jueves, 21 de marzo de 2013

De cerca con proveedores



HABÍA olvidado el fastidio de hacer trámites de gobierno para abrir un negocio. No tenía la menor idea que buscar proveedores confiables para acondicionar el lugar que le vendría bastante bien a mi curiosidad. Lo mejor es que estoy aprendiendo.

El proyecto es acondicionar un local para poner un gimnasio. Inicié a cotizar los precios de aires acondicionados para el local, de 2, 4 y 5 toneladas. Solicité nombres de las marcas comerciales. Al principio, las pedí por teléfono, después por correo electrónico para que todo quedara por escrito. Hablé a tres empresas dedicadas a la venta de aires acondicionados, una de ellas mencionó con el interés de que me convierta en su futura clienta: “Debe fijarse que las unidades que le vendan tengan refacciones en existencia para en caso de descomponerse. Hay vendedores que lo único que desean es ofertar los equipos, y cuando pasa eso, después no pueden componérselo, carecen de refacciones. Con nosotros no hay problema, la marca que manejamos es fácil conseguir refacciones”.

Las amistades sirvieron de mucho para cuestionarles qué marca podría adquirir, ellos con amabilidad la dijeron. Le seguí con la alfombra. El piso debe estar cubierto con alfombra para tener una mejor presentación, evitar caídas de los clientes, pero sobre todo, para proteger el piso de las ralladuras que pudieran suscitarse por el equipo de ejercicio.

El cuarto tiene un promedio de 201 metros cuadrados, por decirlo así, porque en realidad no está cuadrado. El hombre que hizo la visita al local, midió el espacio con la misma maestría que lo hizo el hombre del aluminio. Del primero conocí el concepto de bajo alfombra, alfombra pegada y alfombra al aire o acolchonada. La acolchonada no va pegada, sólo va incrustada con remaches en las orillas para evitar el movimiento y jaloneos con el uso del tiempo. La ventaja de ésta, es que después que uno desee salirse del lugar,  puedes llevarte, cosa contraria a la pegada.

Los espejos y materiales de aluminio. De los tres proveedores contactados, uno da precios justos, sin abusar del cliente. De él aprendí varios términos, pero por encima de eso, a reconocer la buena disposición que tuvieron en responder de inmediato a mi llamado para realizar una cotización de servicio y material.

Es increíble que la cotización de un suministro y colocación de espejo de 6 mm de 5.40 por 1.80 metros cueste 7 mil 500 con un proveedor, y otro 4 mil 468 pesos. El margen de ganancia del primero supera al siguiente en 3 mil 32 pesos.

Lo emocionante del asunto es el electricista, encontrar a  que garantice buena instalación eléctrica. Uno cotiza 14 mil pesos por todo el cableado, mano de obra y el acondicionamiento para la colocación de los aires superficiales, pero nunca mencionó que hay una manera de ahorrar material, en lugar de sacar el equipo enfriador del local, es mejor subirlo al techo, jalar cables y listo.

Sobre el diseño del logo del gimnasio, el chico rotulador resultó ser un diseñador gráfico, uno de esos que le gusta jugar con sus manos y crear. Nada mal, por cierto, sin embargo, para un trabajo no tan simple para muchos que no nos dedicamos a pintar paredes exteriores en las alturas, resulta ser otra cosa. En verdad, es en serio, sin hacer de menos el trabajo del rotulador, cobrar 4 mil pesos por cada rótulo interior y exterior; es bastante atractiva la cantidad comparada con lo que gana un licenciado de oficina.

Ah, pero lo mejor es el arrendador, sí, la persona que se dedica a rentar locales comerciales poniendo a un precio simbólico la mensualidad, quien ordena colocar apagadores, herramientas de baño de lo más económicos que pudiese encontrar en las tiendas de construcción, casi es el mismo modelo del que nos dan en las casas de interés social y con poca formalidad en respetar los tiempos para con el arrendatario. En fin, mejor me callo, pues sólo soy una simple empleada dedicada a abrir un negocio: gimnasio. 

Espero no tener piedras grandes en el camino. Por lo pronto, sí preveo reafirmar los músculos de mi cuerpo, ya que todo esté concluido.




Elsa I. Gonzalez Cardenas
El texto pudiera haber sufrido algunas modificaciones.
Publicado en el Diario de Colima
El 21 de marzo de 2013
Manzanillo, Colima, Mex. 

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