jueves, 7 de abril de 2011

Consumo inteligente


Los familiares y conocidos de Flora se molestan cuando hace cierto tipo de comentarios: “Cada envase tetrapack o multicapas que se deposita en la basura tarda 35 años en degradarse; el benzoato de sodio es un conservador que la mayoría de los jugos envasados lo tiene, es cancerígeno. A lo que ellos responden con gestos de enojo: “No empieces con tus cosas, todo hace mal. Imagínate si no los consumiéramos, entonces no vamos a comer nada”. Luego viene la crítica hacia su persona: “A ver, ¿por qué te teñías el cabello si te hacía mal?”.


A Flora ya no le afectan tanto las reacciones negativas de la gente al mencionar temas de salud y ecología. Sólo quiere compartir de buena fe lo que aprende, aunque carezca de tacto para hacerlo.


El año pasado supo que el benzoato de sodio es cancerígeno, por lo cual trata de no consumir productos que lo contengan. Razón por la que investigó vía internet lo que se dice de él. El benzoato de sodio o benzoato de sosa (E211) es una sal del ácido benzoico, blanca, cristalina y gelatinosa o granulada. Es soluble en agua y ligeramente en alcohol. La sal es antiséptica y se usa generalmente para conservar los alimentos. Como aditivo alimentario es usado como conservante, matando eficientemente a la mayoría de levaduras, bacterias y hongos. El benzoato sódico sólo es efectivo en condiciones ácidas lo que hace que su uso más frecuente sea en conservas, en aliño de ensaladas (vinagre), en bebidas carbonatadas (ácido carbónico), en mermeladas (ácido cítrico), en zumo de frutas (ácido cítrico) ,en salsas de comida china (soja, mostaza y pato) y salsas para botana como la Valentina, entre otras. Puede encontrarse en enjuagues de base alcohólica y en el pulido de la plata. Recién puede estar en refrescos como Sprite, Fanta, Sunkist, Dr Pepper y Coke Zero. En la naturaleza lo podemos encontrar en arándanos, pasas, ciruelas claudias, canela, clavos de olor maduros y manzanas. Los gatos tienen una tolerancia perceptiblemente más baja contra el ácido benzoico y sus sales, que las ratas y ratones. Sin embargo, está permitido como aditivo de alimento hasta en un 0,1 por ciento para el ser humano.


Cerca de 50 países en cinco regiones del Codex (código alimentario) permiten el uso de ácido benzoico y sus sales, en Estados Unidos, Canadá y México.


El benzoato de sodio ya ha sido motivo de preocupación, debido a que su combinación con el aditivo vitamina C en refrescos con gas, da lugar al benceno, una sustancia cancerígena. El profesor Peter Piper, investigador de la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, ha encontrado que el benzoato de sodio, usado como agente conservador, en muchos alimentos, destruye el ADN de las mitocondrias celulares, provocando un fuerte proceso de envejecimiento. Se puede desencadenar cirrosis hepáticas y enfermedades degenerativas como mal de Parkinson.


Comer y vestir productos con escasas o nulas alteraciones químicas conlleva a tener una mejor salud y contribuir al cuidado del planeta. Flora piensa que la información de saber qué ingredientes contiene tal producto antes de adquirirlo debe ser prioridad para el comprador, y los consumidores adultos deben instruir en sus casas, escuelas, trabajo y a la sociedad en general para que cuiden sus hábitos de consumo.


Por fortuna, a La Alianza por una Vida Saludable, conformada por el sector alimentario asociado a ConMéxico (Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, A.C.), desarrolló la iniciativa de nombre Checa y Elige, claves de nutrición, que es un sistema de etiquetado nutrimental. “Checa y Elige” tiene como propósito coadyuvar a los consumidores a realizar decisiones informadas en la selección de productos, generando atención sobre el contenido energético. En las próximas semanas y meses podrán verse productos etiquetados con los cuatro iconos básicos de energía, grasa saturada, azúcares y sodio, conforman una guía de nutrimentos clave, los cuales siempre estarán representados gráficamente de la misma manera y en el mismo orden, y referenciados a una dieta recomendada promedio de 2 mil calorías. Aún así con el nuevo etiquetado “checa y elige”, el consumidor debe guardar sus precauciones, pues la mayoría de las veces, detrás de una gran marca mexicana o transnacional existen falacias sobre el beneficio que hace consumir tal producto.


Flora no parará de recomendar el consumo sustentable, adquirir una cultura de ahorro y consumo inteligente de los bienes y servicios.





Elsa I. González Cárdenas

Publicado en El Diario de Colima

Manzanillo, Colima 07 de abril de 2011

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