sus productos a bajo costo, independientemente de los apoyos financieros que brinda el gobierno a los exportadores. Las mercancías importadas a México con etiqueta” made in China” lejos de ayudar a la economía del país, perjudica al planeta. Por qué, la respuesta es simple, es un país que poco o nada hace por reducir las emisiones del dióxido de carbono provocando el progresivo sobrecalentamiento global, denominado cambio climático.
La responsabilidad recae en el comprador que demanda productos innecesarios para subsistir.
Ingerir una bebida de cola, podría ser refrescante, sin mencionar que * Coca Cola en la India, resulta ser una empresa que contamina los suelos, sus productos tienen altos contenidos de pesticidas especialmente DDT, ha distribuidos sus desechos industriales a los campesinos Mehdigani con el argumento de que sirven de "abono"*. * En Chiapas, , hay terribles enfrentamientos entre comunidades por el uso y distribución del agua, la Coca Cola es la empresa que más agua extrae del estado y tiene además todos los beneficios y facilidades para hacerlo*
La clave es reducir el consumo de productos innecesarios, pues se gasta energía para producirlos. Elegir productos biodegradables, alimentos orgánicos, evitar el consumo de semillas transgénicas , vestir con ropas de telas orgánicas como el algodón, lino, manta, comer lo más sano posible, comprar productos con envases reciclados, incluso sin envase, aprovechar la luz del sol, el aire natural prescindiendo de lo artificial. Dejar de afanarnos a las comodidades. Tener el coraje de hacer un cambio de mentalidad en ti para ayudar a tener un mejor mundo.
Norma, repartió el pastel en platos de cerámica. Valentina se puso feliz al ver que al menos esa noche, pudo concientizar a una persona de no contaminar.
Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
11 de febrero de 2010

Actitud de servicio

JUAN Pablo recuerda con nostalgia los licuados de Carmelita en el antiguo mercado 5 de Mayo, en Manzanillo. Era una anciana con actitud de servicio que tenía un local donde vendía licuados de chocolate, rompope y frutas.
En la “chocomilera” batía leche congelada dentro de unas latas de aluminio o en el vaso de la máquina. El de rompope lo servía en una copa de vidrio, espumoso, frío, con canela en polvo y un popote. Cuando el cliente terminaba de beberlo, la mujer servía el otro tanto que quedaba en el recipiente metálico.

A Juan Pablo le encantaba ir al local de Carmelita a comprar su licuado amarillo, tomarlo sentado en un banco, ver a la amable viejita saludar con una sonrisa a la gente que se acercaba a pedirle una bebida.
Se dice que el futbol es el reflejo de un país, pero cómo se podría definir a Manzanillo como un puerto turístico si deja mucho que desear por parte de algunos prestadores de servicios hacia los habitantes del puerto, como a turistas nacionales y extranjeros.
Desde la llegada a la central camionera, los pasajeros al arribar se acercan a la estación de taxis, preguntan por el costo de un viaje, un taxista da la tarifa, el cliente acepta, el prestador del servicio abre la cajuela del Tsuru, sube el equipaje. Ambos abordan el auto, pero nunca se escucha un “buen día, bienvenido a Manzanillo”, con una sonrisa en el rostro.
Lo mismo sucede al abordar un camión urbano. El “democrático”, dijera el amigo de Galeana. Sí, esos camiones azules, verdes con blanco o rojos donde el piso del pasillo está sucio, chicles pegados, asientos de tela mugrientos. Qué decir de algunos conductores que de mala gana les cobran el 50 por ciento de pasaje a los estudiantes y ancianos sin contar la pena de ver a los turistas y porteños moverse bruscamente dentro del móvil gracias a la mala forma de manejar del chofer.
Sucede algo parecido en el cine cuando se quiere ver una película de estreno. Los cinéfilos tienen que formarse, tal pareciera que se venden más boletos de la capacidad de la sala o que no se entendiera que quien llega primero tendrá mejor lugar. Lo mismo pasa en el Bar Social, cuando el mesero sólo se limita a servir únicamente lo que piden los clientes, sin ofrecer el menú ni pronunciar “¿hay algo más en que pueda servirle?”, menos una sonrisa.
Ahora que están de moda las tiendas de autoservicio en cada esquina, los dependientes cansados por las largas jornadas de trabajo, cobran los artículos al comprador con un diálogo casi robótico. Qué decir de los bancos que mantienen a sus cuentahabientes parados, enfilados para hacer algún depósito o retiro; sin faltar la CFE, con una señorita de voz fuerte respondiendo las preguntas del usuario como si la gente que aguarda quisiera enterarse de la plática; o Telmex con sus tres ejecutivos de cuenta, mal encarados, sin la más mínima sensibilidad de responder una queja o la nueva política del hotel Playa de Oro, esperar al huésped a un costado de la caseta de vigilancia.
Entonces, dónde está la actitud de servicio en un puerto turístico. Qué impresión se llevan los visitantes de otros estados de la República o extranjeros al ver indiferencia en el trato hacia ellos. De qué sirve invertir miles de pesos en la promoción turística si no somos capaces de tener amabilidad ni con nuestros coterráneos.
Es importante que el consumidor se sienta bien con lo que está adquiriendo y le queden ganas de regresar a comprar otro producto o servicio. Posteriormente, él mismo hará publicidad de lo que adquirió.
Estamos tan acostumbrados al mal servicio que da lo mismo protestar o quedarse callados, porque se sigue creyendo que nada cambiará la imagen que muestra Manzanillo al mundo, la de ser un puerto turístico.
Juan Pablo no volvió a ver a Carmelita. Su local fue demolido con la remodelación del mercado. Hoy es un local de venta de verduras y frutas, donde él se detiene por unos minutos a escuchar: “Buenos días, marchantita, pásele seño, qué le damos, qué va a llevar, mire, qué bonito está el jitomate, pruebe la sandía, está buena”.

Nota : La letra en color azul, negrita no fue publicado en la prensa por error de su servidora.

Elsa I.González
Publicado en el Diario de Colima
04 de febrero de 2010

miércoles, 17 de febrero de 2010

La fortaleza de la institución

Fue bautizada por Guillermina Cuevas como La Fábrica de Quesos. Después alguien se atrevió a decir que había hongos. Entonces se le cambio el nombre a “La Casa de los hongos”, no por ser un espacio alucinógeno aunque bien pudo serlo, más bien fue de expresión cultural, con talleres de música, literatura, pintura. Fungía ser el Instituto de Cultura de Manzanillo.

Sí, debió haber demasiada humedad en el lugar enclaustrado y en desuso. La epidemia de la influenrcia estacionaria seguía escribiéndose en las estadísticas del puerto, por lo que se creyó ser una amenaza a la salud pública el hecho de reabrir sus puertas. Tal vez fue la razón por la que se optó dividir algunas funciones en dos plazas. Una en la calle Juárez y la otra continúo en la calle López Mateos donde se guarda equipo y material del ahora Instituto de Educación y Cultura
A finales del año 2009 ni las hojas de los árboles de mangos del antes Instituto de Cultura de Manzanillo tenían ganas de caerse. Estudiantes que acreditaban actividades culturales dejaron de asistir a sus clases de pintura, de canto, guitarra… Se dice que fueron un ciento. El contrato de arrendamiento del inmueble fue pactado por doce meses. Los maestros dejaron de emplearse para el instituto. El día quince del décimo mes la Fábrica de quesos dejó de producir quesos para producir hongos.
La entrada principal se mantiene cerrada con candado y cadena después del horario de oficina. Un letrero anuncia la ubicación del antes ICM, sobre la el bulevar Miguel de la Madrid, en espera de no ser un lugar ficticio. Seguro la renta se sigue pagando. Un dinero que bien podría ser aprovechado en la nomina mensual de un empleado de gobierno.
Las clases de pintura se imparten por una Asociación Civil de Pintores manzanillenses en la colonia Las Brisas, un taller de literario en la Biblioteca Municipal Julia Piza Miranda, gracias a las buenas intenciones de alguien que prestó las instalaciones. La danza la sigue coordinando un catedrático en una escuela. Guitarra, piano, canto, perecieron. Mientras la mayoría de los eventos culturales se realizan en la explanada del Pez Vela o en el salón de un hotel para eventos especiales con una módica cuota de recuperación.

Un hijo de un empresario comentó una vez “estoy pensando cómo mover las piezas del dominó” refiriéndose en la forma de trabajar. Un conocido político, dijo “agarramos aquí, tapamos allá y listo. A la gente hay que darle por su lado no puedes decirle no”. Una ama de casa platicó con sus dos hijos” tú lavaras los trastos después de comer, el otro limpiará la mesa”. Qué diría el Director del Instituto de Educación y Cultura porque la ciudadanía desconoce las actividades a realizarse en este 2010. No hay difusión de un programa cultural, a través de la prensa, internet ni al estilo viejo oeste.
Las Instituciones pueden cambiarse de nombre, de personal e incluso directores, pero sus objetivos permanecen, en eso radica su fortaleza, sin embargo, dichos objetivos no pueden cumplirse si la cabeza no da buenos resultados y los resultados no solo son eventos que llenan de alegría al sociedad *sino dar continuidad y reforzar programas y actividades en la promoción de las disciplinas artísticas desarrolladas por creadores, ejecutantes y grupos culturales del municipio, así como de la región*
Si al menos la Fábrica de quesos, existiera, seguramente se estaría comiendo quesos frescos en el puerto.



*Plan municipal de la cultura.
Pag. http://www.manzanillo.gob.mx/cultura/plan.html


Publicado en el Diario de Colima
28 de enero de 2010
Elsa I. González Cárdenas

domingo, 14 de febrero de 2010

Nulidad en prevención

La idea de hacer una pancarta,rotularla,escribir un verso, de Jaime Sabines y colgarla sobre el puente a desnivel de la colonia INFONAVIT surgió de un grupo de amigas en apoyo a una de ellas luego del rompimiento de una relación amorosa con el novio con la intención de que regresaran.
Miércoles por la noche, 21 de enero de 2003 se reunieron para hacer el trabajo.Una mujer medía la manta, otra elegía colores, una màs animaba a la exnovia para escribir" ¿quieres casarte conmigo?" cuando a las ocho de la noche con seis minutos la tierra empezó a mecerse.
Con una magnitud de 7.6 grados en la escala de Richter con el epicentro en la costa de Cuyutlàn.Tuvo una duración de cincuenta segundos. El temblor sacudió conciencias y a su paso daños considerables.
En Manzanillo, se cayò el edificio federal.En el malecón y muelle fiscal se registrò un asentamiento de centìmetros hacia el mar.En la ciudad capital quedó inhabilitado la clìnica del ISSTE.Al rededor de diez escuelas fueron derrumbadas en el estado,tres de ellas en Colima.
Hugo derrumbes en la carretera Colima-Tecomàn.Un reporte no especificado con decenas de muertos, cientos de heridos,miles de viviendas afectadas,daños en la red elèctrica y de comunicaciones.
Dos placas tectónicas denominadas Cocos y Continental cruzan sobre el pacífico mexicano conviertiendo al estado de Colima como un lugar de zona sísmica. Sin embargo muchos de los manzanillences no estàn preparados para saber què hacer ante un sismo.
Cuando la tierra truena desde adentro, el sonido es acompañado con otro màs fuerte,distinto, debido al ruido causado por las estructuras o edificaciones del lugar donde se encuentre. Segundos posteriores los sentidos del hombre están en alerta para reaccionar ante tal suceso. Tiembla conbaja o alta intensidad, de forma oscilatoria o trepidatoria.Las personas corren hacia un lugar despejado, fuera de cables, árboles,marcos de las puertas,se cubren bajo muebles de metal, madera hasta que el movimiento telùrico termine. Si el sismo es de alta intensidad, se localiza a los familiares para asegurarse que se encuentren bien, los padres de familia van a las escuelas a recoger a sus hijos, y esperan afuera de sus casas a que las replicas cesen.Cuando es de menor intensidad solo se comenta" ¿sentiste el temblor?" y al dìa siguiente se compra el periòdico para leer la nota.
A siete años del temblor del 21 de enero de 2003, se recuerdan las imagenes de los porteños comprando viveres en las tiendas de autoservicio, agua embotellada,pan de barra, jamòn, leche, azùcar, atunes enlatados,baterías, linternas,velas... pocos optaron por surtir el botiquín.Muchos rostros con la psicosis de que todo puede derrumbarse en cualquier momento.
Días posteriores, las escuelas, empresas de gobierno, privadas, hacen simulacros contra sismos.Se administra el tiempo para no exceder de un parámetro de tantos segundos. En algunos medios de comunicación se declara si Manzanillo está o no preparado para reaccionar ante un desastre natural de esa índole.
Luego que la tierra deja de mecerse todo vuelve a la normalidad.No más simulacros, despensas sin víveres indispensables para subsistir en casos de emergencia, aunsecia de botiquín de primeros auxilios. Solo cuando se acerca el aniversario de la tragedia sísmica se recuerdan los ayeres con ceremonias póstumas a los caídos, pero nada transcendental.
La cultura de salvaguarda en el puerto es escasa o nula.Se sigue dejando la prevensión para el pròximo temblor o desastre, la responsabilidad a Protección Civil, y a autoridades municipales, omitiendo la del propio ciudadano.
Si al menos se planteara un esquema de prevención ante desastre naturales para la población en general, donde se impartan cursos una vez al mes de qué hacer ante un sismo, de primeros auxilios en diferentes comunidades. Se creara conciencia de participación ciudadana entre colonos, y manejar un programa de " regáme una hora para servir a mi ciudad" donde los altruistas incluso los Topos de la ciudad de Mèxico platiquen con jovenes universitarios , que cuenten sus experiencias, los estimulen a ser más cooperativos, y por qué no , ver la posibilidad de cubrir alguna actividad cultural o deportiva.
Quizá se piense que es necesario contar con más recursos económicos para echar a andar una idea mientras las voluntades se desmoronan como una casa de adobe.
Las cuatro amigas desistieron de expresar un verso sobre tela.Se marcharon a casa.
Años más tarde la manta fue cortada en trazos para cubrir sillones de la sala de la exnovia donde el enamorado nunca se sentó.
Elsa I. González Cárdenas
Publicado el 21.enero.2010
Diario de Colima