viernes, 5 de marzo de 2010

Entrevistas laborales

Ecuador buscaba empleo, luego de hacer a un lado su pasión por la fotografía. Su profesión, Licenciatura en Comercio Exterior. Decide indagar a través de las páginas de internet, OCC, Computrabajo.
Un día de tantos recibe un correo electrónico donde la citan para una entrevista laboral.
La oferta de trabajo resultaba atractiva. Encargada de la sucursal de Manzanillo. Empresa de servicios al comercio exterior. Prácticamente en oficina solo estarían tres personas con visión a crecer. Sueldo bruto, trece mil y tantos pesos, horario de nueve de la mañana a seis de la tarde, hora y media para salir a comer. Superado tres meses de prueba, firmaría contrato por un año. Gozaría compensaciones: la empresa cubriría el cuarenta por ciento del costo de un libro, relacionado al giro y el otro sesenta por ciento si hiciera un ensayo para la empresa; el cuarenta por ciento en el pago de la mensualidad de un gimnasio para ejercitarse; el cien por ciento en el pago a las entradas de cualquier museo en toda la república mexicana. Concluido el periodo de un año, surgirían mejores compensaciones hasta llegar a tener un seguro de vida, aumento de sueldo, y posibilidad de un apoyo económico para realizar estudios.
Ecuador, analizó la propuesta de empleo. Si aceptaba le serviría para hacer un ahorro, pagar deudas, e invertiría en el material fotográfico que requiere para trabajar por su cuenta. Sólo tenía un pero, en realidad, varios. La firma regiomontana pagaría su sueldo con dos razones sociales, una cantidad promedio de dos mil y tantos pesos, declarados ante el IMSS, y el resto, la pagaría otra persona moral con sus respectivas declaraciones fiscales; carencia de vehículo de transporte en el área Operativa, aunque en ese momento no percibía saturación de trabajo, le resultaba ilógico no abastecer al personal con herramientas necesarias para su desempeño; usar el programa “ si logras tal acción tienes derecho a” como, solicitar una cafetera en la oficina; el pago a proveedores, Terminales Portuarias entre otras, es finiquitado con las dos razones sociales. Claro estrategias fiscales, una forma maquillada de evadir impuestos.
Aceptó la oferta. Se presentó por la mañana a trabajar con poca convicción y desgana, después de contar con diez años de experiencia en el ramo y conocer la vida real de algunas empresas privadas en el puerto de Manzanillo con mentalidad capitalista- trabajar sin un sueldo justo.
Apenas transcurría mediodía laboral. Ecuador seguía con las dudas de pertenecer al equipo de trabajo. Todo era volver a empezar, enseñar, organizar, controlar, y ejecutar. Le incomodaba la forma tan elegante de evadir al fisco usando dos razones sociales. A las dos de la tarde, agradeció al la persona que iba a sustituir, su ofrecimiento de empleo, con la justificación de que emprendería su profesión de manera independiente.
Un mes después, recibe otro correo electrónico para tener una entrevista laboral con la gerente de una Línea Naviera, francesa, establecida en el puerto. Tenían una vacante en el área de exportación marítima. Consistía cubrir una incapacidad de embarazo por mes y medio o dos. La entrevista fluía muy bien, hasta que la entrevistadora dijo “el sueldo es de seis mil pesos mensuales”. Ecuador comentó “ es muy bajo, mis expectativas son arriba diez mil pesos mensuales”. La representante de la Línea Naviera argumentó sin preocupación “ bueno, el sueldo se puede negociar, deja comentarlo con alguien” . Concluyeron las interrogantes. Ecuador se despide, la gerente la acompaña hasta la puerta, cosa que no hizo con el entrevistado anterior, y mencionó “ espera deja de una vez checo lo del sueldo” . La vio acercarse a un cuarto privado con ventanales de vidrio , dentro permanecían dos hombres, uno de edad madura y el otro treintañero, la mujer conversó en voz baja, uno de ellos pronunció “ pero si no está trabajando! “ . La Gerente regresó con la explicación de estar ocupada la persona que vería lo del sueldo.
La aficionada a la fotografía, segura de sí misma, se marcha, quitándose la idea de que la empresa europea podría ofrecer un mejor sueldo. Recordó a la amiga Contadora Pública que gana siete mil pesos mensuales en una empresa japonesa que trabaja en el proyecto de la regasificadora, también pensó en Flavio, un Trámitador de una Agencia Aduanal, con estudios técnicos, que gana la misma cantidad que la amiga sin tanta responsabilidad.

Ecuador, se convence cada vez más de trabajar de forma independiente y ve la posibilidad que tal vez algún día, su pasión por la fotografía, podría darle de comer.
Elsa I.González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
el 04 de marzo de 2010
El texto puede variar debido a la correciòn

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