domingo, 15 de diciembre de 2013

Lo que no se habla: violencia familiar y psicológica


¿CUÁNTAS mujeres sufren violencia psicológica o física en México, o mejor dicho, en el puerto? Esa es una pregunta difícil de responder, pues no todas las mujeres están dispuestas a aceptar que la padecen o padecieron.

De acuerdo a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el término violencia contra las mujeres es cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte, tanto en el ámbito privado como en el público; víctima: la mujer de cualquier edad a quien se le inflige cualquier tipo de violencia; agresor: persona que inflige cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

El portal de Sistema de Indicadores de Género define que la violencia de género se ejerce en función del sexo, es producto del dominio y el poder usado para reproducir y mantener estatus y autoridad. Es una de las principales y más crudas manifestaciones de las inequidades de género.

En una nota periodística publicada en Cimacnoticias, en agosto de este año, se argumenta que en Colima el Centro de Apoyo a la Mujer (CAM) Griselda Álvarez manifestó que no existe un informe puntual y completo sobre las denuncias de agresiones que han hecho las mujeres. La Procuraduría de Justicia del Estado debe dar los datos estadísticos exactos sobre el tema.

Por otro lado, volviendo a la cuestión, su servidora quiso recibir opiniones sobre el tema en su Facebook personal. De los 188 amigos que tiene de contacto, en su mayoría hombres y mujeres profesionistas, intelectuales y artistas en diversas áreas, el resultado fue que ninguno de ellos dijo alguna palabra, a excepción de Érick Vázquez, escritor y ensayista regiomontano, dedicado a la lectura de la misoginia a nivel mundial, puso “me gusta” y comentó por mensaje privado la responsabilidad de la mujer en difundir y hablar sobre el tema, pero sobre todo educar a los niños a tener respeto hacia ellas.

Lo curioso de esto es que por lo menos dos de mis amigas, una dedicada a la educación preescolar y otra al área portuaria con un puesto laboral a nivel gerencia la sufrieron, pero jamás pronunciaron palabra.

La primera la vivió en el noviazgo y lo sigue viviendo, ahora casada y madre de dos hijos. Tolera esta situación. El antecedente que pudiera justificar, de alguna forma, el maltrato psicológico, pudiera ser el carácter débil, la falta de amor paternal, luego de que sus padres se divorciaran; durante la adolescencia, las ganas enormes de tener a un hombre a su lado, la baja autoestima, el miedo a estar sola, pudieran ser los detonantes para vivir con ello.

Tolerar las humillaciones hacia la mujer dentro del matrimonio es muy común. Las frases suelen ser: “Vete en un espejo, estás gorda, fea, nadie te va a querer así, eres una floja, hija de tal por cual”, es tomado muchas veces a modo de chiste o, lo que es peor, por costumbre. Lo malo es que esta situación de violencia no sólo afecta a la madre de familia, sino que también ese comportamiento es heredado por los hijos, futuros adultos que podrían repetir el patrón conductual.

En el segundo caso, la violencia fue física, en el tiempo en que ella vivía con su pareja hubo golpes y jaloneos de ambas partes. La enseñanza de aceptar la violencia psicológica o física viene de nuestras casas.

El interrogante siguiente sería: ¿Por qué nos negamos en decir que la padecemos? ¿Qué tan grande es la codependencia, la falta de amor propio para no buscar ayuda y salir de ello? ¿Realmente vale la pena vivir sin tener vida propia?

Su servidora, quien esto escribe, después de casi una década de haber roto la relación sentimental con un novio y haber platicado sobre el tema con el regiomontano, se atreve a decir que sufrió, en algunas ocasiones, violencia psicológica en el noviazgo.

Con el tiempo, puedo decir sin censura que me prohíbo volver a sufrirla y espero relatar mi experiencia con otras mujeres para evitar o prevenir que les suceda.

Este tema lo abarcaré más adelante, cuando tenga más información al respecto. Lo que les pido a las y los lectores es una examen introspectivo para reflexionar qué tan bien estamos en ese asunto.




Elsa I. Gonzalez Cardenas
Publicado en el Diario de Colima
El 7 de noviembre de 2013
Manzanillo, Colima, Mexico

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