lunes, 17 de marzo de 2014

Responsabilidad


DEFINIREMOS la palabra responsabilidad, para tratar de hablar sobre el tema. Responsabilidad: obligación moral; reparar y satisfacer por sí o por otra persona; dicho de una persona: de posibles y digna de crédito.

Recuerdo mucho a papá, que solía llegar muy temprano a las citas, misa y el trabajo, incluso desde mi punto de vista, exageraba. Veinte minutos antes de la hora acordada, ya estaba en el lugar. Confieso que era molesto ser apurada siempre para arribar temprano a los sitios. Aunque debo aceptar lo agradable que fue verlo puntual, contar cada 6 meses, las monedas que sacaba de la panza de un cochino de yeso para irnos con toda la familia de vacaciones.

En mi primer trabajo, la hora de entrada era a las 8 de la mañana. Para ese entonces, abordaba el camión colectivo 40 minutos antes de la hora. Si se me hacía tarde, al acumular tres retardos, significaba una falta, es decir, no se pagaba, y a las tres faltas, rescisión del trabajo, sin responsabilidad de la empresa.

La hora de la salida marcaba cierto dígito en el reloj checador, aunque en realidad 8 horas de jornada laboral era ficticio, pues había ocasiones en que salía a las 11 de la noche. En cuestiones de horas extras, llegaron a pagarlas al principio y a regañadientes. Hablo de cuando tenía 22 años, recién egresada de la universidad. Después, cambié de trabajo y éste quedaba a dos cuadras de casa. Por supuesto que arribaba temprano; sin embargo, a la hora de salir, volvía a partir después de las 8 de la noche, a veces hasta las 10, sin goce de tiempo extra.

Mi padre conversaba conmigo y argumentaba que eso no estaba bien, mas yo le decía que las cosas estaban así, y había dos opciones: aceptar o decir adiós.

El área de comercio exterior es fabulosa. Claro, lo ideal es no permanecer años frente a un monitor de computadora por más de 10 horas al día, porque la vida se acaba sin haberla gozado. Si nos preguntamos, ¿por qué Manzanillo es el puerto más importante del Océano Pacífico?, ¿por qué tiene récord en el movimiento de contenedores a nivel nacional? La respuesta es simple: toda, o mejor dicho, casi toda la gente que trabaja en el ramo portuario, desde el operador de montacargas hasta el director de una organización, dan, a diario, el 100 por ciento de sus capacidades y habilidades en el puesto que desempeñan. A eso se le llama responsabilidad.

En el comercio internacional, todo error cometido por un empleado de empresa privada es descontado en la nómina quincenal, y no hablo de 500 pesos, sino de miles. Así de perfeccionista es la profesión. Como todo, existe una explicación. La actividad comercial en el ámbito internacional conlleva a una cadena de suministros, procesos operativos donde hay un trabajo conjunto. Si hubiese un error, fallan todos.

No es raro saber que la diabetes, anemia, gastritis y el asiduo estrés son el boom de las enfermedades en las agencias aduanales, líneas navieras, terminales de carga, transportistas, entre otras, gracias al sedentarismo y la mala alimentación. La responsabilidad del empleado es medible y se reflejada en la productividad de la empresa.

Si el empleado no cumple con entrar a la hora estipulada en el contrato laboral o asignado por el jefe inmediato superior, la organización pierde dinero. Esto muchas veces el trabajador no lo ve o no lo quiere reconocer. La impuntualidad le cuesta a las empresas. Los clientes no pueden esperar a que mengano se le ocurra llegar a tiempo. La impuntualidad es un reflejo de irresponsabilidad. Por desgracia, esa cualidad se padece más que nunca en Manzanillo.

La lista de irresponsabilidades se agranda cada vez más. Irresponsabilidad de cumplir con el pago de la pensión alimenticia de los hijos, pagar impuestos ante tesorería, predial, agua potable, renta de casa, atención a los padres ancianos e hijos, entre otros. Lo paradójico es que sí cumplimos con el pago del teléfono móvil, letras del automóvil, telecable, internet, por poner un ejemplo.

Por desgracia, los costeños gozamos de mala fama. Nos consideran flojos para trabajar y aun así, existe un buen índice de productividad a nivel portuario nacionalmente.

En la actualidad, los jóvenes deben ser educados y formados para ser hombres responsables en sus actos, sin embargo, es lamentable que los padres de familia no tengan tiempo para ellos.

Ojalá el Gobierno local realice cursos y campañas donde fomente la responsabilidad, de lo contrario, seguiremos siendo incumplidos en muchos aspectos.



Elsa I. González Cárdenas
Publicado en el Diario de Colima
El 6 de febrero de 2014
Manzanillo, Colima, México

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