domingo, 2 de enero de 2011

Mary Juana


"Guerra avisada no mata gente"


Iri se sorprendió al escuchar las palabras de Dafne: “El puerto vive una ola de violencia. No creas que es tan tranquilo, en este mar pasan muchas cosas. Desde hace años han habido este tipo de problemas con el narcotráfico y la introducción de mercancías ilegales al país, sólo ahora está más destapado”.

Un facebookero publica en su muro: “El problema no es el consumo de las drogas, sino la venta”. Dafne tiene amigos que se drogan con marihuana, droga sintética y mezclas caseras. Uno de ellos es profesionista ejemplar. Lo ha visto drogarse, manejando su auto: coloca la hierba dentro de una manzana con orificios a los costados, le prende fuego, inhala el olor que desprende, después lo exhala. La primera vez que lo vio, estuvo a la expectativa por si se ponía loco o agresivo, nada de eso pasó, al contrario, estuvo más alegre y simpático. Cronic es el nombre de la droga, desde hace 4 años la consume, la compra en la capital el estado a un costo promedio del gramo de 250 pesos.

Él está a favor de legalizar las drogas orgánicas. Argumenta que no son tan peligrosas a comparación de las sintéticas y de cualquier forma los consumidores lo seguirá comprando. “¿Por qué no leer un rótulo donde los cárteles tengan su propio negocio, una S.A. de C.V., que paguen impuestos como cualquier contribuyente, así pondrán aminorar al narcotráfico? Mis amigos master y doctores opinan lo mismo. Los fármacos que les recetan a los pacientes tienen drogas, sólo que esos están permitidos y los otros no. Está la nicotina, la cafeína y el alcohol. Esto no se va a cavar”.

Según el libro La legalización de la marihuana, ¿a qué precio?, del Centro de Investigación Juvenil, dice lo siguiente: “El cáñamo, canabis o marihuana al parecer tiene sus orígenes en Asia Central. Con el tiempo los intercambios culturales, diseminaron la planta por el mundo, esparciéndose hacia el Este de China, el Sur de la India y Sureste de Asia y hacia el Oeste asiático donde se difundió a África, Europa y América.

En España desde el siglo V a.C. se cultivó por varios siglos para la elaboración de vestimentas, velas navales, piezas de barcos, cordajes y papel. Entre los árabes esta planta fue nombrada bangah y la utilizaban por fe religiosa o por condición social, siendo la droga predilecta de los campesinos, jornaleros y siervos, conocida como haschisch al-haraftsh (hierba de los truhanes).

En 1840 los intelectuales de Francia e Inglaterra ya fumaban opio o hachís. En 1850, psiquiatras franceses la recomendaban a sus estudiantes como modelo de alteraciones mentales, y a finales del siglo era una herramienta para profundizar los estados psíquicos y estudiarlos ampliamente. En América, después de la Conquista de México, Hernán Cortés pidió a la Corona Española que enviara cáñamo a la Nueva España, Pedro Cuadrado de Alcalá trajo las primeras semillas a tierras americanas en 1530. Las primeras hamacas en México se tejieron el hilo de cáñamo.

Una versión es que el cáñamo fue bautizado como marihuana porque las curanderas, Marías o Juanas utilizaban frecuentemente la hierba con fines medicinales. Otra versión supone que el término de marihuana proviene de una combinación del náhuatl: mayi (mano), por la forma de la hoja, malli (prisionero), porque la planta se apodera del individuo; inhuani (interesante) y tlahuana (embriagarse).

En 1855 el gobernador del estado de Colima, Francisco Ponce de León, propuso la iniciativa para prohibir el cultivo, la venta y el consumo de la marihuana, rechazada por las autoridades del gobierno de Antonio López de Santa Anna. En 1916 el gobierno de Venustiano Carranza decretó la ilegalidad de su producción, comercio y consumo en todo el territorio mexicano. En 1925 el presidente Plutarco Elías Calles aprobó un decreto que establecía permisos de importación de opio, morfina, cocaína y adormidera en sus múltiples formas, quedando estrictamente prohibida la importación de opio preparado para fumar, de marihuana en cualquiera de sus formas y de heroína, sus sales y derivados”.

Legalizar o no legalizar la marihuana es un tema controversial. Algunos consumidores están a favor, otros quienes nunca en su vida la han probado, en contra. Siempre habrá consumidores ansiosos por adquirirla a como dé lugar, los antecedentes históricos lo muestran. Las incógnitas son: ¿Cuántas muertes más están dispuestos los mexicanos a soportar, éstas derivadas de la venta o consumo de las drogas?
¿Cuántos hijos, amigos o familiares seguirán siendo ignorados por la sociedad y gobierno ante el mal encauzamiento de sus energías hacia la delincuencia? ¿Qué necesita el ser humano para poder sentirse pleno sin recurrir a las drogas?


“La marihuana tiene la capacidad de despertar y expandir la visión y los sentidos del tercer ojo, pero la visión sin raíces no tiene ninguna utilidad para nadie que aún viva en un cuerpo”.

Iris sigue sorprendida, argumenta que en su tierra, Acapulco, padece lo mismo, y el profesionista ejemplar le cuestiona a Dafne: “¿Cuándo vamos a fumar un porrito?”, la chica sonriente y responde: “Si algo he de consumir quiero que sea peyote, para que se maravillen mis ojos”.



Elsa I.González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
el 30 de diciembre de 2010


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