sábado, 13 de julio de 2013

Agua Embotellada


LA E aún recuerda sus años de infancia, cuando tomaba agua de la manguera para evitar ir a su casa en medio de un juego callejero, o aquel filtro que tenían en la cocina, donde 4 litros del vital líquido era la medida exacta para la jarra blanca donde se prepararía agua de tamarindo para la comida.

Tal vez fue en los 90, cuando en Manzanillo el agua embotellada resultó ser una moda costosa. Un spot de la Revista del Consumidor dice que México ocupa el primer lugar en el consumo de ésta; el 93 por ciento de los habitantes de la ciudad la bebe envasada. Consumimos 234 litros de agua embotellada en un año, el doble que los estadounidenses, que ocupan el segundo lugar, y representamos el 13 por ciento del mercado mundial al respecto.

Las razones por las que se prefiere el agua envasada son por la difusión del rumor de que la potable es de mala calidad, y la segunda se debe a que la publicidad promueve una buena salud y figura.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce el acceso al agua potable como un derecho universal. Poco más del 90 por ciento de la población cuenta con ésta; es decir, puede beberse, sólo basta colocar filtros en las casas.

La ONU ha colocado a México en el lugar 106 de 122, debido a la calidad de su agua potable, la peor en América Latina; sin embargo, la mayoría de la embotellada que se vende no proviene de los manantiales, sino de los grifos, previo proceso de filtración.

El agua de botella de un litro, marca “e”, tiene un precio para el cliente comerciante, de consumo mediano de 4.22 pesos en promoción y precio al público o consumidor final, es promedio de 10 pesos. La de garrafón, que suele usarse en los hogares, tiene un precio al minorista de 22 pesos; a diferencia del precio del agua de garrafones rellenables, 12 pesos. La ganancia es de un 100 por ciento más sobre el costo de venta.

Ahora bien, la extracción, filtración y todo el proceso que interviene para llegar a ser un producto final, agua embotellada, no es tan caro como se piensa, ya que lo costoso es el envase y tapas plásticas de las botellas.

El negocio de ésta en México es muy redituable para las grandes empresas que se dedican a comercializarla, pero también lo es para los establecimientos comerciales.

La marca “e pura” de botella, cuyo eslogan es “sin sodio”, es extraída de Ixtlahuacán de Membrillos, en el estado de Jalisco, a 30 kilómetros de la capital: Guadalajara y el agua de garrafón marca Santorini de la ciudad de Colima, en la colonia Los Sauces.

Los clientes finales confían a ciegas en los productos que compran para el uso y consumo humano, sin embargo, no cuenta con la información completa de lo que adquieren. La información que el consumidor tiene derecho a tener, por ejemplo, saber si la compañía, además de ser reconocida en la República mexicana, extrae el agua de pozos acuíferos de manera legal, que no estén dañando al ecosistema.

El agua de red es un término utilizado para nombrar al agua potable que no proviene de los ríos, manantiales, sino de grifos.

Lo malo del agua en botella es que por la elaboración del producto se está destruyendo al planeta. El problema se inicia en la extracción y producción, donde se utiliza el petróleo para la creación del envase plástico, sin contar la energía invertida para el traslado del producto al destino. Sólo el tiempo de vida de la botella es alrededor de 2 a 10 minutos promedio. ¿Qué sucede después con el desecho? Aunque esté de moda el reciclaje en las escuelas, no es una manera conveniente para aminorar el daño.

Lo ideal es la no utilización de agua embotellada, optar por la de los grifos en casa, pero sobre todo, demandar a las autoridades locales que sea limpia, segura para beber.

Al paso del tiempo, por alguna razón, luego de descomponerse el grifo de la casa, no se volvió a usar jamás, incluso desapareció de la cocina, al igual que los garrafones de vidrio, poniéndose en su lugar, unos de plástico.

Hoy en día, la E intenta no consumir agua embotellada, pero está tan programada con la publicidad engañosa de que ésta es más sana, que de vez en cuando la toma.





Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 11 de julio de 2013
Manzanillo, Colima, Mexico 

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