jueves, 26 de enero de 2012

Aguas frescas

DURANTE mi infancia y parte de la adolescencia tuve en el patio de la casa un árbol de tamarindo. Cuando comía su fruto agridulce como postre, lo desnudaba, lo moldeaba en forma de pelota y le agregaba azúcar en todo el derredor; si lo preparaba en bebida, debía ponerlo a cocer en agua a fuego lento, así la pulpa puede extraerse más fácil, después lo dejaba remojar por unos minutos y al final le quitaba las semillas. Las jarras de agua fresca de tamarindo permanecieron sobre la mesa del comedor algunas temporadas, durante 15 años.
El árbol, además de proveernos de su fruto y darnos sombra, fue un gran amigo. Era la estructura de la casa de juegos, pero después murió al paso de un ciclón. También teníamos árboles de aguacate, guanábana, guayaba, granada y limón. El primero aún vive, hace tiempo dejó de ser fértil, ahora sólo nos protege un poco del hollín que arroja la termoeléctrica, nos regala oxígeno, sombra y es el hogar de las aves; el segundo retoñó, da su fruto a partir del mes de julio, dice una hermana que sus hojas preparadas en té son un buen remedio para el cáncer; a la guayaba y a la granada les quitaron la vida y el limón desprende más hojas amarillas que fruta.  
En mi familia, recuerdo que sólo consumíamos refrescos cuando los tíos junto con los primos venían de visita, en ocasiones especiales como la Navidad, Año Nuevo o salidas a la playa los domingos.

La hermana que apenas conducía una Suburban azul nos llevaba. Las paradas obligadas solían ser en el Depósito Venegas, después la hielería Alaska y por último la tienda de Sedena, que se mantenían abiertas al público. En los años 90, en la costa aún no se comercializan las gaseosas en botellas de plástico, ya que el vidrio gobernaba.
Con el tiempo, la provincia recibió a mucha gente de otros estados de la República, quienes en su mayoría vinieron a trabajar en el área portuaria y extranjeros que compraron casas de descanso en las zonas más exclusivas, éstos requirieron una gran variedad de productos alimentarios.

La primera tienda de autoservicios ofertó productos de marcas transmitidas en comerciales de televisión. Las bebidas envasadas y endulcolorantes artificiales en polvo desplazaron poco a poco las aguas frescas. El gusto del costeño por probar un energético, jugo, refresco o acortar el tiempo de preparación para hacer un agua de sabor, lo llevó a olvidarse de las frutas de temporada.

Tres paleterías en la avenida México aún subsisten. La bolsa de agua cuesta alrededor de 15 pesos. Si se prepara en casa, el agua fresca es más económica y nutritiva, además se puede instruir a los integrantes del hogar, es decir, las propiedades que contiene la bebida, por ejemplo, el mango es alimento de sabor exquisito, aporta vitamina A, C y E, además de pequeñas cantidades de vitamina B y ácido fólico. Se cultiva en Manzanillo, puede vivir en jardines de poco espacio, pero sus raíces profundas son extensas.
La guanábana es un fruto cuyo árbol no requiere de muchos cuidados, basta con protegerlo de la plaga y de las hormigas que gustan de la flor, y según investigaciones científicas, consumirla inhibe selectivamente el crecimiento de células cancerígenas y también el crecimiento de las células del tumor.

Si se prefiere el agua de arroz, el kilo cuesta de éste alrededor de 22 pesos, un kilo y medio de azúcar, 21 pesos; un garrafón de agua, 18 pesos; unas varitas de canela, 10 pesos, y una lata de leche evaporada, 12 pesos, esto suma 83 pesos que pueden ser compartidos en agua fresca para 20 personas. Cada litro de agua tiene un costo real 4 pesos con 15 centavos. Es una lástima que se prefiera tomar bebidas envasadas que aguas frescas.
A mí me sigue gustando observar a los vendedores con sus camionetas llenas de cocos, sujetar el machete, cortar la cáscara verde, hacerles un orificio hasta salir una carne blanca, mientras los clientes ansiosos esperan el fruto de media cuchara para tomarlo en ayunas y desparasitar el organismo.



Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 26 de enero de 2012
Manzanillo, Colima, Mexico 

2 comentarios:

  1. estos emvases son de plastico????

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  2. Hola, disculpa no entendi la cuestion. Si te refieres si la imagen donde vienen las aguas frescas son de plastico, en realidad parecen que es vidrio. Dicha imagen la tome de la internet. De cualquier manera consumir menos desechables es mejor. Saludos.

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